Valentina Cisneros
Escucho la voz de este al otro lado de la línea y sonrio, hacia mucho que no escuchaba su voz y es que cuando estaba en España eran muy raro las ocasiones en la que nos veíamos por videollamada, y de la última vez ya hace mucho.
—¡Mike! Pero por supuesto ¿Cómo voy a olvidar la voz de uno de mis amigos? Que rico escucharte, además en mis 18 años de vida tu eres el único que usa ese diminutivo con mi nombre para hablarme así que es imposible olvidarlo —
—No sabes lo feliz que me hace escuchar eso, pensé que ya no me recordabas cuando baje del avión y no te vi allí con los chicos —
—Si bueno, larga historia que luego te contaré, no te preocupes que hay una buena excusa para no haber ido a tu llegada porque créeme que de lo contrario hubiera estado allí plantada en el aeropuerto horas antes muy ansiosa, pero la cosa acá es ¿qué tal el viaje? ¿cómo fue ese recibimiento? —le pregunto para desviar el tema de conversación y no hablar eso justo ahora que estoy contenta de escucharlo.
—Ese también es un cuento largo que te contaré cuando te vea, algo que ansío hacer y si, ya me han informado la razón por la cual no has querido ir y dejame decirte que esa no es una excusa válida, pero pues ya ni hablar de eso, lo importante es que estoy acá y mis padres han organizado una cena para recibirme y me han dicho que puedo invitar a quien yo quiera y tu eres una de esas personas que quiero que venga, así que no te esfuerces en pensar en una excusa porque la única manera que perdonaré tu descaro de no haber ido al aeropuerto es que vengas a cenar a casa —me dice y frunzo los labios, esto no puede estar pasando.
—Mike yo ...creo que hoy... —tartamudeo y me interrumpe sin siquiera dejarme formular una frase completa.
—Ya te dije que no acepto excusas, así que ponte mas guapa de lo que eres, le diré a Lucca que pase por ti, disculpame que esta vez no pueda ir yo personalmente a tu casa, lo cual me encantaría, pero también he invitado a otros amigos que no he visto en mucho tiempo y debo estar en casa, así que te espero a las 7:30, en mi casa, adiós hermosa, nos vemos al rato —determina y a mi no me queda de otra mas que afirmar y cuelga.
Lanzo el celular en la cama otra vez y me quedo pensando en unos momentos, aunque hoy no es precisamente mi día y hubiera preferido no levantarme y pasar todo en la cama, no puedo hacerle esto a Mike otra vez y además el día de su llegada, así que moveré mi culo e iré allá, no puedo creer que vaya a pasar otra vez por lo mismo.
¿Cuántas veces más debo estar en esa incomoda situación?
Suelto un suspiro pesado y voy a la habitación de mis padres para pedirles permiso para salir, a lo que ellos acceden ya que les digo que Lucca vendrá por mi y me traerá de vuelta, ya que eso es lo primero que preguntan y una vez les aclaro vuelvo a mi habitación para ponerme guapa como ha dicho Mike, no me hubiera molestado si mis papás se hubieran opuesto a dejarme ir, pero fue lo contrario, no lo pensaron mucho.
Elijo un jeans azul con una camisa blanca corta de tirantes y vans negras, luego paso a maquillarme y me esmero por lucir muy bien y darle una buena impresión a Mike y a su familia, aunque a ellos los conocí en un cumpleaños de Coraline, pero de eso ya hace varios años, peino mi cabello rubio en un perfecto moño alto y allí recibo un mensaje de Lucca diciéndome que ya viene para acá y le respondo con un "los espero" mientras tomo mi cartera con las cosas que son necesarias llevar para mi y ya cuando escucho el timbre se que son ellos y bajo después de rociarme perfume, me despido de todos en casa para luego salir, vuelvo a saludarlos y me subo al auto para después dirigirnos hacia la casa de Mike.
En unos minutos ya nos encontramos allí, Lucca estaciona correctamente el auto y bajamos, tocamos el timbre y una señora pelirroja, morena, de estatura mediana y de unos 50 años aproximadamente es quien nos abre la puerta y nos recibe con una sonrisa y allí es donde la recuerdo, es la madre de Mike.
—Pasen adelante chicos y tu debes ser Valentina ¿cierto? —me pregunta mirándome asombrada con sus ojos cafés claros y yo le doy una sonrisa asintiendo —Oh Dios pero si ya eres toda una mujer, estas muy cambiada, aunque claro aquella ve que te vi eras apenas una adolescente de 15 años pero mirate ahora, sigues hermosa —me alaga dándome un beso en la mejilla y le correspondo gustosa, yo también le hago saber que ese color de cabello le sienta muy bien y no es mentira, le ayuda a verse mejor, ella me agradece y abre un poco más la puerta para que podamos pasar.
La casa es mediana y cuando llegamos a la sala veo unos cuadros en la pared, unos estantes con floreros y rosas y unos portarretratos de la familia, en medio de esta están unos sofás de cuero negro muy elegantes y espaciosos en los cuales se encuentran ocupados por algunas personas, entre ellas Mike y los padres y hermanos de Coraline.
—Buenas noches —saludo ganandome la atención de todos y me responden de igual manera, los orbes de Michael hacen contacto con los míos y nos sonreímos, me doy cuenta de que sus ojos son iguales a los de su madre, el se levanta y llega hasta a mi dándome un abrazo afectivo al igual que yo.
—Me alegra tanto tenerte acá en casa y volverte a ver —me dice rompemos el abrazo momentos después.
—Y a mi, no te imaginas cuanto quería verte, pero la próxima vez avisa con tiempo que vendrás, así yo misma seré la que te organice una gran bienvenida, estoy muy feliz de que estés acá en Miami, cuando desperté esta mañana no imagine que te vería esta noche —en mi voz se nota toda la felicidad que siento y el vuelve a sonreirme.
—Desde que compre el boleto de avión pensé en decirles pero preferí mejor que fuera una sorpresa, estoy encantando de verte, no me equivoque al pensar que estarías más hermosa de lo que te recordaba, tengo tanto que contarte de España y tu también tienes mucho que contarme de todo este tiempo que no te vi —menciona y es interrumpido por su madre.
—Bueno ya tendrán tiempo para hablar de todo, ahora que ya estamos todos pasemos a cenar al comedor —nos dice y claramente no quiero ir allá, pero no tengo alternativa, aunque me retraso un poco cuando Mike me presenta a unos amigos suyos y yo les extiendo la mano saludandolos.
Cuando entro al comedor me encuentro con una gran mesa con varias sillas y platos y cubiertos, en medio de esta está la cena, rápidamente quiero salir corriendo de acá al ver toda esa comida y mi mente me grita que lo haga, pero no puedo hacerlo, todos se darían cuenta y quedaría mal.
Todos nos sentamos a la mesa y la señora Rosalinda, madre de Mike, pasa a servir la cena, la cual consiste en pollo horneado, con puré de patatas, ensalada de atún con algas y aguacate y de tomar una copa de champagne.
—Primero quiero agradecerles a todos los presentes por estar acá, para mi es muy importante la llegada de mi hijo Michael y esta cena es para darle la bienvenida y además celebrar su título de abogado, ya tenemos un abogado en la familia, muchas felicidades hijo, estoy tan orgullosa de ti —habla la señora Rosalinda una vez termina de servir la cena.
—Gracias, todo esto te lo debo a ti madre y es para ti también este logro por apoyarme siempre a pesar de las dificultades, has sabido salir adelante y siempre intentando darnos lo mejor a tus hijos, todo esto lo hice por ti —le responde el con una gran sonrisa y la abraza.
—Estoy merece un brindis, brindo por mi hijo, dándole las gracias a Dios por habermelo traído con bien así como se fue y por haberse convertido en todo un profesional, tal cual lo soñé, y que sea un abogado muy exitoso —dice y levanta su copa a lo que todos en la mesa la imitamos y brindamos.
Todos sonreímos y Mike lo hace a mas no poder, esta que estalla de la felicidad y yo estoy tan contenta de verlo alcanzando su sueño...
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Chanti 💕
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Valor de mujer
Teen FictionValentina Cisneros es una joven bailarina de danza que ama bailar y ha pasado la mayor parte de su vida en la academia de danza "Cisne" la cual está próxima a una competencia y Valentina será una de las concursantes, pero las exigencias la llevarán...