15. Una respuesta.

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Remitente: Max Bustamante.

Destinatario: Amanda Valdez.

Asunto: Necesito una respuesta.

Hola, Mandy.

Sé que ya pasó más o menos un mes desde la última carta (aunque sólo un par de semanas desde que recibí tu respuesta), pero no había podido encontrar la manera de escribirte sobre todo lo que me ha pasado últimamente.

No quiero entrar en detalle, ya que simplemente recordar todo es un dolor inmenso que me deja un nudo en la garganta hasta la hora de dormir, donde puedo desahogarme llorándole a mi almohada. Así que sólo resumiré los eventos, esperando que no lleguen las lágrimas y tenga que parar un momento para calmarme.

Primero que nada, retomaré la historia donde la dejé: la cita con Cody. Fue una buena cita los primeros dos minutos, luego llegó ella.

Alice, ¿te conté de ella? ¿La chica de la cual yo sospechaba que quería algo con Cody? Pues resultó ser cierto. Ése día él la invitó a acompañarnos, y aunque intenté vengarme invitando a una amiga de Cody, no resultó como esperaba.

Al final del día, fue la peor cita en la que he estado en mi vida, sobre todo cuando antes de irme recibí un mensaje de mi padre sobre la peor noticia que he recibido en mi vida: tiene VIH.

Ése día llegué a mi casa y mi padre me lo explicó todo. Me dijo que probablemente lo iba a juzgar, pero me explicó que después de la separación con mi madre comenzó a buscar... placer. Obviamente no lo juzgué. Estaba demasiado devastado por la noticia como para que me importara el pasado. Entendí que lo que debía hacer era apoyar a mi padre en todas las maneras posibles, ya que yo soy lo único que le queda en la vida.

Las cosas fueron de mal en peor. Mi padre comenzó a pasar más tiempo en la clínica que en la casa, así que normalmente me la pasaba llorando en silencio sin alguien que me tendiera una mano. No tenía ningún amigo tendiéndome su paraguas en medio de mi lluvia de depresión.

Eso hasta que volví a la escuela. Había dejado de ir, y mi padre había estado de acuerdo con ello, pero a la semana no pude permitirme faltar más y finalmente regresé al infierno.

Como era de esperarse, Cody fue un amor y se preocupó por mí desde el primer instante en el que me vio. El simple hecho de que hubiera alguien a quien le importara mi salud me había levantado el ánimo mucho más que nada. Toda la semana me había preocupado por el estado de mi padre, así que tener a alguien que se preocupara por mí en cambio fue algo lindo.

Sin embargo, las cosas no duraron así por mucho tiempo. Cody me invitó a pasar la noche con él. Creo que lo hizo porque le dolía verme tan desanimado, así que esa noche puse todo el esfuerzo posible por actuar como si nada malo estuviera pasando en mi vida. Fue una noche magnifica: jugamos, comimos comida chatarra, platicamos, y al final terminamos besándonos. Sí, lo sé, debes estar gritando de la emoción ahora mismo. Y, para responder tu pregunta: no, no estoy mintiendo. Cody me besó de verdad... o más bien fui yo quien lo besó a él, pero bien pudo haberse retirado y eso nunca sucedió.

Después de eso me molesté con él cuando me dijo que a él no le gustaban las mujeres. Sobre todo cuando lo ayudé a limpiarse después de que él había estado en una pelea con un amigo suyo. Lo besé y él siguió el beso como si nunca hubiera besado a alguien más, pero de nuevo negó ser gay (o simplemente que sintiera algo por los hombres).

Las cosas con el tema de mi padre van de mal en peor. Siento que por más que le digo que lo apoyo y que me tiene ahí para cuidarlo, él siente que está solo en este problema. Sabe que me afecta tanto como a él, e intenta ocultar su tristeza, pero yo lo he atrapado varias veces llorando en el baño.

No sé qué hacer. Necesito ayuda con ambos temas. Sé que mi sexualidad no se acerca en gravedad al problema de mi padre, pero también sé que soy adolescente y por ende mis hormonas están a su máxima potencia.

Sólo me queda esperar a que las cosas mejoren. Espero que eso pase.

Aunque sí tengo una buena noticia. En unos minutos iré a recoger a mi amiga Tina a su hogar. Iremos a una fiesta donde veré a, prepárate, Scott Harris.

¿Lo recuerdas? ¿El chico guapo de nuestro grupo del cual solíamos burlarnos por la cantidad de chicas que tenía siempre pisándole la cola? ¿El que solía 'coquetearme en broma' pero en realidad ambos sabíamos que llegaría a besarme algún día (y que así fue)? Pues resulta que la escuela de la cual lo habían transferido era en la que estoy ahora. Ahora estará de vuelta, y eso significa que tendré alguien más con quien hablar (espero).

Para serte honesto, espero que mi pequeña obsesión por Cody no dure tanto. Espero que sea uno de esos chicos de los cuales "te enamoras" por un tiempo y un par de años después ya ni recuerdas su nombre. Espero que pronto llegue alguien más que se acepte como es y me quiera. Sería un gran alivio en mi vida.

Aunque si pudiera escoger entre un novio para toda la vida y la salud de mi padre, sabes que no dudaría ni un segundo en quedarme soltero por el resto de mi vida.

Creo que eso es lo más que puedo resumir todo, así que espero que tengas más qué contarme de tu nueva escuela y tus nuevos amigos.

Mis mejores deseos, tu amigo, Max.

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