32. Halloween.

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*SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA*
(Sí, lo sé. Este capítulo será diferente. Sólo continúa hasta el final)
***

Cody se iba rascando la cabeza hasta llegar al aula que les habían prestado para organizar los preparativos de la fiesta de Halloween.
¿Qué acababa de presenciar?
Tina se había limitado a responder su pregunta y luego había ido a la esquina a sentarse con la cabeza en el regazo, Christopher jugaba con el grifo del agua, Scott se mantuvo recargado contra la pared del baño y Max se sentó en el suelo cerca de Tina (pero dándole su espacio). ¿Qué le había quedado a Cody? Tuvo que ser el primero en salir del baño de mujeres después de asegurarse de que nadie los viera, y comenzar a caminar en dirección al aula.
Al llegar a dicha habitación, Cody se encontró con las mismas personas que habían estado ahí anteriormente.
"Miren quiénes volvieron," dijo Melanie con una tira de silicona cayendo de su cabello.
"¿Dónde se metieron? Estuve a punto de ir a buscarlos," comentó Brandon, quien estaba recortando algunas tiras de papel negro.
"Larga historia," contestó Cody.
"¿Qué pasará con la bola de popus?" preguntó Melanie. "¿Ya lo arreglaron?"
"Uh," contestó Cody. Se había olvidado completamente de Alice y sus amigos.
"Se quedarán a ayudar solamente," respondió otra voz. Era Tina, quien seguía tan seria que daba miedo. "Pero si causan problemas, se van."
"¿Eso es lo que dijo Mrs. Maudie?" preguntó Alice con un tono de superioridad.
"Eso es lo que digo yo, y si no te gusta, la puerta está abierta," le contestó Tina con la voz tan firme como una roca. Incluso fue suficiente para callar la bocota de Alice, quien decidió volver a su trabajo actual (también utilizaba silicona), no sin antes poner los ojos en blanco.
Mientras trabajan, Brandon decidió acercarse a Cody y preguntar qué sucedía.
"Sé que pasa algo. Se nota en el aire," dijo él.
"No podemos hablar de esto aquí," le respondió Cody en un susurro. "Mucha gente."
Brandon asintió y se alejó de nuevo a su lugar.
Cody entonces se dio cuenta de que nunca había hecho nada para asegurarse de que Scott no soltara la sopa. Él había estado ahí. Había escuchado toda la cosa, casi palabra por palabra. Cody debió haberlo amenazado con quemar su ropero, tirar su gel para el cabello o algo por el estilo si mencionaba algo del tema a alguien. Oh, bueno, sólo esperaba que no arruinara todo. Siempre le podía decir a Max que hablara con él luego, aunque la simple idea de ellos hablando casi lo hacía estallar en llamas.
Cody había visto a Max hablando con Scott sólo un par de veces desde lo que había sucedido en la fiesta. Y ese par de veces casi siempre fueron conversaciones de cinco minutos durante la clase de educación física. Además, Max le aseguraba que Scott en realidad era un buen chico con problemas. Sin embargo, Cody aún no confiaba en Scott y le parecía que era un error hablar con él como si nada hubiera pasado.

Se acercaba el gran día y los preparativos estaban casi listos. Casi.
La maestra de Consejo Estudiantil les dijo que para el jueves debían acabar todo, cosa que ellos creían poder hacer, ya que ya era miércoles por la mañana y sólo faltaban un par de detalles.
Cody llegó esa mañana con una sonrisa a la parada del autobús. A pesar de todo lo que estaba pasando en el estado, era extraño poder seguir sonriendo por otras cosas. Poder seguirse emocionando por Halloween y pasar tiempo con Max eran cosas que mantenían a Cody alegre durante el día. Al igual que salir con sus amigos.

Pero por fin había llegado el día. Todos habían estado esperándolo por un largo tiempo, y por fin estaba ahí. Halloween.
Nadie sabía qué era lo que hacía a Halloween tan divertido. Ellos no eran niños ya, pero aún así les gustaba salir a pedir dulces o disfrazarse de algún monstruo por pura diversión.
Sólo que esta vez los amigos de Cody no irían a pedir dulces. No señor. Ellos planeaban ir a festejar en grande, incluso después de que terminara la fiesta de la escuela.
La fiesta era sólo la primera parte del día. Planeaban ir a la casa de un chico de la escuela que iba a tener una fiesta "privada". Aunque comenzaba un par de horas antes de que la de la escuela terminara, le habían pedido permiso a Ms. Maudie para saltarse la limpieza de esa tarde e ir el día siguiente en la mañana a recoger todas las decoraciones. De esa manera podían salir e ir a la otra fiesta, y disfrutar Halloween "como debe ser", según dijo George.

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