37. Trans.

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Llegaron a la casa del tío de Melanie en media hora. Aunque casi habían obligado a Cody a ir con ellos, al final decidieron que ir sin J sería tan efectivo como no ir para nada. Tanto Tina como Melanie habían concordado que era lo mejor. El resto sólo las obedeció.
Tal vez creían que no tenían un decir en eso porque ellos se acababan de enterar que Max era gay (según lo que ellos dijeron, aunque Cody sabía que los habían visto al menos una vez actuando de manera sospechosa). Pero en realidad, Cody necesitaba de todos ellos. Sin sus amigos a su lado, Cody se sentiría perdido.
Brandon había estado abrazando a Cody con un sólo brazo todo el camino en la camioneta de la mamá de Melanie. Tina había puesto su mano en la rodilla de Cody igual.
Ellos tal vez no se daban cuenta, pero eran la única razón que tenía Cody para estar tranquilo en esos momentos. De no ser por ellos, probablemente habría explotado desde que estaban en la escuela.

Se abrieron las puertas de la camioneta y el aire fresco volvió a inundar los pulmones de Cody. Por alguna razón, le era relajante.
"Los espero aquí, chicos," dijo la madre de Melanie. "Sé que están apurados."
"Muchas gracias," le respondió Tina.
"Vamos," los apresuró Melanie a entrar.
Los chicos entraron todos a la casa sin saber qué esperar. Por fuera parecía una simple casa común y corriente con un bonito y pequeño jardín. Por dentro... igual. No, no tenía un jardín adentro, pero seguía pareciendo una casa cualquiera. Cody no podía negar que estaba nervioso.
"Pasen," les indicó una voz a todos. Cody era el último en entrar. Al volver a sus sentidos, Cody vio de quién se trataba.
"Qué sorpresa tan grata."
Una mujer detrás de la puerta les sonreía amistosamente mientras todos pasaban a la sala, donde los chicos se quedaban parados sin saber si debían sentarse o no.
Al fin, la mujer fue hacia ellos y los saludó de uno por uno.
Cody sabía la verdad. No era muy obvio, ya que había hecho un buen trabajo físicamente hablando. No obstante, su voz la había delatado.
"Pueden llamarme J." J extendió la mano frente a Cody y este la estrechó.
Fue como si un camión hubiera golpeado a Cody a plena calle. Ni siquiera supo cómo la reconoció, ¿cuántos años habían pasado? Pero estaba seguro que era ella. A pesar de los años, tenía las mismas facciones. La mayor diferencia probablemente sería el maquillaje.
"Te conozco," dijo Cody enseguida.
J se vio un poco confundida mientras terminaba el saludo. "Oh, ¿sí?"
"Sí," contestó Cody, deseando no estarse equivocando de persona. Sería vergonzoso que la confundiera con alguien más. "Hace años, tú conocías a mi madre."
J abrió los ojos exageradamente y sonrió ampliamente.
"¡Es cierto!" exclamó J. "Te recuerdo. Eres el hijo de Paty."
Cody sonrió ante la mención de su madre para afirmar lo que J decía.
"Ha pasado mucho tiempo, no te reconocí." Se sentó en una silla que ella llevó desde la cocina. Los miró a todos sonriente, esperando a algo, pero nadie parecía saber qué.
"¿Bueno?" dijo después de un silencio incómodo. "Si eso era todo..." Se levantó y estuvo a punto de llevarse la silla una vez más, pero Cody no la dejó.
"Mi novio está en peligro."
Desafortunadamente, el silencio incómodo sólo aumentó con esas palabras. J se volvió a sentar, intrigada por lo que tuviera que agregar.
"Domínguez," dijo Cody.
"¿Domínguez?"
"¿Sabes quién es?"
"Estoy al tanto, sí."
"Pues es a él a quien quieren llevar a mi novio."
J lo pensó un momento antes de responder. "¿Y qué es exactamente lo que quieren que yo haga?"
"Que hables con la madre de Max y la hagas reconsiderar sus opciones," le dijo Melanie. Justo al grano.
"Uf," respondió J. "Quieren que haga lo imposible."
"No es imposible," la corrigió Tina. "Sólo complicado. Pero puede ser la única manera de salvar a Max."
J los miró a todos de uno en uno, ni una palabra salía de su boca.
Cody logró ver una fotografía en blanco y negro de una familia en una pequeña mesita. Mientras J consideraba lo que le habían dicho, Cody se acercó a la fotografía y la estudió con cuidado.
Estaban los padres hasta atrás: un señor alto y rubio con traje, y una señora castaña que llevaba un vestido largo y floreado, y un mandil.
Delante de ellos había tres niños: una niña de aproximadamente 13 años, un niño de unos 7, y finalmente una pequeña bebé, quién llevaba un pequeño moño en la cabeza.
Incluso teniendo en cuenta de que ninguno de ellos estaba sonriendo, algo se podía percibir del niño de la imagen: no estaba feliz.
Miraba a la cámara con tanta tristeza que dolía. A comparación de sus familiares, él se mostraba bastante negativo.
Cody se acercó lentamente a la fotografía para verla más de cerca. Intrigado por la misma, la levantó con ambas manos. Dejó la habitación de inmediato.

¿Cómo era que sabía dónde se encontraba? Cody no estaba seguro. Frente a él sólo se encontraba una simple cámara antigua frente a una pared. Pero mientras veía a su alrededor, comenzaba a reconocer varias partes de la casa. No fue hasta que vio a la familia entera que se percató de que la escena frente a sus ojos era la misma de la fotografía que había tomado en la vida real.
¿Extraño? Sí, pero no mucho más que cualquier otra visión que Cody tuviera.
"¡Esa se va a ver genial!" exclamó la niña. Se parecía mucho a Melanie en una versión más joven, y si esa visión era lo que Cody creía, probablemente se trataba de su mamá.
"Veamos," dijo su padre con una voz serena y llena de positividad.
Mientras los demás se interesaban por la fotografía, el pequeño niño se alejaba de ellos sigilosamente para echar un vistazo por la ventana.
Por esta, el niño observaba detenidamente a otros niños que jugaban bajo el sol. Parecía estar observando específicamente a las niñas en un principio. Estas jugaban a saltar la cuerda. Pero luego los niños, quienes parecían estar teniendo una guerra con globos de agua, salieron desde el patio trasero en traje de baño. El niño de la foto se les quedó viendo con intriga, y Cody se preguntó si alguna vez habría salido a jugar con ellos. ¿Sabían siquiera que él vivía ahí?
"John, vuelve acá y ayúdale a papá a guardar la cámara."
Pequeño John, sin dejar de observar a los niños, retrocedió hasta que salieron de su vista. Su papá pareció no notar algo en lo absoluto.
Al mismo tiempo que se alejaba el niño, el mundo comenzó a borrarse y Cody volvió a la realidad.

"Lo haré," escuchó a J decir. "Por Max."
"Él es quien más lo necesita, gracias," le respondió Cody. Fue hacia ella y con un abrazo terminó el asunto. "Vamos ya, no sabemos cuánto tiempo nos queda."
"Entre más, mejor," contestó J. "Vayamos a salvar a Max."
***
Lo sé, lo sé. Los decepciono, probablemente. Lo siento, en serio, pero poco a poco voy perdiendo mi inspiración para escribir y simplemente no puedo hacerlo o me sale todo mal.
Intento hacer lo mejor que puedo, así que aquí lo tienen. Corto, pero necesario. Una vez más, si encuentran algún error, díganme para corregirlo, por favor.
No olviden que un voto equivale a un beso y un comentario equivale a un abrazo, así que bechos, bachos y apapachos y nos leemos luego.



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