Deja vu

18. Sueño con nuestro futuro.

Había terminado de hacer todas mis tareas pendientes después de haber regresado de la casa de Brandon. Había alcanzado a saludar a sus padres, quienes al parecer habían ido a un teatro o algo por el estilo, y después de eso me fui. Al final había optado por devolverme a casa en vez de visitar a Max, no sin antes pasar por la casa de Tina, la cual seguía igual que antes. Tuve la oportunidad de terminar todo antes de irme a dormir, donde sólo soñé con un par de imágenes borrosas.

Un largo edificio blanco se extendía a varios metros hacia ambos lados frente a mí. Personas vestidas de blanco salían de éste como hormigas, marchando una detrás de otra en dos o tres filas continuas. No podía lograr ver sus rostros porque estaban borrosos. Supongo que así lo quería la sueño/visión.

El sueño cambió. Estaba en una habitación de tamaño considerable, todo blanco excepto por las paredes, las cuales parecían un tono ligero de gris. Había bastantes mesas pequeñas y cuadradas (también blancas), y a lo lejos se veía lo que parecía ser una barra de comida. Sin duda alguna era una clase de cafetería, pero lo que me extrañó fue la ausencia de ventanas en el lugar. La única fuente de luz provenía del techo, cosa que no sabía cómo explicar.

El sueño decidió cambiar una última vez, ahora a un lugar que yo ya había conocido antes: el cuarto blanco. Todo era exactamente igual a como lo había visto antes, excepto dos cosas: había muy poca luz iluminando la habitación, y había dos personas hablando en algún lugar que quedaba más allá de mi limitada vista. Una de las voces sonó vagamente familiar, pero no tuve la oportunidad de escucharla más a fondo porque la visión así lo deseó.

El día siguiente llegó como un balde de refrescante agua helada en un día caluroso de verano.

Al levantarme, lo primero que hice fue revisar mi teléfono por si me había llegado algún mensaje de Tina. Efectivamente, tenía una llamada perdida y un mensaje de hacía no mucho tiempo. El mensaje decía: estoy bien, te explico más tarde, no respondas.

Suspiré al saber que estaba bien. El mensaje en sí me dejaba más preguntas que respuestas, así que tuve que hacerle caso a Tina y no responderle de inmediato como una parte de mí quería que hiciera. Sabía que cuando Tina decía algo así, lo decía en serio. Cualquier cosa de la cual quisiera una respuesta sería resuelta dentro de un par de horas a lo mucho.

Con mejor ánimo, me levanté y me preparé para ir a la escuela. Como estaba tan feliz de que todos los problemas se fueran solucionando poco a poco, me alisté en tiempo record y tuve unos minutos de sobra antes de que debiera ir a la parada del autobús. Curioso por lo que había pasado el día anterior en la clase de química, tomé mi teléfono y pensé un par de segundos antes de mandarle un mensaje a Max.

Cody: ¿Estás ahí?

Max: acabo de salir del baño

Max: y ese milagro que me mandas un mensaje?

Cody: Sólo quería decirte buenos días :)

Max: buenos días:)

Max: desperté tarde, tengo que comer rápido o se me pasa el bus

Cody: Está bien, hablamos en un rato

Max: ✓ Visto: 07:02 AM

El plan de mandarle mensajes a Max se había estropeado, así que simplemente me quedé revisando Facebook hasta que fue la hora de ir a la parada del autobús.

Me encontré con Emma, esperaba el autobús igual que todos los días. Con su iPod en sus manos, no notó mi presencia hasta que llegué a su lado.