Nueve meses después del nacimiento de Milo
En casa de Lemur.
Ares: ¡¿Que?! - grito asustado.
Lemur: cállate que me lo vas a asustar - dijo mientras agitaba la maraca que tenía para llamar la atención del bebé él cuál empezó a gatear hasta él para agarrar su juguete.
Ares: hermano no puedes quedarte con esta criatura, ninguna persona va a querer tomarte enserio si sabe que tienes a un bebé - dijo mientras veía cómo su hermano sentaba al bebito en sus piernas y se ponía a jugar con él - ¿Me estás escuchando? - pregunto.
Lemur: ya te dije que este pequeño se llama Milo. Y es mí hijo te guste o no además que si alguna vez alguien desea estar conmigo tendrá también que estar con Milo, si realmente me quiere tendrá que aceptar al bebé ¿Oh no chiquito? - le pregunto al bebé que sólo aplaudió ante lo que oía, después le tocó la frente - Hm... Parece que ya no tienes fiebre.
Ares: huy... Ya te lo advertí, además ¿Cuántos días llevas sin dormir? - le pregunto mientras veía sus ojeras.
Lemur: llevo dos días, a estado enfermo y no e podido dormir bien - dijo mientras lo sentaba a un lado de él en él sillón para después acariciar su cabello.
Ares: ¿Ya lo llevaste al médico? - pregunto.
Lemur: si, dicen que por ser prematuro su cuerpecito es muy débil, así que por eso tendré que tener mucho cuidado con el - dijo mientras veía al bebé jugar con su maraca.
Ares: ¿Realmente estás seguro de querer quedarte con él? - pregunto preocupado.
Lemur: si, estoy seguro pero gracias por preocuparte por nosotros pero estaremos bien ¿Verdad Milo?, ¿Verdad que el tío Ares no tiene nada de que preocuparse? - le pregunto mientras el bebé agitaba con más ganas su maraca.
Ares: enserio se nota que es igualito a ti - dijo mientras se acercaba para después tomarlo entre sus brazos - Hm... Bueno tengo que ir a traer a tus primos Milo, tienen que conocerte - dijo a lo que él bebé riendo aplaudió.
Volviendo al presente.
En él hospital.
Aún sé encontraban esperando noticias en la sala de espera, Camus trataba de darle apoyo a Milo quien aún estaba triste y tampoco le había hablado sólo se mantenía ahí con la mirada perdida en el suelo con una profunda tristeza Ares por su parte caminaba de un lado a otro volteo a ver a su sobrino para después suspirar y acercarse, al estar enfrente de él se arrodilló justo enfrente de él.
Ares: ¿Oye? - le dijo mientras tomaba su mano entre las suyas Milo por su parte sólo lo vio por breves momento para después volver a bajar la mirada - escúchame Milo, no hay nada de que preocuparse ¿Si?, Tú padre es muy fuerte estará bien - fue lo que le dijo mientras apretaba ligeramente esa mano entre las suyas su respuesta fue un apretón también aunque mucho más suave.
Él solo sonrío para después secarle las lágrimas que tenía en sus ojos y después le acarició levemente su cabello para después abrazarlo, sus hijos llegaron momentos después exigiendo detalles de la situación y también llegaron a darle un abrazo a su primo sabían que por lo que estaba pasando no era nada agradable. Él momento estaba increíblemente tensó.
Horas más tarde.
Dégel: ¡Camus! - él mencionado volteo a ver rápidamente, para después ponerse de pie.
Camus: Dégel - fue lo único que dijo cuando tuvo a su hermano enfrente - ¿Cómo me encontraste? - fue lo que pregunto confundido.
Dégel: Kardia pudo rastrearte gracias a tu teléfono - dijo molestó - ¿Dime qué Carajos estás haciendo aquí? - pregunto mientras ponía sus manos en su cintura.
Kardia: Dégel cálmate, tú hermano solo vino a ayudar - le dijo mientras lo tomaba del hombro.
Dégel: ¿Cómo dices?, ¿Apoyo de qué? - pregunto mientras que Kardia sólo le hizo una señal con su cabeza para que viera a los demás que la verdad se miraban preocupados - ¿Que ocurrió? - pregunto.
Camus: buen... - alguien lo interrumpió.
Zaphiri: ¡Camus Antares Diamond! - sé escucho, ambos hermanos voltearon a ver para después susurrar.
Camus/Dégel: ¿Papá? - preguntaron incrédulos mientras él hombre los veía de forma desaprobatoria apoyando sus manos en su cintura.
Kardia: ¡Uy no ya valió madres! - dijo para después lentamente irse a esconder detrás de Milo.
Milo: ¿Y él quién es? - pregunto cuando vió a Kardia sentarse a su lado.
Kardia: él es el padre de esos dos - dijo.
Milo: ¿Su papá? - pregunto sorprendido mientras veía aquel hombre de semblante serio.
Kardia: y eso que no haz conocido a su madre, ese hombre apesar del tamaño es peligroso, aunque no tanto como este hombre - le dijo mientras él hombre dirigió su vista hacia ellos dos.
Kardia: nos está viendo - susurro asustado mientras abrazaba a Milo.
Zaphiri: ¿Quienes son ustedes? - pregunto serio a Ares, Abel, Caín y Milo.
Ares: sólo somos simples conocidos - afirmó mientras agarraba a Milo y sé lo quitaba a Kardia para pasarlo a dónde Caín y Abel estaban sentados.
Milo: a ya ja - susurro con sarcasmo.
Camus: "simples conocidos" - dijo también con sarcasmo.
Zaphiri: Camus. Espero que ya tengas empacadas tus cosas regresaremos a casa hoy - dijo serío.
Milo: ¿De que habla? - pregunto.
Camus: Milo yo... - susurro nervioso.
Zaphiri: mí hijo tiene que volver a casa hoy - dijo serio mientras que Milo se puso de pie.
Milo: ¿Qué dice? - le pregunto mientras Camus sólo tomó sus manos, para después ver a Ares.
Ares: Camus, ¿Serías tan amable de acompañar a Milo a casa?, Necesita cambiarse - le pidió.
Milo: no quiero cambiarme, quiero que Camus me explique a qué es lo que se refiere su papá - le pidió.
Camus: Milo te lo explicaré en el camino, ahora por favor hazle caso a tú tío vamos - le pidió mientras se lo llevaba.
Zaphiri: ¿Dégel puedes explicarme qué clase de relación tiene tú hermano con ese muchacho? - le pregunto. Mientras Dégel sólo lo veía serio.
Con Milo y Camus.
Tiempo después.
Por suerte para ambos la casa estaba a solo tres cuadras del hospital, Camus aún estaba triste entraron a la casa y subieron las escaleras para seguidamente entrar a la habitación de Milo dónde Camus procedió a sentarlo en la cama sin soltar su mano en ningún momento.
Milo: ¿Qué sucede Camus? - pregunto, mientras que Milo lo veía confundido.
Continuará...
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Juro que voy a Protegerte (Camus x Milo)
FanfictionPara muchos los sucesos que pasaban a su alrededor eran extraños, otros decían que él hombre con el que vivía le hacía daño, mientras otros decían que había algo muy profundo y ocultó en su pasado. Posdata: historia sin nada de coherencia o siquiera...