Enamorados

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Nueve de la noche.

Con Lemur y Milo.

Después de haber cenado y unas cuantas alegatas por parte de Camus, Lemur y Kardia se despidieron y los otros se fueron a su casa mientras que Lemur suspiraba porque por fin podría descansar, así que después de dejar a sus invitados en la puerta sé dirigió hasta su habitación, no sin antes ir a ver si Milo ya estaba dormido, se dirigió a su cuarto y lo vio sentado en la cama viendo hacia la ventana.

Lemur: vaya que este día si que fue pesado - dijo mientras sé iba a sentar a la par de Milo.

Milo: si, la verdad si, ¿Ya se fueron? - pregunto mientras él otro se daba la vuelta para verlo.

Lemur: Si... Pero dime Milo, ¿Qué fue lo que Camus hablo contigo? - pregunto mientras se sentaba.

Milo: bueno no hablamos de nada, porque Kardia estaba detrás de nosotros y Camus no podía hablar mucho - dijo mientras reía.

Lemur: a pesar que se mira bien serio y malo me e dado cuenta que ese chico es un cobarde - dijo mientras se reía.

Milo: no te expreses así de él - dijo mientras él otro sólo lo abrazó.

Lemur: ya lo sé, escucha Milo con la aparición de ese chico sólo me queda darte un consejo - le dijo.

Milo: así ¿Qué consejo? - pregunto.

Lemur: tienes que darte a respetar ¿Entiendes éso?, Tú no eres un chico común y corriente cómo muchos imbéciles lo an de creer por ahí, recuerda que eres de los pocos que tienen él don de dar vida - dijo mientras acariciaba su cabello.

Milo: ¿A qué viene toda esta plática?, Te escuchas cómo si estuvieras listo para darme en matrimonio - bromeó.

Lemur: con la plática de hoy, Camus me dejó muy en claro eso - dijo mientras Milo se separó y lo vio confundido.

Milo: ¿A qué te refieres? - pregunto.

Lemur: Camus te lo dirá, cuando tenga las pelotas para hacerlo jajaja - Milo le lanzó una almohada en la cara - ¡Oye! Eso no se vale - le dijo mientras de la devolvía.

Milo: deja de molestarme, Camus es sólo un amigo - aseguró.

Lemur: no por mucho - afirmó.

Milo: - lo vio mal -

Lemur: no ya en serio Milo escúchame, antes que nada quiero decirte que espero entiendas que vales mucho ¿me oíste?, Lo cual significa que no tienes que rebajar te al nivel de otros te digan lo que te digan y también espero que sepas que pase lo que pase estaré aquí para Protegerte ¿Está bien? - pregunto.

Milo: gracias - dijo sonriendo.

Lemur: ahora a dormir, ya es tarde para que estés despierto - le dijo mientras lo recostaba en la cama - descansa pequeño - dijo mientras le daba un beso en la frente.

Milo: te quiero - le dijo mientras lo abrazaba.

Lemur: yo también Milo - dijo mientras correspondia para después separarse - eso nunca lo dudes - dijo para después levantarse de la cama apagar la luz e irse.

Milo por su parte sólo sonrío y cerro los ojos para después quedarse dormido, Lemur por su parte se fue a su habitación para después sentarse en la cama, dónde sacó una fotografía de un cajón dónde se pudo ver una vieja fotografía que tenía de él y los padres de Milo en un viaje que habían tenido en la playa.

Lemur: te juro Écarlate que nada le va a pasar a Milo, no mientras yo pueda evitarlo - dijo firme - tendré que ir a ese instituto mañana y arreglar ciertas cosas con esos tipos - dijo para después irse a dormir.

En la casa de Dégel y Kardia

Kardia no perdonaba y seguía en una gran molestadera al cubo menor.

Kardia: es que lo vieras escuchado Dégel, no le pudia decir ni una simple frase sin sonrojarse - decía burlándose.

Dégel: ¿eso es cierto hermanito? - pregunto sorprendido mientras que Camus veía con molestia a Kardia.

Kardia: y en él beso, enserio esa fue la mejor parte, después de eso ni siquiera pudo verlo a los ojos - decía para después ir en frente de Camus - Camusito, mi bello cuñadito precioso, lo que tienes que decirle a ese hermoso jovencito es un simple Te amo - dijo a lo que Camus agarró un vaso con agua que fue lo primero que tuvo a la mano y se lo hecho encima.

Dégel: ¡Camus! - regañó.

Camus: mí desesperante cuñado, tú ni siquiera hables oh tengo que recordarte que cuando fuiste a pedir la mano de mí hermano a la casa de mis padres te temblaban las piernas a más no poder - reprochó mientras que Kardia vio a Dégel para que dijera algo.

Dégel: Camus tiene razón cariño - dijo él

Kardia: - hizo un puchero -

Camus: además no se burlen, no es fácil declararse ¿Saben?, No lo conozco en nada, no se su gustos, en clases lo veía pero no podía acercarme a él porque me daba miedo lo que diría de mí, además de eso que él siempre parecía poner una barrera entre nosotros y ahora que nos hemos podido acercar no sé cómo proseguir - decía alarmado.

Kardia: Camus... Escucha ahora sí hablando enserio, te entiendo la verdad todos sentimos miedo con este sentimiento tan extraño llamado amor que llega cómo loco e inesperado a nuestras vidas, yo también tuve miedo cuando me enamore de tú hermano, tuve miedo de no ser suficiente para el o que se burlara de mí, pero ve aquí estoy, fregando te las pelotas - dijo a lo que Camus lo vio mal - eschucha lo que quiero decir es que no te asustes, Milo parece ser un buen chico incapaz de dañar a alguien, además que no puedes echarte para atrás, ya le pediste permiso a su papá para tratar con él y escuchaste lo que te dijo ¿Verdad?

Camus: si... La verdad me sorprendió que se lo tomará con tanta calma - dijo sorprendido.

Dégel: eso fue porque cuando Milo estuvo en momentos muy delicados él vio tú preocupación por él, así que llegó a la conclusión que te dejaría tratarlo, habías logrado convencerlo con tú dedicación por su hijo - afirmó.

Camus: ¿Tú cómo lo sabés? - pregunto.

Dégel: él día que Milo fue ingresado al hospital, ví cómo el te veía, así que decidí preguntarle ¿Cómo se tomaría la idea del que tú quisieras algo más que amistad con Milo? A lo que él me respondió que la verdad lo primero que pensaría sería matarte, pero después dijo que si lograbas convencerlo antes de que Milo despertará te daría una oportunidad y vete aquí, haz superado su prueba pequeña hielera - le dijo sonriendo.

Camus: tú cállate voz de aborto fallido - dijo mientras se dirigía a su habitación.

Dégel: óyeme desgraciado respétame que sólo te estoy apoyando para que se te quite lo fresa y te declares, además te recuerdo que tú eres adoptado - dijo serio.

Camus: por lo menos a mí me eligieron en cambio a tí y él baboso de tu marido los aceptan porque es lo que hay - dijo a lo que Dégel se quitó los lentes se los dió a Kardia y comenzó a perseguirlo por toda la casa.

Kardia: y otra vez van a pelear - dijo sorprendido - que bien, iré por palomitas - dijo para después dirigirse a la cocina.

Continuará...

Juro que voy a Protegerte (Camus x Milo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora