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Se acercaba cada vez más la hora de la salida. Jisung de verdad había comenzado a temblar y Hyunjin sentía un nudo en el estómago. Había estado toda la clase callado y eso era raro porque siempre tenía algún comentario para decir.

No pensó jamás que llegaría a suceder eso.

Lo último que quería hacer era pelearse físicamente con alguien. Era de esos que hablaban sobre aquello y aparentaban ser buenos en las peleas sólo para parecer geniales, pero que luego no salían vivos de una pelea de verdad porque jamás habían estado en una realmente.

Así que no se había imaginado que pelearía con alguien, mucho menos con quienes consideraba, o había considerado, sus amigos.

Cada vez aumentaba más su miedo, y por momentos se arrepentía de haber abierto la boca de esa manera. Pero luego miraba a Seungmin, tan pacífico y tranquilo, solo, sentado en su lugar mientras hacía la tarea, y Hyunjin recordaba por qué lo había hecho y que eso era lo mejor.

Había sido eso o seguir soportando vivir con Seungmin odiándolo.

No estaba seguro de que fuera a perdonarlo, pero al menos estaría bien consigo mismo por haber hecho lo correcto. No pelear, sino, ser sincero. Pelear sería una consecuencia.

Pero antes, les diría todo lo que tenía guardado. Para que la paliza valiera la pena.

De todos modos, creía que si pensaba en Seungmin podría soportar cualquier dolor, incluso que le daría fuerzas para vencer a los demás.

Quizás el menor no se enterara por el momento que se iba a pelear, pero pronto el chisme estaría corriendo por toda la escuela. No quería eso porque seguramente perdería la pelea y Seungmin estaría decepcionado de él.

Y se reiría en su cara, quedándose Hyunjin solo para siempre.

No, no pasaría eso. Hyunjin debía dejar de pensar cosas impulsivas y sin sentido.

Lo que no quería de verdad, era que su mamá se enterara de aquello, porque se enojaría mucho. No sólo con él, sino con los demás, y querría hablar con sus padres, muy molesta.

Los padres de aquellos chicos no eran personas para razonar. El padre de Minho era un alcohólico que ni siquiera se preocupaba por su hijo, y seguramente le aplaudiría al saber que peleó y ganó; los padres de Changbin eran multimillonarios que con tan solo dos movimientos podrían hundir a la mamá de Hyunjin; la mamá de Felix siempre estaba ocupada con su otra familia y tampoco le prestaba mucha atención, mientras que su papá era un hombre de negocios también muy ocupado que sólo haría una llamada y seguro haría a la madre de Hyunjin desaparecer; por último, la familia de Bangchan, no era la peor, pero sí de temer: su mamá era una mujer adinerada que no permitiría que nadie se metiera con su hijo, y su padre había estado preso por pertenecer a una mafia de la cual había sido un miembro muy importante.

Al pensar en eso, Hyunjin se sorprendió de saber que se había estado relacionando con ellos. Unos locos, tal vez. ¿Por qué sólo su familia y la de Jisung eran "normales"? Seguro por eso no conectaban con los ideales de aquellos chicos.

Tragó saliva.

¿Con qué clase de chicos se había metido? Siempre había parecido normal, porque desde chicos eran amigos. Pero ahora entendía por qué eran así.

Aunque eso no justificara nada.

Cuando llegó la hora de la salida, comenzaba a aturdirse. Trataría de hablar con calma y no llegar a una pelea física.

Jisung y él estaban guardando sus cosas con lentitud.

ㅡHey ㅡFelix llamó su atención con un tono burlón, como siempreㅡ. Suerte, hyung, la necesitarás. Aunque creo que ni eso será suficiente.

The Rare Kid || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora