Los padres siempre son una bomba de tiempo. A veces están bien y otras veces mal con lo que uno hace, y pueden reaccionar de distinta forma a algo específico relacionado a sus hijos dependiendo de su humor.
Definitivamente era muy difícil no tener roces con ellos en algún momento, o creer odiarlos con mucha furia.
Seungmin ya conocía a su mamá. Al ser muy sobreprotectora y estricta, había tenido que estudiar y memorizar sus patrones de reacciones para enojarla lo menos posible. Siempre era muy cuidadoso con todo lo que decía o hacía frente a ella, para no tener que soportar sermones y ahorrarse los problemas de convivencia. Aquello le funcionaba bastante, ya que muy rara vez discutían.
Por casi toda su vida, su madre había sido la única persona que tenía para interactuar, la única persona que siempre había estado para él. Así que se sentía muy cómodo con ella, a pesar de que sabía que no siempre tenía la razón.
Cuando estaba en desacuerdo con su madre, Seungmin se lo decía sin más y daba su punto de vista. Era muy sincero siempre. Por eso su madre confiaba mucho en él, sabía que no era alguien que se guardara las cosas.
Su madre lo amaba muchísimo, naturalmente, y al conocer su personalidad lo cuidaba demasiado. Al ver en él a un niño inocente y solitario, con problemas para relacionarse con los demás, gran inteligencia y gran corazón, veía muy necesario protegerlo lo más que pudiese. Para ella Seungmin era mucho más inocente e ingenuo de lo que realmente era, porque ella no sabía muchas cosas de él, aunque creyese que supiese todo.
Seungmin entendía que todo lo hacía porque lo amaba, pero a veces se sentía molesto y frustrado porque ella no le daba espacio y no le permitía hacer muchísimas cosas, y se había perdido una infancia normal sólo por los miedos de su madre. No le gustaba que ella lo tratara como si estuviera enfermo, porque a veces lo hacía sentir así, como si no fuese alguien normal. Por eso había tenido que mentirle muchas veces, por cosas estúpidas pero que si ella se enteraba era muy probable que lo regañara o castigase, como el simple hecho de tomar un helado o mirar una película de acción.
Debido a esto, cuando llegó el día en que su madre le compró un teléfono, Seungmin sabía que antes de entregárselo tendría una charla con él, y le pondría condiciones. Se le hacía obvio que no podía darle tan sencillamente algo tan importante como un teléfono.
ㅡ¡Seungmin! ¡Ven aquí, hijo! ㅡle llamó ella desde la sala de estar.
Seungmin estaba en su habitación haciendo tarea, pero ya se imaginaba por qué lo llamaba.
Se incorporó y bajó a donde estaba ella.
ㅡ¿Me llamaste, ma?
ㅡSiéntate, Minnie ㅡseñaló el sofá de enfrente.
El niño hizo caso y se sentó frente a ella.
ㅡ¿Qué pasó? ㅡle preguntó él.
ㅡAdivina qué tengo aquí ㅡle enseñó entre sus manos una pequeña caja.
Sin duda era un teléfono.
ㅡ¿Es un teléfono para mí? ㅡmiró la caja, y luego a ella.
ㅡBien, creo que era un poco obvio, ¿no? ㅡsonrió la mujer, dejando la caja sobre la mesita de centro.
El rostro de Seungmin se iluminó, pero no tocó la caja, sabía que no era momento de tomarlo aún.
ㅡ¿De verdad me lo darás?
ㅡClaro, hijo, pero antes quiero que escuches con atención lo que te voy a decir, ¿sí? ㅡpidió ella.
ㅡEstá bien ㅡel niño asintió, de acuerdo.
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The Rare Kid || Hyunmin
FanfictionSeungmin es un niño raro que no tiene ni la menor idea de lo que es la homosexualidad. Pero Hyunjin le enseñará muy bien lo que significa amar a alguien del mismo sexo. | ADVERTENCIA | Si este tipo de historias no es de tu agrado, si no te gusta el...