O9

880 123 78
                                    

Hyunjin se la pasó observando a Seungmin el resto del día, a lo lejos. Quería hablarle, quería estar con él... besarlo otra vez... pero, al parecer el contrario no deseaba lo mismo, porque ni siquiera volteaba a verlo. Tan solo se veía serio, mirando por la ventana del salón.

<<Qué raro, no está haciendo la tarea como siempre>> pensó Hyunjin, pero luego sacudió su cabeza <<Es obvio que ya la hizo, él hace la tarea rápido... no es un tonto que tarda tres años, como yo>>.

En el último receso, sucedió lo mismo. Hyunjin viendo cómo Seungmin se sentaba como siempre junto a un árbol a escuchar música con sus audífonos mientras leía... bueno, excepto que esta vez tenía un libro en sus manos, pero no lo estaba leyendo.

<<¿Y si le compro un libro para que me perdone?... Ay, no, no puedo comprar a Minnie con un libro... no creo que ceda así de fácil, como los demás a quienes le compras algo y ya están mejor, interesados>> Hwang intentaba encontrar la forma de hacer que Seungmin lo perdonara.

Había dicho que no le hablaría nunca más, para dejar a aquel chico en paz... pero no estaba seguro de poder cumplirlo. Realmente quería ser su amigo y que todo estuviera bien, poder hacer sentir a Seungmin alegre, y hacer que se diera cuenta de que era un chico genial, y si los demás no querían acercarse a él era porque ellos eran los raros.

Pero si Seungmin no quería ser su amigo, respetaría su desición, aunque le hiciera sentir mal. Aún así, ya no permitiría que los demás lo hicieran sentir raro, y no dejaría que sus propios amigos lo obligaran a hacerles la tarea, lo iba a defender. También cumpliría su promesa y haría el trabajo que debían entregar mañana, aunque eso significara no jugar videojuegos, no ir a la plaza con sus amigos, y quedarse despierto hasta tarde. Lo haría por él.

Y así decía que no le gustaba Seungmin.

<<Después de todo, sí me gusta Minnie. No me había dado cuenta, pero me gusta desde que lo vi por primera vez>>.



(...)




Cuando por fin había podido librarse de Hyunjin, Seungmin se había ido al patio y luego al salón de nuevo, cuando sonó el timbre.

Por alguna razón no podía concentrarse, no podía hacer la tarea, y era raro en él. Sólo podía pensar en lo que había pasado con Hyunjin... en su primer beso.

Era como si aquello lo hubiera desconectado del mundo. No lograba pensar en algo más, por más que quisiera. Estaba atónito.

Y lo que a Seungmin le parecía más raro era que... le había gustado.

Le había agradado sentir los labios de Hyunjin sobre los suyos. Aunque su madre dijera que estaba mal.

¿Estaba mal?

¿Cómo algo tan inofensivo como un beso podía estar mal? Había sido bonito, ¿por eso estaba mal? ¿Qué era exactamente lo que estaba mal?

Pero Seungmin no quería seguir pensando en eso. Quería hacer su tarea, no acordarse de aquello.

Aunque... ¿no se suponía que había que pedir permiso para evadir el espacio personal de alguien? Hyunjin no había pedido permiso.

¿Otra vez su mamá le había mentido? O tal vez Hyunjin no se había dado cuenta.

¿Debería estar enojado con él?

Le había quitado su primer beso.

Entonces... así se sentía besar.

<<Ya deja de pensar en eso, basta, tengo que resolver esta tarea>> pensó. Pero aunque fuera em contra de su voluntad, lo único que veía en su mente era a Hyunjin y aquel beso.

The Rare Kid || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora