En medio de la madrugada un cansado Nostradamus terminaba de colocar las últimas vendas a un lastimado emperador.
—Woahhhh.... Creo que eso sería todo— dijo tranquilo mientras se separaba de un perdido Qin Shi Huang —les recomiendo que el emperador descanse por ahora—
El matrimonio veía esto con diferentes puntos de vista, uno se preguntó el qué había ocurrido exactamente, mientras que la otra deidad se preguntó si su amigo estaría bien.
—¿Ying?— Perséfone se acercó y se sentó a su lado esperando que su pequeño amigo reaccionará.
—Ma-má.....— fue lo único que dijo antes de apoyarse en los hombros de aquella diosa, no lloró ni se quejó, simplemente se apoyó en sus hombros mientras recibía caricias en su cabeza.
—Oh Ying—
Por otro lado Nostradamus camino un poco alejado de aquella escena y llamó con la mano a Hades, al parecer quería decirle algo a la deidad, sin mucho lío Hades se acercó a él y colocó toda su atención a lo que el doctor iba a decir.
—Los cortes que se hizo no son tan profundos, vendré dos veces más para desinfectar las heridas y de ahí será problema de ustedes— dijo tranquilo mientras Hades dio un leve asentir.
—Bien, si eso es todo puedes retirarte— el rey le dio la espalda pero detiene todo su andar al escucharlo toser.
—Ejem.... creo que me debes algo— dijo feliz Nostradamus y eso enojó a Hades.
—¿Que quieres decir con eso?— encaró al doctor mientras este cruzaba los brazos y sonreía.
—Tu sabes, un doctor siempre trabaja por el bienestar del paciente— Hades sólo lo miraba de forma seria —pero también trabaja por una compensación económica— ya sabía a qué rumbo iba está conversación así que fue directo.
—Dime rápido ¿qué es lo que quieres?—
Nostradamus se sorprendió mucho y llevó una mano a su pecho, parecía ofendido pero estaba actuando.
—Pero señor Hades, ¿que cosas dice?, pero bueno~ ya que insiste~ quiero una bolsa con 300 monedas de oro— Hades simplemente lo miró con una cara de "en serio" mientras que Nostradamus juntaba sus manos para colocarlas detrás de su espalda mientras sacaba la lengua.
—Sabes que el oro no te servirá de mucho estando aquí ¿no?— dijo Hades de manera cansada.
—En realidad no es su problema lo que haga o no con el oro, sólo pido mi generoso pago— dijo simplemente Nostradamus mientras sonreía.
—Siempre ayudas a los humanos sin que les pidas algo— Hades quería ver hasta dónde llegaba la avaricia del doctor así que decidió probarlo.
—Siiii.... pero eso fue en el Ragnarok, ellos estaban heridos y yo como buen participante y aliado de la humanidad era mi deber ayudarlos, a pesar de que también ayudé a algunos dioses, eso sin mencionarlo a usted señor Hades, ahh... en fin vea esto cómo una inversión, siendo usted lo estoy dejando a un precio muy cómodo— Hades dejó salir una sonrisa burlona y comenzó a mirar al avaricioso doctor, en verdad el quería su oro.
—No necesito que me dejes tus tratamientos a un precio así, conociéndote la siguiente vez que vengas aquí me cobraras más oro de lo que pensaba, así que dime de una buena vez todo el precio del tratamiento completo— Hades cruzó sus brazos a la altura de su pecho y comenzó a esperar las palabras de aquel doctor, Nostradamus comenzó a reír y luego a sonreír al ver la finalidad de esta conversación.
—Usted caballero si que me conoce, bien~ le diré todo lo que haré a ese emperador lascivo— entonces él comenzó a contar con sus dedos mientras seguía sonriendo —Primero tengo que comprar vendas especiales para nuestro emperador, segundo, tengo que desinfectar las áreas dañadas, tercero, colocar unas cremas antibacteriales y por último, tengo que volver a vendar las heridas, agradezca que no le haya cobrado por mi servicio de madrugada, en verdad me hizo perder tanto~ el sueño~ que será para mí difícil laborar por este día, ahhhh~.... qué agotado estoy— dijo esto último un poco exagerado.
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Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)
FanfictionGracias a un golpe ocasionado por el mismo dios del inframundo, Qin Shi Huang o más conocido como el joven Ying Zheng pierde la memoria y ante el enojo de su valquiria obliga a este mismo dios a cuidarlo ya que ni ella misma soporta los destrozos qu...