Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)

Cap. 29: Desastre

Era una tarde calmada y una tranquila deidad estaba preparando un regalo para su ser amado, este era otro día del año en que celebraría su aniversario de bodas y aquello la alegraba mucho.

Después de irse por un tiempo, vio que su esposo estuvo algo distante con ella, pero regresó a su rutina, luego de que su amigo el emperador, se fuera de aquella zona al recuperar su memoria.

La deidad pensó que su esposo y su amigo estaban peleados, sin embargo, sus sospechas se confirmaron al ver cómo su amigo Ying evitaba hablar sobre sus días de estadía en la zona con su esposo, es por eso que Perséfone, para no incomodar más al emperador, dejó ese tema de lado y ahora estaba trabajando para dejar listo el regalo que tenía para su amado Hades.

'Espero que le encante'

Se dijo ella misma internamente, mientras veía su regalo envuelto en un papel decorativo muy bonito y a rayas.

Sin más demora, se fue de su habitación y se dirigió directamente a la oficina de su esposo, en dónde al tocar un par de veces la puerta, fue respondida por este.

—Adelante— dijo Hades perdido en sus pensamientos mientras escribía unos documentos para el Helheim.

—Cariñoooo~— habló Perséfone de forma calmada al ver como su esposo estaba haciendo de nuevo su trabajo y esto, la hizo suspirar un poco —Cariño, ¿de nuevo estas con el trabajo?— preguntó —¡tienes que descansar un poco!...— exigió Perséfone mientras se acercó a su esposo, que en esos momentos dejaba la pluma de escribir a un lado.

—Perdón querida— dijo Hades antes de llevar una mano a la sien entre sus ojos —pero ya te dije que estaría ocupado todo este mes— mencionó antes de voltear con la silla, para recibir a Perséfone en sus brazos.

—Mnn... no sé qué ocurre allá abajo, pero desde que regresé, te consumen todo el tiempo y eso me molesta— dijo Perséfone antes de besar a Hades —no obstante, ya antes ocurrían días así, así que estoy bien si tú estás bien y sin estrés— aquellas palabras hicieron sonreír un poco a Hades.

—Eres la mejor— Hades sintió en ese instante un pinchazo de culpa y por esa razón, ya no quería ver los ojos de su esposa, así que inconscientemente agarró de nuevo la pluma para seguir escribiendo, sin embargo, antes de realizar cualquier otra acción, ve cómo la mano de su esposa lo detiene.

—Hey, aún sigo aquí— dijo la deidad un poco molesta por la acción de su esposo.

—Oh..., si, disculpame cariño— respondió Hades al saber que es lo que iba hacer.

—Jumm~ olvidemos lo que sucedió— dijo Perséfone comenzando a calmarse —más importante, ¿sabes qué día es hoy~?— preguntó ella toda emocionada mientras aún tenía el regalo oculto en su espalda.

Hades se puso a pensar y aquello sólo le traían recuerdos de culpa, por eso movió la cabeza negando a la pregunta de su esposa.

—¡Vamos!, no es tan difícil recordarlo, siempre lo celebramos un día al año, desde... que nos casamos~— dijo cariñosamente Perséfone, comenzando a dar pequeños besos a la frente de su esposo.

—Mnn...— Hades no recordaba nada y por ahora sólo quería seguir con su trabajo —lo siento Perséfone, estoy demasiado agotado como para pensar— mencionó Hades de forma cansada mientras apartaba ligeramente a su esposa por los hombros —además, recuerdo... que celebramos muchas más cosas cada año, al igual que en este día— esto molestó a Perséfone, pero su esposo tenía razón.

Hace 1500 años, a ella no le agradó que se dieran sólo un regalo cuando venía su aniversario, por ello, propuso a su esposo celebrar las festividades humanas, haciéndolas en estos últimos años, una costumbre.