Después de aquella reunión, Qin comenzó a reír ligeramente por los pasillos, tenía pase libre con Hades, sólo faltaba el momento exacto para que su valkiria, distrajera a la omega mayor.
Así que con eso en mente, dejó pasar tranquilamente las horas, esperando pacientemente la hora en dónde dejaría todo esté lío con el alfa atrás.
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.A la mañana siguiente, el emperador se levantó con tan buenos ánimos que contagió esa alegría a su cría y a la omega mayor que vino a visitarlo.
Eva veía que el emperador volvió a ser tan alegre cómo lo conoció y en verdad se preguntó el qué había ocurrido ayer, no obstante, dejó de pensar en aquello, cuando se encontró con otro de los combatientes visitar al emperador.
—Buenos días Rasputin— saludó cortésmente el emperador.
—Oh Rasputin, buenos días— saludó con amabilidad la omega —es bueno verte de vez en cuando— dijo Eva mientras veía al nervioso alfa.
—Dobroye... utro (Buenos... días), a todos— dijo cortésmente el monje —Disculpe que moleste su visita señorita Eva, pero... necesito hablar en privado con el joven emperador— ante el pedido, Eva miró a Qin con algo de duda, pero al ver asentir al emperador, decidió dejar esas dudas de lado.
—Entiendo... los dejaré sólos— dijo ella con una sonrisa antes de retirarse —Nos vemos chicos—
Una vez con la omega fuera, Qin miró la verdadera cara de molestia de Rasputin, mientras él, sin darle importancia a las facciones del monje, comenzó a arrullar a su cría en brazos.
—Un bastardo total— dijo el monje en voz baja mientras lo veía con molestia y con los brazos cruzados.
—Ssshhhhhh...— silenció el emperador, aún arrullando a su bebé de forma calmada —baja la voz Rasputin, no quiero que mi bebé llore— esto hizo bufar de molestia al monje y Qin sólo soltó una pequeña risa para luego mirar a su cachorra, que en esos momentos, empezó a agarrar de su ropa.
—Como sea— suspiró cansado Rasputin —ya encontré un lugar para "su alteza"...— dijo de forma aburrida.
—¿Dónde?— preguntó Qin llendo al punto de la conversación y esto a Rasputin lo fastidió un poco.
—Entre la zona de las valkirias y el Olimpo, existe una enorme habitación impenetrable, digna para su majestad— respondió seriamente el monje.
—¿Qué tan seguro es?— Qin aún tenía sus dudas.
—Fue creado por el mismo Anubis hace mucho tiempo, por lo que averigüé, es un lugar enorme, casi del tamaño de un país, dónde nadie puede pasar, a menos... de que uno mismo lo quiera, más allá de eso, los muros de la puerta, es aprueba de dioses e incluso del mismo dueño, se puede decir, que es un lugar casi mágico, sin embargo, es decisión tuya si decides ir o no— las serias palabras de Rasputin hicieron suspirar de cansancio al emperador.
El lugar que le proponía parecía prometedor, pero aún había algo que lo inquietaba y es por eso Rasputin lo supo deducir rápidamente.
—Oh vamos, ¡ya te di el lugar!, o es que acaso quieres ir a los límites del Helheim a otra habitación mucho más pequeña, dónde posiblemente te encuentres con Hades o con criaturas que seguramente coman a tu cría— aquella queja hizo reír ligeramente al emperador.
—No, es perfecto, demasiado para confiar— fue entonces que Qin observó seriamente las facciones del monje, ya que no estuvo seguro de algo —Me estás ocultando algo a-mi-go, ¿no es así?—
El monje bufó molesto, la desconfianza del emperador le ofendía, pero aquello no podía culpar, así que desvío la mirada y comenzó a hablar.
—No molestes, ya encontré el lugar, así que tú verifica que hay adentro, Anubis dijo que no hay peligro alguno, así que yo le creo— respondió para luego comenzar a retirarse —nos vemos mañana, el viaje es largo, yo ya cumplí, sólo espero... que tú también cumplas...— añadió seriamente el monje antes de salir y alejarse del emperador.
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Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)
FanfictionGracias a un golpe ocasionado por el mismo dios del inframundo, Qin Shi Huang o más conocido como el joven Ying Zheng pierde la memoria y ante el enojo de su valquiria obliga a este mismo dios a cuidarlo ya que ni ella misma soporta los destrozos qu...