Cap. 30: Propuesta

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En esos momentos, una luz se iluminó alrededor de Qin y se separaba de este, dando lugar a la aparición de cierta valkiria.

—¡Voy A MATARLO!— Sin embargo, fue detenida por el francotirador.

—Señorita Alvirt, tanto usted cómo yo estamos enfadados, pero la solución ahora, no es ir con ese alfa— dijo Simó seriamente mientras miraba a la valkiria con los brazos cruzados.

—¡No es justo!— decía ella refunfuñando —Qin está sufriendo por su culpa, no es justo de que ese tipo ande por ahí normal y...— sin embargo, ella detuvo sus quejas al escuchar al emperador gemir adolorido —¡Por el cosmos!, hey humano, déjalo en la cama— dijo ella, para comenzar a acomodar las mantas de la gran cama de su portador.

Simó suspiró algo agotado y fue directamente hacia la cama, su omega estaba inconsciente, así que llamó al doctor, en dónde este después de curarlo, le recomendó de que ambos descansarán un poco.

Justo antes de que la valkiria se retirará, Simó le advirtió de que no dijera nada ni a nadie sobre el embarazo, a lo que ella asintió y se fue de aquel lugar mientras refunfuñaba un poco, dejándo a su portador con su omega.

El francotirador estaba agotado, todo lo que había pasado hoy, era por culpa de cierto soviético, ¿y porqué sabía aquello?, fácil, eso fue porqué la valkiria de este se lo comentó a Alvirt y ella rápidamente se lo dijo a él, cosa que a ambos les molestó, ya que por culpa del hombre ruso, Qin seguía temblando mientras seguía inconsciente.

Sin perder más tiempo, Simó dejó su arma y comenzó a echarse en la cama junto al emperador, en esos instantes no quería dejarlo sólo, ya que sentía cómo su marca comenzaba a latir con fuerza.

—Qin...— dijo preocupado Simó antes de abrazarlo —yo... te protegeré...— y con aquellas palabras, el francotirador cerró los ojos.
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Un punzón de dolor, fue lo que levantó a Simó.

—Alfa... ¡alfa!... ¡Quiero a mi alfa!...— clamaba con desespero el emperador mientras se alejaba del francotirador.

—Qin... espe... cough...— Simó recibió un rasguño en su pecho mientras el emperador con desespero buscaba alejarlo —Q-Qin...— él veía claramente cómo los ojos de su omega comenzaron a brillar, así que agarró cuidadosamente sus muñecas para evitar más ataques —¡Qin, soy yo, Simó!— pero era inútil.

Con la tenue luz presente, Qin miró a Simó con enojo y se abalanzó hacia él, quedando este encima del francotirador.

—¡Alfa!... ¡Dame a mí alfa!, ¡Devuélvelo!— es entonces que con aquellas palabras el emperador comenzó a golpear el pecho del francotirador —¡Devuélveme a mí alfa!— aquellas palabras causaron tristeza en Simó, pero no se defendió de los golpes, ya que estos perdían fuerza poco a poco —quiero... a alfa— fue el llamado desesperado del emperador antes de dejar de golpearlo —alfa...— y con aquello dicho, el omega comenzó a llorar en el hombro del francotirador.

Simó, en esos momentos, lo abrazó y lo acompañó en su tristeza, cómo ya lo había previsto, ambos eran un desastre y ahora... eran un completo caos...

—Yo... también lo quiero...— dijo el francotirador mientras sus ojos comenzaron a brillar en plena tristeza.
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La noticia del embarazo de Qin... no se hizo esperar...

Todo el coliseo ya lo sabía y esto es gracias a que Rasputin se encargó de esparcir aquello, ni los pocos que lo sabían, pudieron evitar ocultarlo por más tiempo, el principal enojado de todo esto, fue Adán, que al enterarse, se dirigió directamente donde Hades y... digamos que las palabras no fueron suficientes para expresar su enojo.

Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora