Cap. 8: La partida de una amiga

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Amaneció y la primera en levantarse fue Perséfone, quería ir al baño así que cuidadosamente se levantó de la cama, pero al ya no sentir el dolor saltó de felicidad mientras se quitaba la venda de la rodilla.

Ella quiso decirle primero a su amigo Ying ya que ayer lo vio demasiado triste y pensó, que para alegrar su día, se presentaría delante de él mientras saltaba.

Sin más dudas fue hasta la habitación del emperador y al verlo hecho bolita en la cama, se sentó cerca y comenzó a acariciar sus cabellos.

—¿Quién?....— dijo el emperador adormilado.

—Buenos días Ying— al escuchar la voz de su amiga se levantó rápidamente y la vio sentada en el borde de la cama comenzando así a preocuparlo.

—S-Señorita Perséfone, ¿qué hace aquí?, ¡usted necesita descansar!— Qin se iba a levantar completamente de la cama pero entonces Perséfone lo detiene —¿Señorita Perséfone?—

Es entonces que ella se levanta y comienza a saltar muy alegre, señalando así que ya no estaba adolorida.

—Mira Ying, ya no siento más dolor y ahora puedo saltar— dijo emocionada haciendo que Qin suspiré de alivio.

—Me alegra saber que esta bien señorita Perséfone— pero su sonrisa no duró mucho ya que cambio a una cara algo preocupada —pero por favor, la próxima vez no haga cosas que aún no pueda hacer— Perséfone al escucharlo le dio una leve sonrisa y se acercó a él para abrazarlo mientras colocaba la cara de su amigo en su pecho.

—Prometo no volver a hacerlo, así que descuida Ying~—

Mientras estaban así, se escuchó la puerta ser abierta frente a ellos, al voltear, ven a un no tan feliz rey parado entre el marco de la puerta con los brazos cruzados.

—Buenos días Hades-xiang— dijo feliz Qin mientras que Perséfone también le sonreía a su esposo.

—Buenos días cariño—

Ante los ojos de Hades, ambos estaban en una posición..... muy comprometedora, pero hasta el mismo rey tuvo que suprimir y contener sus gruñidos al saber que el emperador tenía la mente de un infante y que su esposa era algo despistada.

Por leves momentos llenó la habitación con su aroma pero lo vio innecesario al ver como el emperador, a través de su venda, y su esposa se miraban y sonreían.

—Buenos días a ambos, vengan tenemos que desayunar y querida, tu madre vendrá en unos momentos— dijo de forma serena mientras relajaba su postura.

—Su ¿madre? Señorita Perséfone, ¿tu mamá vendrá~?— dijo un alegre emperador al saber que conocería a la mamá de su amiga.

—Jeje... algo así— pero es entonces que se separa de Qin al saber que su objetivo principal no se cumplió —te lo contaré después, por ahora quiero ir a lavarme la cara— fue así que salió de la habitación apresurada no sin antes darle un beso en la mejilla a su esposo.

—Yo creo que será una buena persona, ¿usted que cree Hades-xiang?— el rey sólo lo miró de forma seria antes de retirarse de ese lugar dejando a Qin con una duda y un amargo sabor de boca pero aún así él sonrió y comenzó a quitarse la pijama que en esos momentos llevaba.

Después de unos minutos, el emperador ya estaba cambiado y listo para pasar el día con su amiga, estaba planeando ir al prado nuevamente o quizás para cambiar la rutina le enseñaría hacer diferentes origamis, estaba tan concentrado que casi olvida en ir al comedor, sin más que pensar se levantó de la cama y fue directo a desayunar.

Mientras llegaba escuchó unos gritos muy molestos por parte de alguien y al estar ya en el comedor vio a una señora con túnica gritarle a Hades, algo preocupado decide acercarse.

Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora