Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)

Cap. 28: Noticia

Después de algún tiempo, todos sabían de la relación que tenían los omegas Qin Shi Huang y Simó Hayha, al principio algunos quedaron escépticos al saber que el emperador era omega y otros simplemente creyeron que era una mentira, pero la gran mayoría vio con burla aquella relación de ambos omegas y esto al padre de la humanidad le preocupó, ya que no importaba a dónde iba, ya sea del lado humano o de las deidades, siempre escuchaba burlas que se cometían a espaldas de sus dos hijos, por esa razón comenzó a advertir a todos los humanos peleadores, sin contar con la pareja, que callarán esas burlas cada vez que las escuchaban, por su parte advirtió a la mitad de toda la humanidad del coliseo, qué no siguieran con aquellos prejuicios y gracias a aquello, pudo lograr callar ciertos de esos insultos, también le avisó a Zeus sobre la preocupación que tenía con sus hijos y este entendió su situación, así que mando a callar a casi todas las deidades, logrando así entre ambos, que el 75% del coliseo, dejara de hablar cosas malas sobre aquella perculiar pareja.

Qin, al enterarse de aquello, simplemente le agradeció a su padre y le prometió que no abandonaría a Simó, cosa que hizo calmar a Adán e hizo alegrar a Eva, ya que una nueva pareja se estaba formando.

Así que, con las bendiciones de sus padres presente y con la de Zeus, Qin decidió que esa noche formaría por fin el lazo, que lo uniría a Simó, por el resto de la eternidad.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Un divertido Simó pasó a la habitación con las cosquillas de cierto emperador, ambos estaban jugando a su manera y por eso ninguno se quejó cuando terminaron en la cama, Simó sabía para qué era esa noche y por esa razón, estaba nervioso.

—Hey... tranquilo— dijo Qin mientras le agarraba la mejilla —no dolerá tanto— Simó le sonrió pero aún así estaba preocupado.

—H-Han pasado casi tres meses desde... aquella vez— fue entonces que Simó se acercó a Qin para besarlo y así bajar un poco su nerviosismo —y... ¿si no funciona?, ¿qué haremos sí...? mnngh~...— está vez Qin besó a Simó, él también estaba algo nervioso, pero ya no había vuelta atrás, no quería que Simó o él dependieran tanto de la semilla de Hestia y por ello lo ayudó de forma calmada a desvestirse encima de su gran cama.

—Lo haremos bien, no te preocupes por eso, tú serás primero en marcarme y después iré yo o como tú lo decidas ¿si?— Simó asintió y dejó que Qin acaricie su espalda desnuda —entonces, comencemos, Qīn'ài de~ (querido~)—

Fue entonces que ambos comenzaron a besarse con mucha pasión, Qin con cuidado desvestia a Simó y viceversa, no había apuro, así que después de finalizar, ambos realizaron el tan esperado coito, en dónde mostraron, el amor que se tenían entre ambos.

Después de algunos minutos, el emperador le entregó su cuello al francotirador, en dónde este lamió despacio y de forma nerviosa el área de la nuca, en donde alguna vez vio la marca de Hades.

—Kufufufu~ vamos, hazlo~— alentó Qin al sentir las leves mordidas de Simó en su cuello, mientras que este probaba la zona —confio en tí, Simó—

Fue así, que una nueva marca nació en el cuello de Qin, le dolió un poco, pero simplemente esperó a que su novio terminara de dejar limpio la zona, para así poder realizar su marca en el cuello de este.

Una vez que el emperador sintió los colmillos del francotirador fuera, pudo sentir levemente el nerviosismo de este, al principio se preguntó el porqué, sin embargo, eso lo iba a saber, una vez que él pudiera marcarlo.

Simó después de morder a Qin, admiró su mordida y luego comenzó a limpiar la sangre que brotaba de la herida, una vez que esta marca lograra cicatrizar, era el momento de su turno.

—Y-Ya está— dijo Simó al ver la marca ya cicatrizada —supongo... que es mi turno...— respondió antes de darle la espalda a Qin, esperando de forma ansiosa la marca —puedes... hacerlo...—