Pasaban los días y los cortejos por parte del emperador y el rey del inframundo, crecían y crecían. Aquellos cortejos, a pesar de que no eran subidos de tono, eran una completa forma de decir que ambos se respetaban y ciertamente Hades respetaba el espacio personal del emperador, ya que, después de hacerlo pasar por tantas dificultades, no quería incomodarlo.
Es cierto que ambos no iniciaron en buenos términos, pero cada día que el rey visitaba a su cría junto al emperador, sentía que podía confiar un poco más en él y también por los sentimientos raros que sentía al ver al emperador.
Le daba gracia cada vez que el omega se le insinuaba y luego lo rechazaba, pensó que era una forma de juego, así que también lo seguía, sin embargo, se dio cuenta de que había algo entre ellos y esto pudo confirmarlo al momento de besarlo.
Aquello ocurrió en un día como cualquier otro, estaba de visita y comenzó a jugar con su bebé mientras el emperador iba a su oficina a terminar algunos pergaminos que su gente le había pedido.
Su bebé comenzó a gatear y antes de darse cuenta, había desaparecido. Podía oler su aroma pero no la veía fácilmente, así que jugando comenzó a buscarla.
—Mnnn... Me pregunto, ¿dónde podrá estar?— lo dijo de forma cariñosa para después escuchar los balbuceos de su bebé.
Con aquel juego buscó por la habitación, pero al ya no sentir su olor, supo de inmediato, que su bebé no se encontraba a su alrededor.
—Bien, estoy en problemas— dijo Hades algo preocupado mientras salía de la habitación.
Después de un rato, pudo de nuevo captar el aroma de su bebé y de paso ver unos pequeños pies entrar a la oficina de Qin.
Sin perder el tiempo, Hades se adentró a la oficina de manera calmada y encontró a su hija sentada en el piso, agarrando un pergamino frente al escritorio de su otro padre, que en esos momentos, estaba concentrado escribiendo un pergamino que no parecía tener fin.
Con pasos calmados, Hades se adentró a la oficina y levantó a su hija antes de retirar el pergamino de sus pequeñas manos y colocarlo encima de la gran mesa del emperador.
A pesar de los balbuceos de su bebé, Qin seguía muy concentrado y escribiendo sin descansar las palabras dentro del pergamino.
Hades simplemente se quedó callado y con cuidado se retiró de la oficina del emperador mientras que ahora su hija jugaba con su arete, se dijo así mismo que más tarde llevaría algo de té para el omega, ya que de seguro estaría cansado.
El rey siguió pasando el día con su bebé hasta que llegó la noche, dónde preparó su biberón lleno de leche y se la dió mientras la arrulló entre sus brazos, para luego así verla dormirse lentamente.
—Descansa mi pequeña— dijo Hades antes de retirar el biberón de los labios de su bebé y así darle un beso en la frente antes de colocarla en su cuna.
Luego de acomodarla en el medio de su pequeña cama, se aseguró de ver si las mantas y almohadas estaban bien colocadas, para así asegurar de que ella estuviera a salvo. Después de revisar la cuna una y otra vez, apagó las luces y se retiró de la habitación, para ir a la cocina y hacer algo de té para el emperador, como no lo vio en toda la mañana, supuso de que también tendría hambre, así que decidió llevarle un bocadillo nocturno.
Al terminar de preparar el té y el bocadillo, fue con una bandeja a la oficina del emperador y tocó levemente para que lo dejara pasar.
—Adelante— escuchó Hades desde afuera, así que sin perder más tiempo, entró a la habitación.
Lo primero que vio, fueron varios pergaminos tirados por el suelo y manchas de tinta que se veían en las manos y rostro del cansado emperador, pensó que aquello debió ser estresante, ya que en vez de utilizar la tecnología del humano científico, su gente seguía utilizando lo tradicional.
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Patinando en hielo (Hades x Qin Shi Huang) (Yaoi/BL Snv)
FanficGracias a un golpe ocasionado por el mismo dios del inframundo, Qin Shi Huang o más conocido como el joven Ying Zheng pierde la memoria y ante el enojo de su valquiria obliga a este mismo dios a cuidarlo ya que ni ella misma soporta los destrozos qu...