Dejame Quedarme A Tú Lado (Langaxreki)

Capítulo 30

-Nos vemos mañana- dijo el peli azul depositando un beso en la frente del pelirrojo.

Este se despidió y lo observo alejarse lentamente, mientras mordía su labio con frustración por no decir lo que deseaba en ese momento, con rabia cerro sus ojos y se digno a entrar en su casa, cuando un recuerdo llegó a su mente.

"Todo sería distinto si fueses más Franco"

-¿Tambien quieres que papi se quede, verdad? - dijo por lo bajo y comenzó a correr en dirección al peli azul.

Cuando pudo divisarlo nuevamente, sus emociones se apoderaron de el y grito con todas sus fuerzas- ¡Langaaa! - Sus lágrimas recorrieron sus mejillas, tomando por sorpresa al peli azul, quien se detuvo y se dirigió al pelirrojo.

-¿Que sucede Reki?- dijo confundido y preocupado por el repentino abrazo del chico.

-¡No lo se! ¡Pero!... No te vayas por favor... No te alejes de nosotros... - dijo en un susurro aferrándose más al alfa frente a el, así es... Necesitaba de su calor y aroma para sentirse seguro, para sentirse feliz y que su pequeño, sentiera aquella calidez que por meses no tuvo.

-Reki... Mírame- dijo el peli azul limpiando las lágrimas del pelirrojo y soltando un poco de feromonas para calmar al omega.

Reki lo observó, conteniendo nuevamente sus lágrimas pero, escuchando atentamente lo que el otro tenía por decir.

-No importa si un día vuelves a rechazarme... Si no vuelves a S o cambias de Instituto otra vez- dijo con nostalgia en su voz- Yo siempre... Me quedaré a tu lado, porqué- dijo juntando sus frentes, recordando todos los momentos que vivió con el chico- Eres mi felicidad, mi hogar y ahora- dijo tocando con dulzura el vientre de Reki- mi familia, te amo Reki... ¡infinitamente! - exclamó con felicidad, mirando con tanto amor y agradecimiento al pelirrojo que este sonrió, y agradeció haber hecho ese "berrinche".

-Esta feliz... - dijo por lo bajo con alegría.

-¿hmm? - exclamó el peliazul sin comprender.

-Nuestro hijo, ya se siente más tranquilo también... Jeje no deja de dar pataditas- habló feliz el pelirrojo.

-¿Crees que algún día pueda sentirlo? - pregunto con tristeza en su voz.

-No lo se pero... Incluso si no puedes sentirlo, el lo hacé... Asi qué... - dijo Reki juntando sus manos, a lo que el peliazul sonrió y ambos se hicieron una promesa aquella noche.

-Vamos, esta comenzando a hacer frío- dijo Reki llevándose con el al peliazul.

-¿Esta bien? - dijo un poco avergonzado Langa.

-Si, ya todos deben estar dormidos... Así que no tendremos problemas - respondió Reki con una sonrisa.

Luego de caminar por unos minutos, llegaron a la casa del pelirrojo y cuando estaban por entrar, una voz los detuvo.

-¡Reki! - dijo una pequeña castaña, con la respiración agitada y con gotas de sudor recorriendo sus rojas mejillas debido al frío de la noche.

- ¿Koyomi? ¿Que haces afuera tan tarde? -Pregunto el pelirrojo yendo hacia ella.

-¡¿Como que, que hago afuera?! ¡Estuve buscandote! -Dijo apretando sus labios para contener sus lágrimas.

-¿Buscandome? - Se preguntó por lo bajo, recordando todo lo que había pasado y sintiéndose culpable por éso- Lo siento, Koyomi yo...

-Esta bien- dijo la menor interrumpiendo al pelirrojo.