Novia Regalo - Saku-harén 🔞

5- ¡Jodidos vampiros!

Sakura estaba pálida.
—¿Qué demonios son ustedes? — cuestionó alarmada, quiso gritar y correr, pero su instinto, ese que la mantenía a salvo cuando vivía en la calle, le decía que todo estaba bien, aún así, no podía creer lo que le estaban diciendo y el miedo dominaba su mente.

—Demonios no. Somos un clan de vampiros— dijo Itachi con una amplia sonrisa.— los demonios no son tan apuestos.— agregó con una sonrisa que sin dudas estaba causando problemas en sus bragas.

¡Jodida mierda!. Pensó estupefacta.

—Ella tiene una boquita muy sucia— ronroneo Sasuke.

—¡Mierda! ¡Deja de meterte en mí cabeza!— masculló indignada.

—Te dije que esto era una mala idea. ¡Te lo dije!— gruñó Shisui apuntando a Obito.

—¡Callate!— resoplo su futuro esposo.

A Sakura le temblaba todo el cuerpo. ¡Vampiros!. ¡Jooooderrrr! Iban a clavarle los colmillos hasta dejarla seca. Nadie nunca encontraría su cadáver. Seguro hasta se la comían luego de beber su sangre.

Madara y los gemelos se miraron serios, no sabían si reír o sentirse ofendidos con todo lo que pasaba por la cabeza de la mujer que tenían delante.

—¿Van a matarme?— susurro con voz patética y se odio a si misma, por parecer tan débil, pero necesitaba hacer esa pregunta.

Los gemelos rieron. Shisui resoplo con fastidio.

—¿Matarte?. ¿De placer?. Si, estoy seguro.— soltó Obito, divertido.

¿Cómo podía bromear así?. Saku puso los ojos en blanco.

—¿Es broma?. Debo haberme golpeado más fuerte de lo que creía.

—Oye, tranquila. No estamos bromeando. Pero estás a salvo.— dijo Itachi. Ella se estremeció, no entendía porqué pero le creía profundamente. Guardo silencio, pero sus pensamientos seguían revueltos.

— Llama a la empresa, pon una queja por dejarla en la entrada del bosque.— le ordenó Madara.  Itachi se disponía a cumplir la órden, pero Saku, encontró la voz que había perdido.

—¡Nooo!— seis pares de ojos curiosos se posaron sobre ella. No sabía cómo pero debía convencerlos de no poner la queja en la empresa, le habían hecho un enorme favor al usar datos que no eran del todo reales en su formulario. Y no quería que el estúpido chófer se quede sin trabajo.— Por favor, no lo hagan. Ellos querían llamar desde la ruta, para que alguien fuera por mí. Yo... Yo...

Sasuke se rió, ante su repetitiva palabra de presentación y su gemelo le dió un codazo en las costillas.

>> Yo, insistí en que podía llegar por mí cuenta. Es mí culpa.— aseguró— No esperaba que la niebla fuera tan densa.— Mintió, para proteger al conductor de la empresa. El jodido cabrón, había equivocado el camino, pero no merecía que lo despidan.

Ahora seis pares de ojos, incluyendo los de ella, se posaron sobre el hombre de rizos rebeldes que seguía con su bonito ceño fruncido. Saku quería preguntar qué era lo que llevaba metido en el trasero. Pero se abstuvo. La carcajada de los gemelos y la sonrisa de Madara le dijeron que sabían lo que ella no estaba preguntando.

—¡Ya la disipe!. ¿Cómo rayos iba a saber que nuestra "novia exploradora" se iba a largar sola por el bosque?. Ellos no debieron dejarla. — mascullo Shisui y se cruzó de brazos.

Ahí estaba otra vez la declaración: "nuestra". Saku suspiró sin querer pensar demasiado en eso por el momento.

Ella mentía para proteger a un humano inútil que la había puesto deliberadamente en peligro. Madara lo sabía, y sus hermanos también, no hacía falta leer su mente, pero al notar la ansiedad y angustia de la mujer, Madara canceló la órden.