7- Un nuevo Hogar.

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Sakura sabía que no tenía que quedarse dormida, pero estaba cansada, y había pasado por mucho.
Un hombre se había vuelto humo frente a sus ojos. Y no era un truco, él realmente lo había hecho. Estaba rodeada de Vampiros que la llamaban su novia, leían su mente y le aseguraban matarla de placer, recordó la sonrisa sexy que le dio Obito y se mordió el labio para contener un gritó.

Uno de ellos, la había calmado, le aseguro que todo estaba bien, y ella le creía. Por alguna extraña razón ella confiaba en lo que él dijo.
Luego su hermano la cobijo, y se sintió tan segura. Que se permitió dormir.

Pero él siempre la encontraba en sus sueños. Aunque ella trataba de no verlo, él podía verla. Podía atraparla y hacerle daño.

A veces soñaba con la última vez que estuvo en sus garras. Trataba de recrear en su mente los sucesos. ¿Si corría hacia la izquierda?, ¿si le arrojaba ese jarrón contra la cabeza?, ¿si se agachaba antes de recibir el puñetazo?. Miles de posibilidades, sin embargo, el sueño siempre terminaba igual. Ella cayendo al agua. Ella siendo arrastrada por las olas, ella despertando en el hospital.

Si esa doctora no hubiera intervenido, él seguramente la abría encontrado de nuevo. Pero la vió tan asustada, y el agua no había hecho mucho por las marcas que ella llevaba por todo el cuerpom

No había noticias de la joven que apareció inconsciente en la playa. No había informe médico bajo el nombre de Sakura Haruno. Ella había usado el apellido de su madre. O en todo caso, de la mujer que había cuidado de ella antes de abandonar el sistema. De todas las casas de acogida dónde había estado, la de Tsunade era la mejor. Lástima que la pobre estuviera tan enferma como para quedarse con ella.
La mujer que tanto hizo por Sakura cuando era una niña, murió joven a causa de un cáncer que la consumió.
Le permitió graduarse, y le ayudo a encontrar un pequeño apartamento, la contactó con una amiga, dueña de un Café en el centro, y le consiguió un trabajo. Fue todo lo que Tsunade hizo antes de morir. Asegurarse de que ella estuviera bien.

Entonces apareció él. Con su hermosa sonrisa, con sus ojos grises, su cabello largo y sedoso, era tan bello, como un modelo de revistas, y todo por lo que Tsunade se esforzó, se fue al diablo.

Él la trataba con una delicadeza tan agradable, la hacia sentir especial. No podía creer que se fijará en ella, una simple camarera, pero él la veía.

Siempre iba de traje, rodeado de hombres que parecían sus custodios, compraba un café negro, con edulcorante, y lo bebía sentado sólo, frente a la ventana, mientras revisaba su agenda, contestando llamadas, con el ceño fruncido. A veces lo acompañaba un hombre raro, sus cejas eran muy grandes y sus ojos saltones le causaban risa, por eso evitaba mirarlo, el hombre trataba de obtener su número y en varias ocasiones le había insinuando que era muy atractiva. Por suerte, él le dejó en claro que ella estaba fuera de los límites. Esa declaración fue suficiente para que el extraño de cejas tupidas no volviera a mirarla.

Debería haber notado como él manejaba todo, esa obsesión por el control, pero estaba ocupada babeando con su perfecto rostro y hermosos ojos.
El magnífico Neji Hyuga. Dueño de la empresa constructora Byakugan, con modernos edificios de cristal que permitían una visita de trescientos sesenta grados. Sus diseños eran innovadores, y la fama se le había subido a la cabeza. Se obsesionó con ella. La chica humilde, fácil de manipular, dispuesta a hacer lo que fuera por él. Ella estaba tan patéticamente necesitada de afecto y atención. Que nada de lo que él hacía le parecía mal. Ni siquiera cuando la alejó de sus amigas. Él tenía razón al decir que eran una mala influencia. Luego justificó su exigencia de abandonar la facultad. Para que iba a estudiar y estresarse, si él le daría todo lo que necesitará. Ella solo debía enfocarse en él. Y le pareció justo. Porque la trataba como una reina. Quizá se ponía violento cuando algún chico la miraba demasiado. Ella debía ser menos provocadora. Él tenía razón, los clientes que frecuentaban el café eran demasiado atrevidos. Lo mejor era dejar ese trabajo, enfocar toda su atención en él. Como debía.

Novia Regalo - Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora