34- La convivencia puede ser estresante.🔞

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Amanecer entre dos cuerpos se había vuelto habitual. A veces solo tiraban mullidas frazadas al suelo frente al hogar que estaba en una esquina de su habitación.
Y amanecía entre los seis vampiros que poseían su alma, su corazón y su cuerpo.

Era increíble lo que podían hacer cuando trabajaban en equipo. Pero más increíble era lo que ella podía hacer con todos ellos, cuando se sentía particularmente inspirada.

Imágenes mentales de la noche anterior se filtraron por su cabeza.
Ella de rodillas, con seis enormes vampiros al rededor, tocando sus miembros y mirándola con deseo.
Sus manos y su dulce boca, ocupadas. Los gemidos y gruñidos de sus hombres sonando como ruegos y plegarias.

Estaba empezando a excitarse nuevamente.
Ellos eran sin dudas lo mejor que le había pasado a su vida. Y a su cuerpo. Nunca había estado tan bien, tan sana y llena de vida. Lo cual era una locura, ya que había muerto.

Volvió, pero no era la misma. Y se lo debía a ellos seis...

Si. Seis hombres. Y no estamos hablando de hombres comunes.
Seis machos alfas con poderes increíbles.

Que tenían un Castillo enorme, que le daban los orgasmos más increíbles y que no la dejaban ni dos segundos sola. Saku no tenía un momento de soledad.

Disfrutaba la mayor parte del tiempo con sus hombres, pero necesitaba algunos momentos de paz.

Salió del baño, pérdida en sus recuerdos ardientes, solo para encontrar su habitación invadida.

-Chicos... ¿Qué hacen? - preguntó cuando vio a Itachi muy cómodo, con sus piernas cruzadas, leyendo junto a la ventana. Y Obito revisando (si, leyeron bien, "revisando") su armario.

-¡Hola muñeca!. Pude sentir una energía sexual muy interesante, ¿Te estabas tocándo en la ducha? - Obito sostenía un par de jeans y dos sweaters. De su hombro colgaba un conjunto de ropa interior.

Saku frunció el ceño.

Llevaba un mes despierta. La estaban mimando, como aseguraron que harían. Y también la estaban volviendo loca.

¡Y sólo había pasado un mes!
Todo ese sexo alucinante, ella debía estar loca por quejarse.
O sea... Ellos eran geniales... Pero... No pudo evitar pensar que este magnífico acuerdo era eterno.

Se estremeció.

-Por favor, dime que no estás eligiendo mí ropa- Saku rodó sus ojos- de nuevo... - suspiró.

-En mí defensa, - Obito se encogió de hombros y el sostén se deslizó al suelo.- tienes pésimo sentido de la moda.

Itachi soltó una risita.
-Sabes, creo que la biblioteca es grande y podrías ir allí a leer.- le dijo ella indignada.

Itachi le sonrío de lado, y dio vuelta la página.
-¿Y perderme las vistas?... Paso.- siguió leyendo, como si nada.

"¡Argh, es tan tranquilo y tan irritante!" Pensó frustrada.

"¿Estás enojada con Itachi, Nena?" La voz mental de Sasuke invadió su cabeza.

-¡Arghhhh!- Saku literalmente zapateo en el lugar. - "¡Sasuke, deja de leer mí mente todo el maldito tiempo!".

-¿Cómo sabría lo que necesitas si no hago mis exploraciones?- soltó entrando en la habitación de ella, como si fuese la propia.

- Y yo que creí, que estaba enojada con nosotros- Obito resopló.- debí suponer que estabas jodiendo con su cabeza nuevamente.- El mayor miró molesto al menor.

-Tienes un par de bragas en el hombro. Te quedan bien.- se burló Sasuke.

Ella estaba envuelta en una bata suave y mullida, había estado entrenando como Madara sugirió, junto a los gemelos que eran, en verdad, implacables.

Novia Regalo - Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora