23- Cita infernal.

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En un claro en el bosque, donde solo los vampiros podían llegar, estaba Fu, esperando ansiosa por Izuna. Le gustaba el vampiro desde hacía varios siglos.

Era amable, era inteligente y misterioso. A diferencia de su hermano, que era odioso y arrogante. ¿Cómo podían ser iguales y tan distintos?

Donde Sasuke la ponía a hervir de furia, Izuna la ponía a hervir de deseo.

Los había engañado, para conseguir estar un tiempo a solas con el sexy y retraído vampiro.

Los juegos de palabras siempre habían sido un talento natural para las hadas. Ella no era ajena a esas cualidades.

Era una belleza morena con los ojos de color naranja, tan llamativos que cualquier humano sabría que ella era especial, su cabello largo de color verde caía como una cascada sobre su espalda descubierta, las alas como las de una libélula, con tonalidades tornasoladas, se movían con entusiasmo mientras revoloteaba.
Vestía un corset blanco sobre un corto traje de malla, tenía brazaletes blancos en ambos brazos, además de una falda corta de volados que apenas le cubría los muslos, unas sandalias se ajustaban a su pies con tiras doradas que se trepaban por sus piernas, hasta la rodilla, como enredaderas.

Sus curvas eran perfectas, ella se veía preciosa y sensual. Era una criatura capaz de seducir a quien fuera.
No entendía porque razón el vampiro la rechazaba una y otra vez. De niños habían corrido y jugado juntos en esos mismos bosques.

Ahora que eran adultos, y sus juegos podían ser mucho más estimulantes, el jodido vampiro la ignoraba.

Sintió el susurró del viento, y la vibración de la tierra, los árboles le cantaron cuando él se aproximaba.

Estaba feliz de que no faltará a su cita. Después de todo ella le había dado las tontas hierbas para su estrés.
No era lo que él quería, pero si lo que necesitaba. Su pequeño engaño lo hizo enfadar, pero aprovecharía el tiempo a solas para calmar su mal humor.

Algo no estaba bien. Lo supo en cuento Sasuke apareció detrás de su perfecto gemelo.
Y unos segundos después, el peor de sus hermanos le sonreía mientras se unía al grupo.

—¿Por qué están ellos acá?— resopló indignada.

—Van con nosotros a la cita. No me dijiste que viniera solo.— una media sonrisa de burla tiro de sus labios y ella supo que está era su venganza. Maldito fuera por hacerse rogar tanto.— Sabes que mí hermano va a todos lados conmigo.— Izuna se encogió de hombros como si nada pasará.

—Será tan divertido, te mostraremos los mejores lugares humanos para divertirse.— dijo Obito.— pero antes, hay que hacer algo con ese aspecto tan mágico.

Trono los dedos y volvió la imágen de Fu como si fuera un simple humana. Un pelo castaño y sin brillo, reemplazo el suyo, ropa holgada y muy fea le cubrió su sexy cuerpo lleno de curvas.

—Añade gafas, quiero que pase desapercibida.— instó Izuna.

El hada estaba furiosa y Obito recogió sus sentimientos con felicidad.

Sus alas estaban presionadas bajo un horrible saco que le quedaba enorme. Sus pies tenían unas botas que por alguna razón apestaban, un pantalón cubría sus piernas y una camisa su torso. Había pasado tanto tiempo arreglándose y eligiendo el atuendo para su cita, en vez de verse sexy parecía un ser humano espantoso.

—No olvides algo para la cabeza.— Sasuke sonrío de lado. Fu no tenía dudas de que todo esto era idea de él. Lo odio aún más.
Incluso de niños, siempre alejaba a Izuna de su lado. Acaparando su atención permanente.

Novia Regalo - Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora