Novia Regalo - Saku-harén 🔞

44-Un nuevo acuerdo.

—Ellos los van a cortar en pedazos, y alimentarán a las bestias que Obito suelta en este maldito bosque. — gruñó Mei.

La habían vuelto a maniatar para que no los traicionara y corriera antes de que pudieran hacer un trato con los Uchiha.

—¿Hacía dónde?— se quejó Indra.

—¿Y yo como diablos voy a saber eso?. ¡Estamos rodeados de niebla, maldita sea!— resopló Ashura, estaba convencido de que daban vueltas en círculos desde hacía por lo menos diez minutos.

Mei se rió a carcajadas.
— Ya nos localizaron.

—¡No pierdan la calma! ¡Vamos a retomar el camino!— Espetó Indra.

—¿Cuál es el puto camino? Estoy seguro de que ya vi ese árbol dos veces.— gruñó su hermano.

Mei eligió ese momento para sentarse sobre la hierba.

—¿Qué demonios haces?— Ashura la miró confundido.

— Dime,  ¿con qué sentido voy a moverme si ellos van a venir por mí?— la voz de la vampira estaba cargada de arrogancia.

—Bien chica lista ¿dónde se supone que están tus amigos?.

—Justo aquí.— escupió Sasuke. Apareciendo junto a Indra con un puñal que apuntaba a su cuello.

Ashura parpadeó y antes de que girará estaba rodeado por Izuna y Obito. Junto a ellos se movían dos enormes osos pardos. Que gruñian y babeaban enseñado sus dientes.

—Shhh— los osos miraron a Obito como si fuera su líder. — incluso a pesar de lo molestos que se veían, él vampiro les palmeó el lomo para que se sentarán como obedientes cachorros.

—No hagas movimientos bruscos. Estás invadiendo la tierras de mis amigos. Y no están muy felices.— el cabrón tenía una sonrisa burlona.

Ashura trago en seco sin querer respirar muy profundo para no molestar a los osos. Eran unas criaturas feroces y muy territoriales.

—¡Estás en problemas, al igual que ellos!— siseó Madara apuntando a Mei con su dedo índice.

—¡¿Qué pretendías?! ¡Que me quedará a la ceremonia, que fuera la chica de las flores. Regando pétalos de rosas mientras el hombre que amaba rompía todas mis ilusiones!— reclamó Mei, a viva voz.

Madara carraspeo. Odiaba tener esa discusión con tanta audiencia. Sobre todo cuando alcanzó a escuchar que Indra le murmuraba a Sasuke cuando servían las palomitas. Quería estampar su puño en la horrible cara del demonio cambiaformas
—Esparaba que fueras más lista, incluso un poco más madura. ¡Mierda Mei, nunca te di esperanzas!. Pusiste a todo el clan en riesgo.

—¡Yo te amaba! Nunca te oculte mis sentimientos. — reprochó ella.

— Basta. No vamos a hacer esto ahora.— siseó furioso.

—Oh...— gimió Indra con lamento fingido.— se estaba poniendo interesante.

—Callate o en vez del cuello te voy a cortar la lengua.— mascullo Sasuke.

Madara camino hasta Mei para desatarla. La vampira seguía reclamando y discutiendo sobre los porqués de sus acciones. Sin asumir la culpa por las consecuencias.

—¡Matenlos!— ordenó en cuánto Mei estuvo libre y lista para irse con ellos.

—¡No! ¡Detente! ¡No somos tus enemigos Uchiha.! — Ashura estaba sudando.
Los osos gruñían a su espalda y Obito que era el único al que respetaban y podría ordenarles que se queden quietos, estaba haciendo globos con un chicle. Sentado contra un árbol como si todo le valiera un pito.