10- Comprás, cena especial y enfrentamientos.

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Itachi y Obito pasaron más de cuatro horas haciendo compras.
Incluso habían hecho una visita a las mejores boutiques del Shopping, dónde eligieron prendas para su nueva novia. Claro que ella aún no había dicho que se quedaría. Ni siquiera le habían explicado que la querían para los seis.
Estaban tan entusiasmados que no dejaban de comprar cosas, todo lo que veían y pensaban que podía gustarle lo ponían en sus carros. Solo deseaban hacerla sentir bienvenida.

—Quizás debimos traerla con nosotros. Ella debería elegir su perfume. ¿No?— decía Itachi, pensativo.

—Lo que no le agrade, puede cambiarlo. No hay problema. Toma ese cepillo y esos pinceles, también una paleta de colores. — sujeto un pomo y leyó—Corrector y base para pieles grasas— arrojó dos al carro y luego tomó otro pote.

—Detente, comprador compulsivo.— Itachi saco las bases y lo miró serio.

—¿Qué?— soltó indiferente.

—¿Qué?. ¡Que ella no tiene piel grasa!. Está base no le va a servir.— se movió por los estantes y tomó otro pomo con el tono indicado para Saku.

Obito resoplo y siguió llenando sus manos y su carro de productos femeninos.

—¿Ella usará tampones o protectores?— consulto con una caja de cada producto en sus manos.

—¿Y yo como diablos voy a saber eso?— reclamó Itachi con las mejillas rojas. Dos mujeres que pasaban los miraron y sonrieron.

—Deberíamos llevar ambos. Y también esa copa de allí. Vi otras mujeres comprándola.— espetó convencido.

—¿Podemos salir rápido de este pasillo?— siseó Itachi.

Obito parecía muy entretenido mientras que él estaba realmente incómodo.

—Espero que Shisu se este controlando. Sino... Juro que le va a doler por mucho tiempo su trasero. Voy a encontrar la forma de patearlo a través de esa jodida niebla.— mascullo Obito mientras giraba con su carro y se metía al pasillo de medicamentos.

—Sabes que está dolido. Es difícil para él abrirse.— tomó ibuprofeno y lo arrojó dentro de su carro. —Lo hizo y no salió como esperaba. Ahora no quiere volver a sentir nada. Está refugiándose en el laboratorio, día y noche con sus experimentos. Para no volver a sentirse vulnerable.— A Itachi le dolía ver a su hermano ahogándose en su propia miseria. Pero era demasiado orgulloso para decirles algo y ellos no iban a presionarlo.

—Ya pasó demasiado tiempo. Debería superarlo de un vez. Todos hemos perdido a alguien en algún momento.— Siseó Obito. Era menos racional y más práctico, por así decirlo.

—No todos tienen tu forma de ver las cosas— Murmuró Itachi.

—Necesitabamos una mujer en la casa. Por eso compré a Saku. Para que nos traiga felicidad, nos una, nos de una familia.— afirmó.

Itachi suspiró. Obito y Shisui eran como agua y aceite.

—Dale tiempo a nuestro hermano. No esperes que la acepte tan pronto. Estoy seguro que ella sabrá como abrirse camino hacia el corazón de Shisui— dijo Itachi con esperanza.

—Eres un maldito romántico soñador. — se burló Obito.— espero que tengas razón. No quiero que ella se sienta mal a su lado. ¿Viste sus gestos cuando él hablaba?. Ella estaba dolida por sus comentarios.

—Ella estaba cabreada, en la misma proporción. No me digas que no lo sentiste. Ya verás que si no logra conquistarlo al menos le dará su buena merecida, para que saque la cabeza del trasero de una buena vez.— ambos hermanos rieron a coro.

Novia Regalo - Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora