15- Hija del agua.

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Había algo fuera de lo común en Sakura. No tenían dudas de que fuera una humana, pero no era una común y corriente.

Shisui, había pasado toda la noche haciendo pruebas, mientras esperaba que Hotaru le respondiera sobre los análisis específicos que le había encargado.

La anciana, que ya era una anciana cuando su padre estaba vivo, era la única capas de  decirle algo sobre la sangre de Sakura.

Hotaru tenía un vínculo espiritual con los ancestros. Podía ver entre los finos velos que separaban los reinos. Aún mantenía contacto con ancestros de otras razas. Era una erudita en su clan. Y por lo tanto, era la indicada. Podía viajar a través de líneas sanguíneas ancestrales. Descubrir todo un árbol genealógico con solo una gota.

Cuando la sanadora llamó. Shisui estaba casi dormido y babeando sobre sus notas.

Respondió de inmediato, a la video llamada, tirando la mitad de los papeles al suelo.

—¿Qué descubriste?. Estamos siendo tentados como si fuera nuestro primer contacto con un humano y estuviéramos famélicos. No puedo entenderlo. Ella es una humana común y está anémica. Su sangre ni siquiera está sana en estos momentos.

La mujer tenía una sonrisa plasmada en su rostro.

—Náyades, ninfas de agua dulce, ya sabés, pozos, fuentes, arroyos y riachuelos. Hasta jodidos manantiales. ¡Santo cielo!.— exclamó entusiasmada— Llevaba un milenio sin ver una descendiente. Rastree su sangre hasta Mélite, pero su antepasado más poderoso fue Mebuki.

—¡Mierda!— Exclamó.— Eso explicaría las cosas.

—Casi siempre las náyades son hijas de un dios fluvial, o incluso del propio Océano.— Dijo Hotaru— Está humana, tiene un linaje muy poderoso. Por eso su sangre los atrae. Mebuki es una ninfa, una de las pocas náyades que quedan en la gran ciudad.

—¿Por qué Sakura no tiene idea de todo esto?— soltó preocupado.

— Mis fuentes me dicen que la Ninfa, tuvo a Sakura con un humano, un ebrio, pescador, bueno para nada, abandonó a la niña sin decirle a su padre que estuvo embarazada.— suspiró.— Puedo contactarla si lo desean. Con el humano no será posible, está muerto desde hace ocho años. Era un bebedor empedernido.

—¡Joder, no!. Sakura creció en hogares de acogida, no tiene idea de quiénes son sus padres. Será decisión de ella si quiere contactar con la mujer que le dió la vida, una vez que le digamos lo que hemos descubierto. Gracias Hotaru.— Shisui se disponía a colgar, pero la sanadora seguía con su verborragia.

—¡No puedo creer que Mebuki la tuviera y la abandonará!. Desde que las razas eligieron esconderse, está prohibido mezclarse con humanos y sobre todo procrear. Aquellos que lo eligen, saben que deben proteger a esos humanos y su decencia.— Hotaru agitaba sus brazos y daba vueltas por su sala de estar. Shisui sonrío. Le recordaba su infancia. Cuando los gemelos hacían travesuras y ella los regañaba de la misma forma.

— Los seres sobrenaturales no quieren a la mayoría de los humanos.— dijo entre dientes. Él mismo tenía sus reparos para con la raza humana.— Ellos libraron batallas con todos los reinos en su busqueda de poder, Danzo los condujo por el mal camino. Pero las generaciones que siguen, no buscan cambiar las cosas, solo los moviliza el poder.— analizó Shisui.— Es extraño que nos sigamos mezclando con ellos.

La anciana sanadora suspiró.
—Los humanos son un mal necesario. Imagina nuestro mundo como un gran ecosistema, cada raza aporta algo, si nos matamos entre nosotros, estamos matando nuestro mundo. Además, algunos humanos son buenos, lo sabes bien, hay bastantes en el clan, hijos y descendientes de humanos que no eligieron la guerra.

Novia Regalo - Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora