Novia Regalo - Saku-harén 🔞

17- Tú historia, tú vida.

Obito le llevó el desayuno a la cama.

Fue un gesto hermoso, si él no hubiera estado tan nervioso.

Le pregunto qué pasaba, si había algún problema. Pero negó, y trató de tranquilizarla. Saku siguió observando sus gestos, daba vueltas y miraba por la ventana, suspiraba, le sonreía y volvía a evitar hacer contacto con ella.

¿Él no podía creer qué ella era tan estúpida como para tragarse esa historia de qué todo estaba bien?. 

—¿Estás seguro?. Siento que algo pasa y no quieres decirme. ¿Es por mí?, ¿Vas a rechazarme y devolverme a la empresa?. Es porque no soy bella y con curvas sexys.— sus ojos se pusieron vidriosos.

Obito maldijo. Odiaba que ella se sientiera tan triste y tan asustada.

—Eres increíblemente perfecta. Duelce y atenta, tu corazón es puro y honesto. Eres hermosa Sakura, no hay nada malo en ti. Te lo aseguro. Luego de que desayunes vamos a explicarte todo, en la sala.— anunció. Ella seguía desconfiando de sus palabras.

—Ayer no podías dejar de tocarme, el pelo, la mano, estabas todo manitas largas y ahora te sientas en la otra punta de la habitación como si yo apestara...— gimió dolida.

—¡Joder!. No nena, no es eso. ¡Diablos!. Me encantaría tocarte, no solo las manos, o el cabello. Quiero poner mis ambos en toda tú. Te aseguro que no quieres saber todo lo que desearía hacerle a tu cuerpo. Me pones tan ardiente. Es solo que...— se pasó la mano por el cabello— están pasando algunas cosas, más allá de tu comprensión.— Saku frunció el ceño, pero sus mejillas estaba rojas.— Te prometo que vamos a explicarte todo.— le aseguró. Esperando que ella se calmara. Y dejara un poco esa paranoia que le llenaba la cabeza de ideas. Si él se sentía abrumado con sus emociones, ni se imaginaba como se sentirían sus hermanos con tantos pensamientos.

Saku siguió comiendo, se sentía un poco mejor al saber que Obito no la encontraba desagradable. Tenía mucha curiosidad sobre lo que él deseaba hacerle. Nunca se había sentido así de atraída por nadie más que Neji. Y aún con él, no sentía la misma fuerza de atracción que con Obito y sus hermanos.

Él espero pacientemente que  ella se vistiera en el baño. Le gustó verla usando la ropa que  había elegido para ella.

Cada vez era más difícil estar a su lado sin desear morderla. Sentía un hormigueo por todo el cuerpo. Sus colmillos se enterraban en su labio inferior y podía saborear la acidez de la toxina en su lengua.

Bajaron a la sala donde Madara e Itachi revisaban la Notebook juntos. Shisui y los gemelos no estaban por ningún lado.

—Buenos días dormilona. ¿Cómo estás?— dijo Itachi con ternura.

—¿Cómo descansaste?. ¿La cama estaba bien, te molestamos con el ruido anoche?— cuestionó Madara.

—Estoy bien, gracias por preguntar. Pude dormir sin problemas. No escuché ningún ruido.— dijo pensativa.

—Estuvimos despiertos hasta muy temprano.— agrego Madara.

—No necesitamos dormir tanto como los humanos.— reconoció Itachi.

—¿Los demás?— cuestionó Obito algo agitado.

—Ya vienen. Los llamé hace un momento.— dijo el mayor. Llevaba un traje que parecía ser muy costoso. Sakura se sonrojó de inmediato.

"¡Que sexy se ve maldita sea!"
Pensó tras dar una mirada disimulada a Madara.

Él se giró y alzó una ceja.
—Sasuke tiene razón. Esa es una boquita muy sucia, Sakura. Sin contar el hecho de que estabas viéndome el trasero.