Novia Regalo - Saku-harén 🔞

33- Despedida.🔞

Shisui se había ocupado de conservar el cuerpo de Mebuki, hasta que Sakura decidiera despedirse.

Unos días después de haber despertado, quiso ir al laboratorio a conocer a quién le dió la vida.

No era fácil para ella puesto que nunca había conocido a su madre en vida. Ni pudo estar con ella cuándo supo que los hermanos la habían rastreado. Sin embargo basándose en los recuerdos que Madara y Sasuke, compartieron con ella. Saku sabía que su madre había tratado de protegerla, incluso desde antes de nacer.

Fue gracias a los recuerdos que Sasuke extrajo de la mente de Mebuki, que Saku tuvo un poco de información sobre la Ninfa que la había concebido.
Incluso pudo conocer a quién había sido su padre. Un pescador a quién su madre amó mucho, pero que Neji asesinó y difamó. Haciéndole quedar como un pobre ebrio bueno para nada.

Le dolía que la única forma que encontró Mebuki de ponerla a salvo, fue abandonarla. Eso no le hacía las cosas más fáciles, además de conocer los detalles de todo lo que había soportado para que ella no fuese atrapada por su medio hermano, cada descubrimiento realizado desde su despertar, solo era otra espina que se clavaba en su corazón.

Incluso enterarse que Neji era su medio hermano, fue todo un shock. Ella había estado tan enamorada, tan dispuesta a complacerlo. Hubiera hecho cualquier cosa que él pudiera pedir, con tal de agradarle. De que él la viera como si fuera lo único en su mundo. Ahora tenía a seis Vampiros que la miraban de esa forma.
Y comparando, se daba cuenta de que Neji, nunca la había mirado de esa forma. Él la veía como si fuera un objeto. De los muchos que coleccionaba, podía ponerla dónde y como quería y ella, en su ceguera romántica, estaría de acuerdo, feliz y conforme.

El lugar elegido para enterrar a su madre, estaba a pocos metros del Castillo, ni siquiera se internaba mucho en el bosque, estaba justo en el borde, una hilera de pinos nuevos estaban haciéndose fuertes, como ella. Y ese lugar fue el que eligió para dejar los restos de Mebuki.

Obito había transportado un pedazo de mármol negro, Itachi que poseía la letra más hermosa y prolija que jamás hubiera imaginado, fue el encargado de grabar sobre la pieza de piedra ya pulida el nombre y la fecha de muerte de su madre.
Incluso habían agregado una bonita frase. "Que encuentres paz en el otro mundo".
A Saku le había parecido un detalle muy bello. Los chicos eran geniales y hacían todo por verla feliz.

Estaban de pie, junto a la piedra que los gemelos habían enterrado. Madara había hecho el agujero en la tierra, entre los pinos.
Cuando el tiempo hubiera pasado, esos árboles serían altos y fuertes. A Saku le gustaba la idea de que aunque una vida se apagaba, muchas se alzaban al rededor.
Por esa razón había elegido ese sitio en particular.

Shisui envolvió a Mebuki con una gasa blanca y suave. La Ninfa era preciosa aún cuando la muerte la había reclamado.

—Me habría gustado al menos hablar una vez con ella.— Murmuró, mientras los gemelos metían a su madre en la tierra, usando su telequinesis, el cuerpo levito y fue depositado suavemente sobre un colchón de pétalos de flores que Obito y Madara habían puesto.

—A su forma, tú madre te amo. Hizo lo que creyó mejor para protegerte.— dijo Itachi.

—Nunca volverás a estar sola. Y siempre sabrás dónde está para venir a verla, y hablar con ella. Es algo muy humano. Pero entendemos lo que significa para ti.— le susurró Sasuke, mientras la rodeaba con sus fuertes brazos, y besaba su frente.

—¿Qué hacen con sus muertos?— cuestionó ella intrigada.

—Nos volvemos polvo en el viento. No queda nada de un vampiro cuando lo matan. Claro que es difícil matarnos.— explicó Madara.