20- El enemigo.

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El traje negro le quedaba perfecto. Shikaku estaba a su lado con un traje gris oscuro.

Su contador, era uno de los vampiros de su clan, en el que más confianza tenía. Había sido amigo de su padre, y era tan inteligente que siempre lo sorprendía.

Hashirama estaba sentado en la cabecera de una gran mesa ovalada. Había sido el primero en llegar a la reunión. Dentro de la sala de juntas del alcalde, ya se encontraban cinco personas más.

Madara supuso, que eran los dueños de las empresas constructoras, interesadas en invertir en su ciudad. 

Un hombre rubio de ojos muy azules, con otro más joven a su lado, se veía exactamente igual, se sentaban a la derecha, y sonreían amablemente. Ambos tuvieron el mismo pensamiento, lo encontraban intimidante.

Una pelinegra de ojos grises se sentaba junto al joven rubio mirando una carpeta con un imágenes del barrio portuario.
Estaba absorta y no fue hasta que su compañero le tocó el hombro, que notó su presencia. Sonrío y se sintió avergonzada.
Sus pensamientos fueron hacía lo imponente y serio que se veía.
Luego busco en sus manos y al no encontrar una alianza, pensó que él era extrañó. Se dijo a si misma que las mujeres de está ciudad estaban locas si dejaban pasar a un galán así.

Madara contuvo una sonrisa. Le agradó la extraña mujer.
No necesito revisar mucho de sus demás pensamientos, pronto se enfocaron en su compañero. Puro amor brotaba de esos ojos grises, lo mismo con el joven de cabello rubio.

Luego estaban dos hombres más, uno de ellos, con ojos iguales a los de la fémina.
Pero el cabello más claro.
Y el otro, ubicado más atrás, se notaba que era un asistente, tenía ridículas cejas gruesas y ojos muy saltones.

Se pusieron de pie y empezó la ceremonia de saludos.

—Madara, estos son el señor Minato Namikaze y su hijo Naruto, la señora es su esposa Hinata y él es su primo Neji Hyuga, con su asistente.— dijo el alcalde con marcado entusiasmo en su voz.

Madara trato de controlarse.  Pero su desagrado al escuchar el apellido Hyuga fue tan grande que le costó demasiado expresar alguna palabra.

—Gracias por asistir a está presentación señor Uchiha. En nombre de las empresas Byakugan y Uzumaki, queremos decirle que estamos ansiosos de trabajar con ustedes. — expreso Minato.— Con mí hijo y mí nuera ya visitamos el puerto, las zonas donde está la construcción, todo esta muy bien organizado.

Madara seguía serio y sin poder decir nada. Su mente volviendo una y otra vez a la noche que su padre y su madre habían dejado este mundo.

Los presentes se miraron confundidos.

Shikaku fue rápido e inteligente.
—El señor Uchiha se siente algo mal de la garganta estos días.

Madara hizo una mueca que no llego a ser una media sonrisa, pero cumplió con disculparlo frente a todos. Luego se sentó frente a los presentes.
Hashirama, que había estado con él la tarde anterior, eligió no decir nada sobre la pequeña mentira de su contador.

Madara tomó un sorbo del café que les habían servido mientras se hacían las presentaciones. Y luego se aclaró la garganta.

—Tengo entendido que les interesa invertir en la ciudad. — soltó en un bajo tono de voz que no desmentía ni confirmaba la declaración de Shikaku.

—El diseño del barrio está increíble. Cómo lograron que fuera tan funcional, acordé con el puerto. ¡Me encanta!— dijo la mujer con entusiasmo. No había mentiras en sus palabras. Ella estaba completamente fascinada con el diseño.

Novia Regalo - Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora