EXTRA IV

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*Si no has leído Mi Dulce salvación te tengo una mala noticia hay spoilers en este capítulo y personajes nuevos, si no quieres saberlos, no lo leas y si si eres una pícara eh*

Cuando esté esto (*) pongan la canción. 🔥

Despedida de solteras.

Arleed Jones.

Aprieto mi abdomen reteniendo el aire, mientras siento como jalan de mi por la parte de atrás.

— ¡Ay Dios mío! — suelto el aire de poco a poco.

¿Es legal esto?

Siento dos golpecitos en la cintura y esa es la respuesta para darme la vuelta.

La señora que me ayuda me acomoda el vestido y los ojos de Laura se quedan impregnados en mi.

—¡Joder! — se tapa la boca rápidamente y voltea a un lado. — Digo... Hermoso.

El pequeño Lucían suelta la carcajada y yo también.

— ¿Qué tal me veo? — preguntó con nervio.

Laura se levanta y soba un poco su estómago abultado.

Se mira hermosa, el embarazo le asienta muy bien aún que se le note muy poco.

— Helmosisima tia Ally.

Sonrió y Laura se limpia las lágrimas que se derraman involuntariamente de sus ojos.

— Es que... — hipo — Te ves... wow.

— Mami no llores, tienes neglos los ojos.

— ¡Perdón! — viene a mi y me abraza.  — Te ves espectacular Arly.

— No me he visto, tengo miedo — afirmé.

Me tomo la mano y me llevo al grande espejo, pero tenía miedo de mirar arriba.

— Solo mírate, encontraras la respuesta al verte, si es o no — hipo — levanta esa cabeza Arleed.

Tome una grande respiración y alce mi cabeza, mis ojos miel a través del espejo se enfocaron en mi.

El blanco.

El blanco es un color precioso, lleno de pureza, mi cuerpo se realza la ver el corte del vestido.

— Mierda — se me corta la voz al verme.

— Te lo dije.

— Mala palabla me deben dos chocolates.

Niego y abrazo a Laura.

— Este es el vestido.

Me vuelvo a ver en el espejo y me queda a la perfección, es mi vestido, realza mis curvas, el escote es correcto, delicado y elegante, las mangas largas le dan el toque y si, lo es.

— No se cómo se te ocurrió casarte a unas cuantas semanas.

— Si quieres hacerlo hazlo. No hay más.

— Arly en una semana te casas.

Me encogí los hombros.

— Axel ya tenía todo, solo era cuestión de decir si o no y pedirlo, el vestido era lo único que faltaba, tú sabes que Malia también nos ayudó.

— Si recuerdo esa confusión.

Si yo también.

— Bueno. Olvidemos eso.

MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora