MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔

CAPITULO 14

Sentimientos a flote.

Axel Miller.

Después de besarla como lo ... Dejarla ir no fue fácil, la quería encerrar en mi habitación y estar con ella todo el maldito día besándola, acariciándola y saciándome de ella, lo deseaba con todas las fibras de mi corazón.

Por años he reprimido lo que siento por esta hermosa chica de ojos mieles  y estuvo mal porque ahora las ganas se intensificaron y no puedo dejarla, ya no y ella también lo siente estoy seguro de ello y voy a luchar por ella. Por tener algo juntos.

Mi sonrisa de estúpido no desapareció en todo el día hasta que le envíe millones de mensajes y le marqué para ver porque malditas se tardaba tanto.

Estaba asustado porque pensé que le había pasado algo, así que cuando fui a su casa y la vi en la cama de Bratt, mi pecho se oprimió, necesita borrar todos los pensamientos negativos en ese momento para no pensar mal, pero fue imposible.

Sé que no hicieron nada porque tenían su ropa puesta y Lee me lo confirmo hace un momento, pero en ese momento cuando los vi mi mundo se vino abajo, el verlos juntos me hizo dame cuenta que no la quería lejos de mí, la necesitaba conmigo en mi vida siempre.

Y en tu cama campeón...

Si también en mi cama.

Pero aún así ahorita mirándola a lo ojos, después de que usara las palabras que yo le dije hace unos largos minutos y no solo eso, que se viera como una fiera, me ponía bastante.

— No, no me beso así, porque solo fue un pico — recalco mirando mis labios y luego ella mordiéndoselos — aun así no es el caso, yo lamento hacerte creer algo que no fue  — agacho su cabeza.

Negué y levante su cabeza — Lee, esta bien no tienes que disculparte, yo también lamento mi actitud, hoy dormiré en tu casa, si este Bratt no está bien, es mejor que estemos los dos para cuidarlo si se pone mal ¿no? — una sonrisa de oreja a oreja se formo en mis labios.

Obvio era con maña, siempre es con maña.

— Sé lo que tramas Miller, pero si esta bien. — me dijo divertida enarcando una ceja.

— ¿Yo? —pregunté con una mano en pecho, con una ofensa fingida.

— Si tú, Miller.

Como me ponía cuando decía mi apellido.

Suena sexy desde su boca, señorita Lee.

— Está bien solo me cambiaré ¿quieres ver? — pregunte maliciosamente sonriendo.

Ella sonrío y negó con la cabeza.

Agarre unos boxers, chándal y una camisa, me metí al baño para cambiarme rápidamente y una vez listo salí. Admito que me sentía un poco intimidado.

Ella estaba en la ventana de la habitación mirando hacía el patio que nos conectaba.

Camine hacía ella con lentitud, hasta que mi pecho pego a su espalda y ella dio un respingo dando entender que esta tensa.

Pase mis manos por su pequeña cintura y puse mi mentón en su hombro, ella se relajó con mi toque, me encantaba esta posición siempre estábamos así porque me gustaba abrazarla mucho y ella lo sabe, después de un breve silencio pregunto.

— ¿Recuerdas cuándo éramos pequeños y hacíamos excavaciones en el patio pensado que encontraríamos un tesoro perdido? —preguntó con cierta diversión en su voz y con su vista fija al patio.

— Sí, era hermoso ver tu cara llena de tierra mezclada con mierda. — soltó una carcajada, al igual que yo.

>> Te mirabas preciosa con tus trenzas y ese suéter café que nunca te quitabas.