CAPITULO 38

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Ray Jones.

Arleed Jones.

Mis manos estaban atadas al igual que mis pies, tenía una venda áspera que tapaba mis ojos, esta raspaba cada que intentaba abrir los ojos, sentía el dolor de cabeza tan intenso que pulsaba y sentía mi corazón martillar, un liquido al que denominare sangre bajo por mi mejilla.

Recuerdo que cuando estábamos en la bodega Bratt me sostuvo tan fuerte que me puso contra el poniéndome enfrente de Ray este me dio un golpe en la cara haciendo que sangrara mi boca y escupiera la sangre que sabía horrible, mi dije se rompió de la fuerza del golpe y cayo al piso con la sangre que salía de mi boca, en mi intento de escapar Bratt rasgo mi ropa dejándome en solo en mi ropa interior y comenzó a tocarme y dejar besos en mi piel, yo lo único que podía sentía las arcadas venir y solo quería que se alejara de mi, tenía fuerza para moverme, pero solo me quede en shock, solo negaba y salían lagrimas de mis ojos. Aun así no podía hacer más.

Se que solo me manoseo y no toco debajo de las prendas que quedaban de mi, pero no entiendo la humillación del porque hacerme eso y más enfrente de él, su sonrisa de oreja a oreja fue lo que más me perturbo, se que el plan no salió como tenía que salir y te puedo asegurar que mi Axel se estará culpando, pero no es su culpa si no la mía, yo tenía que hacerme cargo al enfrentar esto y se que él me buscará. Axel me buscará.

Solo espero que me encuentre y no sea tarde.

Lo que sigo sin creer que es Bratt sea mi hermano, que compartamos la misma sangre y mucho menos que todo este tiempo los dos tenían planeado esto para mí. Para destruirme o al menos eso es lo que quieren.

Y quisiera saber la razón, quisiera saber él porque.

Tal vez solo era bueno escapar con Axel.

Después de todo esto lo haremos, porque está mal el hijo de puta si cree que me matara aquí, haré todo lo que tengo en mis manos para salir viva de aquí.

Haremos.

Me moví intentado deshacer mis manos con la soga, pero era inútil, el dolor de mis manos entumecidas hacía que tuviera menos fuerza, aparte que mi cabeza era insoportable, que no estar en esta situación estaría llorando, pero no quiero que me vea así, no le daré el gusto de verme rota frente a él.

Alguien más aparte de mi jadeo, ahí me di cuenta que no era la única en ese lugar, no podía ver pero al escuchar a alguien me dio la esperanza de saber que podía salir tal vez yo o la persona que estuviera aquí — Hola — murmuré.

— ¿Hija? — la voz de mamá resonó en el mismo lugar donde estaba.

— ¿Mami? ¿Eres tú? ¿Qué pasa? — pregunte asustada.

— Hija, me duele...Lo lamento. — susurró mamá con un nudo en su voz.

— Mamá no te veo, ¿Qué es lo que quiere Ray? ¿Qué te duele? — pregunte con voz temblorosa.

No respondió.

Se escucho que abrieron una puerta y me puse alerta, todo mi cuerpo temblaba, quería quitarme la venda para ver.

—¡Vaya! ¡Vaya! Milagro qué despiertan preciosas... — murmuró la voz de Bratt.

El silencio invadió la sala

—¿Ya les comieron la lengua a las malditas zorras? — pregunto divertido.

 — ¡RAY! — gritó Bratt— ¡Apúrate carajo!

Sentí sus manos heladas, era Bratt me quito la venda de los ojos y ellos apenas se adaptaron a la poca luz que había.

Primero vi borroso, después mi vista se aclaro y Mamá estaba a unos metros de mi, atada igual que yo a una silla, amarrada, pero la única diferencia es que tenía un cuchillo enterrado en el muslo desangrándose, estaba pálida y sucia, la mayoría de la ropa que llevaba puesta estaba rota y su rostro estaba todo mallugado por los golpes.

MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora