Una pequeña parte de mi realidad.
Arleed Jones.
Sentía unos brazos a mi alrededor, me sostenían, sabía que era Axel, pero no quería moverme, tampoco quería abrir mis ojos, por qué sabía que estaban hinchados y rojos, solo quería sentirlo así, quedarme así siempre con él.
Axel empezó a hacer caricias en mi espalda encima de mi sudadera.
— Lee, despierta cariño tienes que comer y tenemos que hablar.— su voz suave sonó muy bajita para que yo la escuchara.
Me moví para quitarme de encima de él e ir al baño, así que si lo deje en la cama sin mirarlo no quería que viera mis ojos hinchados, aún que nos conociéramos de casi toda la vida, hay cosas que no quería que supiera o al menos no que yo recordara.
Entre el baño y cerré la puerta, hice mis necesidades, lave mi rostro y mis dientes, intente no llorar, pero me sentía asfixiada y cansada de que mi cabeza tuviera que pensar y pensar para recordar.
No estamos bien Lee.
No recordaba todo y me aterra no hacerlo, así que aguante y salí con todo el valor que tuve para hablar con el, porque sabía que me pediría una explicación.
Tienes que soltar lo que recuerdas, es necesario.
Axel estaba sentado en la misma posición, tenía una mirada llena de preocupación, no se miraba molesto, pero sí ansioso y es verdad ¿Quién no?
Tu puedes Lee.
Sus ojos seguían mis pasos y me senté frente a él, lo mire a los ojos, esos que tanto me encantan, pero no pude ni siquiera formar una sonrisa o palabra porque me desmorone frente a él.
Las lágrimas salían de mis ojos, estaba aterrada, sus brazos fuertes me recibieron y calmo mis llanto por un momento.
Cuando me había tranquilizado, suspire y me separé un poco para que nos volviéramos a mirar.
Cerré mis ojos con fuerza para acomodar mis ideas y respirar para agarrar el valor que se debía, los abrí y le dije.
— Hace años que no recuerdo muchas cosas Axel, son como lagunas en las cuales no sé, es como si se borraran ciertas partes de mi — lo mire a los ojos — no recuerdo mucho a mi padre, tu lo sabes, ya que cuando nos mudamos acá, solo estaba con Marisa, pocas veces el vino, pero jamás lo viste, de Marisa sabes porque te he contado algunas cosas como que me gritaba o simplemente hacía que no existía y me sentía tan insignificante que era algo que lo tome normal con el paso del tiempo como si fuera desconocida.
>>Tal vez parecía que era normal Axel, quisiera responde a todas tus dudas, porque sé que las tienes pero no recuerdo, solo se que me encantaba mi suéter café por que ocultaba todas las manchas que aprecian en mi cuerpo después de que papá se enojara — dije mientras me quebraba, mis manos temblaban y las lagrimas salían, la mandíbula de Ax estaba tensa, sus manos formaban puños mientras me escuchaba — Ma-Marisa jamás estuvo el pendiente de mi, yo-yo odiaba a mi padre porque yo sabía que algo pasaba, pero lo que si se, es que recuerdo que cuando desobedecía no había nada bueno al siguiente día esa era la realidad, no éramos una familia de bien, no lo éramos porque mi madre nunca estuvo, ni siquiera se si ella lo sabe, por años aparentamos cosas que no éramos Axel, y lo oculte porque era lo mejor, era la única manera de sobrellevar mi vida.
Sus puños eran blancos de la fuerza que hacía.
—Me estás diciendo que por años o los años que estuviste bajo el techo de ese cabrón, el te golp... — no termino de decirlo porque bajo la mirada, sus respiraciones eran pesadas, estaba enojado, se levantó de la cama y camino agarrando su cabello con frustración mientras caminaba de lado a lado por toda la habitación— Hijo de puta — masculló por lo bajo.
— Ax...— intente decir algo más pero me interrumpió.
— Ese día, el día de tu cumpleaños número 8 cuando te di tú dibujo y mi mamá preparo un pastel para nosotros, ese día paso algo ¿No es así?, tenías miedo de que yo te lastimara, por eso me dijiste eso, por el que el te lastimo antes. — espetó alterado, quería entender y lo entiendo yo también.
— Ese día él vino —le di la razón — Marisa no estaba, lo recuerdas por eso salí al jardín después de lo que paso, él había entrado y me grito de cosas y golpes que no lo recuerdo mucho, pero si lo hizo, y dolía, dolía como la mierda, pero ¿Qué podía hacer una niña de 8 años, Ax? — murmuré con lágrimas en los ojos mientras a Ax también se le desbordaban por la mejilla, me acerque a el.
>> No podía salir, no podía escapar, grite y grite y cuando pude corrí y fui al lugar más seguro que vi y tú sabes cuál es, es nuestro lugar, el jardín era y es nuestro lugar porque se que tú me mirabas todos los días por la ventana de tú habitación, si pasaba algo estarías ahí.
>> No te dije porque él es peligroso y tenía miedo de que te hiciera algo porque eres alguien importante para mí al igual que tus padres, con el tiempo ya no supe más de él, hasta ahora.
Ax solo negaba mientras hacíamos silencio los dos.
— Lee, pero entiende una cosa, ya no tienes 8 años, ni yo tengo esa edad, somos adultos cosita, el que no recuerdes lo que el cabrón de ese hombre te hizo, no significa que te quedaras callada, todo lo que relaciona a marcas en la piel o sangre o lo que sea, es violencia, y me siento tan mal cariño por no dame cuenta de verdad... Quiero matarlo. — su voz cada vez se fue quebrando más, sus ojos se volvieron cristalinos jamás lo había visto tan destrozado, como yo me veo ahora.
Me lancé a sus brazos y lloramos juntos — Tenía miedo Ax, no quería que te hiciera daño, no quería que...— me callo, acuno mi cara con sus manos y me dio un pequeño beso, lento y dulce.
— No estás sola, jamás lo estarás, no mientras yo este contigo y si el viene nos llevara juntos, no me interesa quien sea o quien se crea, pero no es nada, jamás lo ha sido y perdóname por no dame cuenta, de verdad lamento todo esto cariño, no sabes la rabia que me invade por lo que me dijiste, el tenerte tan cerca y no darme cuenta solo me siento enojado porque no puedo creer que tu hayas pasado por algo así, tu que mereces todo lo bueno del mundo por el simple hecho de ser tú, Arleed.— negó con su cabeza.
Total razón, no lo merecemos.
— No Ax no es tu culpa, es la mía por no decirte a tiempo, pero ahora lo sabes y tal vez no recuerde, pero sé que vendrá, no se porque hay tanto odio pero ya no tengo miedo porque te tengo a ti, y no sabes lo feliz que me haces sentir, solo espero estar lista y que las cosas no se salgan de las manos, Axel.
Nos quedamos abrazados, mientras pensábamos que iba a pasar ahora.
— Investigaré un poco, iré por mis cosas y vengo no te quiero lejos de mi, ni tampoco te quiero sola, iré y vengo cariño ¿si? —dijo mientras nos separamos, me llevo a la cama y él me dio un beso en la frente, y así se dio vuelta y se fue.
Mientras yo tengo un lío en mi cabeza.
Tenemos.
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Cositas, andamos intensos......
Actualizare pero mañana no habrá así que disfruten estos dos.
Con amor Vaal.
No olviden votar, no puedo creer que ya seamos mas personas, gracias en serio es emocionante ver como les gusta mi historia.
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MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔
Novela JuvenilArleed Jones ha vivido en la sombra de su tumultuosa relación con su madre y los recuerdos fragmentados de un pasado trágico. Lejos de la diversión de fiestas y excesos, su vida giró en torno a un atractivo vecino y mejor amigo Axel Miller, aunque é...