El Ruso.
Axel Miller.
Me encanto que me ordenara, mi erección creció como nunca lo había hecho y estaba muy ansioso por está noche, pero primero teníamos que investigar y conocer qué es lo que estaba pasando.
Subí con la charola de comida y llegué al cuarto, ella se movió en cuando le di intenciones de acomodarme a su lado, le di un beso casto en los labios y puse la charola enfrente de ella.
Gracias a todos los santos porque Bratt se fue, mi día mejoro bastante y la verdad era que si lo seguía viendo le iba a dar un puñetazo solo porque me estresaba su cara.
Ella me miro con los ojos entrecerrados, se sentó en mi regazo con su espalda pegada a mi pecho mientras comía lo que le prepare.
—¿Estás cómoda? — le pregunté con sarcasmo observando cómo se llevaba el pedazo de pollo a la boca.
— Sí, aunque estás un poquito duro. — solté una carcajada que hizo que me doliera el estomago.
No te lo negamos.
— Es que así me pones, pero no estamos hablando de eso, tenemos que buscar una respuesta a lo de tus lagunas y lo de Ray — murmuré dando un beso en su cuello — es necesario.
Ella suspiró, volteo y me dio un beso casto, se acomodó alado de mí y agarro mi computadora que la dejo en su regazo, sus dedos empezaron a teclear buscando con sus ojos mieles, enfocados en la pantalla mientas leía.
— Dice que tengo que controlar el estrés, realizar ejercicio como el cardio y aprender cosas creativas como realizar actividades de lectura, escribir y así, no creo que eso sirva ya lo he hecho y recuerdo nada. — dijo leyendo la pagina en donde estaba.
— No te he visto hacer ejercicio, pero yo te puedo ayudar con ese tema — sonreí maliciosamente y le guiñé el ojo, pensado en todas las posiciones en que podría ponerla — sobre el cardio, claro.
— Aún no Ax — me dijo divertida mientras se removía en la cama.
Puse un puchero.
Don dramático.
— Solo intento ayudarte a recordar — me acerque a su cuello y lo ataque con un beso húmedo que hizo que jadeara — pero si no la quieres no pasa nada — me quite de su cuello y le agarre la computadora para usarla yo.
— No juegues así conmigo Ax. — dijo haciendo un puchero.
Le di un beso casto, y sonreí.
— No estoy jugando contigo y jamás lo haré— murmuré con obviedad, aparte no quiero que ella sienta que es juego porque no lo es y no lo será, yo la quiero para algo bien y creo que se nota, todo mundo lo sabe, solo que me negaba a decir la verdad.
Sonrío y siguió comiendo, mientras que yo busque en internet un poco más del cabrón de Ray.
— Lee ¿crees que Ray haya tenido otro matrimonio? — pregunté.
>> Porque no hay nada solo dice que es empresario, ex esposo de Marisa Jones y que vive en Suiza actualmente, eso es lo único que dice.
— ¿Suiza? — frunció el ceño.
— Tal vez hizo su vida de nuevo pero no dice nada más sobre él, y debería porque es una figura publica en el ámbito social — di una posible una razón.
Asintió no muy convencida.
Se acurrucó contra mí, no sin antes darle un beso en los labios.
Amamos sus labios.
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MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔
Ficção AdolescenteArleed Jones ha vivido en la sombra de su tumultuosa relación con su madre y los recuerdos fragmentados de un pasado trágico. Lejos de la diversión de fiestas y excesos, su vida giró en torno a un atractivo vecino y mejor amigo Axel Miller, aunque é...