Manoseo Indiscreto.
Axel Miller.
Estábamos sentados en el avión, habíamos abordado hace poco, el viaje hacía Chicago es un aproximado de 4 a 5 horas y por una parte estaba bien porque quería pensar, todo esto ha sido muy rápido y no se, me da miedo que lo que pienso en el fondo se haga realidad que algo más pase y mi padre muera, nada más de pensar eso un nudo se me forma y el terror es palpable en mi, se que no siempre estará mi familia, pero me da mucho miedo.
Es raro volver a casa, crecí en Chicago hasta los 6 años, como la empresa de mi padre creció se expandió a San Francisco, y ahí es donde nos mudamos porque era la empresa más grande donde todos los empresarios tenían la accesibilidad de ir y por una parte era bueno cambiar de aires, a mamá siempre le gusto renovarse y para ella fue increíble un cambio.
Yo amaba Chicago, es hermoso y más porque ahí crecí, no tenía una razón por la cual volver o quedarme en Chicago, si mi razón estaba en San Francisco a menos que esa razón se quisiera ir de país, me ira completamente con ella.
Mi razón esta alado de mí.
Mire a mi lado y estaba dormida, sus espesas pestañas cubrían sus ojeras y sus labios estaban rojizos, amaba todo de ella.
Me quede mirándola como un maldito psicópata, sin darme cuenta mi mano acariciaba su muslo, ella se acurrucó más a mí y gustoso la recibí, estar con ella en todos los sentidos me hacía estar cada vez mas seguro de mis sentimientos por ella.
Solo de pensar en mi papá de nuevo se me aprieta el estómago, no quiero que le pase nada, se que quién está detrás de todo esto es Ray y si le digo a Lee ella se molestara porque no quería que yo investigara en primer lugar y en segundo se sentirá culpable y nadie lo es.
Solo Ray.
Las horas en el avión se me pasaron muy rápido, no se si es porque me quede mirándola o pensando en lo mismo una y otra vez.
Al escuchar al piloto hablar, ya sabía que no tardábamos en aterrizar, así que me removí y Lee también hizo lo mismo al sentirme— Lee ya vamos a llegar despierta. — susurre.
Ronroneo y abrió un ojo, se estiró y me miro.
— ¿Cuántas horas dormí? — me preguntó.
— Cómo cuatro horas — murmuré.
— Mentiroso que eres, Axel — dijo indignada.
De inmediato se sintió turbulencia, eso indicaba que ya estábamos aterrizando y ella me apretó tan fuerte el brazo que yo solté una carcajada.
— Aparte de dormilona, miedosa. —ella negó con indignación fingida y me sonrió, unos minutos después nos pidieron que nos levantáramos y ella se paro primero, con mis manos en su cintura la guíe para que no se me perdiera y salimos hacía el aeropuerto.
Fuimos inmediatamente por las maletas y nos recogió un carro de la agencia de mi padre, tenía que mover todos los contactos de la empresa, cuando pasaba este tipo de problemas todos estamos preparados para cualquier situación por más dura que fuera, era la realidad, actuar.
Sentados en la parte de atrás del carro, las manos de Lee se entrelazaron con las mías, mientras su cabeza se inclinaba en mi hombro.
— Iremos a tu casa ¿verdad? — preguntó con inseguridad en su voz.
— Si ¿Por qué? ¿Qué pasa? — pregunté levantando su cara para verla.
— Es que yo...creo que tengo un poco de nervios por tus papás — murmuró por debajo.
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MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔
Ficção AdolescenteArleed Jones ha vivido en la sombra de su tumultuosa relación con su madre y los recuerdos fragmentados de un pasado trágico. Lejos de la diversión de fiestas y excesos, su vida giró en torno a un atractivo vecino y mejor amigo Axel Miller, aunque é...