CAPITULO 20

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Laura.

Arleed Jones.

—¿Bratt? — pregunté estupefacta, que bueno que no estaba en bragas o desnuda de mi parte baja.

— Perdón por interrumpir, necesito hablar contigo, Lee paso algo. — su cara era de confusión y parecía un alterado.

Me levanté rápido de la cama y vi a Ax demasiado desorientado, salí de la habitación para hablar con Bratt, no me quedaba de otro.

—¿Qué pasa? ¿Todo bien? — Bratt suspiro y me miro cabizbajo después de hacerle las preguntas.

— No Lee, yo... Es muy complicado, me tengo que ir, mi padre me necesita de regreso en la empresa y no quería irme, pero es muy necesario y estoy preocupado por unas cosas por eso me tengo que ir, diría que es urgente y tenía que decirte pues tu me diste asilo. — murmuró angustiado.

¡QUE SE VAYA! TENEMOS QUE IR CON AX MAMITA ANDA, ES MÁS IMPORTANTE.

— Está bien Bratt, no te preocupes, igual si necesitas volver sabes que esta es tu casa — esté asintió — ¿puedes hacerme un favor? — le pregunte.

— Sí claro, Lee — curioso dijo.

— Cuando estés allá me puedes decir si mamá ¿está bien? es que no me contesta y es raro, ya que siempre tiene su celular en la mano y nada, a lo mejor se le rompió o algo así, pero no tengo ni el numero de sus amigos de la empresa así que por favor si puedes, agradecería mucho que me avisaras. — él me miro confundido.

— Claro Lee, sabes que estoy para ti ¿esta bien? sea por lo que pases, siempre encontrar a alguien aquí, contigo, estaremos en contacto ¿Va? — me hizo saber.

— Claro Bratt — le aseguré y él se acercó y me dio un beso en la frente y susurró — Todo volverá a la normalidad solo espera el tiempo adecuado y todo estará como siempre tuvo que ser, confía en mi. — se dio la vuelta.

Raro.

Regrese al cuarto Ax y él estaba con la computadora en su regazo, me dio una ojeada cuando entre, pero no me dijo nada, me acerqué y le quite la computadora y me senté yo a horcajadas encima de sus muslos.

— -¿No me preguntarás? — le hice saber.

— No tendría porque, no confió y no me interesa lo que te dijo — dijo entre dientes, sus ojos se desviaban, no me miro.

Me acerqué a él y junte nuestros labios, sellándolos para un beso húmedo, me correspondió y sus manos se anclaron en mis caderas, empece a balancearme contra su dureza, y comencé a besar su cuello, dándole mordidas, el gruñía y me apretaba más hasta encajar sus dedos en mis caderas.

Él increíble orgasmo que me había dado soluciono un poco mi estrés y en serio me gusto mucho, no era algo nuevo porque sé autocomplacerme, debo conocer mi cuerpo, pero una parte de mí quería más.

— Me puedo acostumbrar a esto. — me dijo con voz ronca y entrecortada por su respiración agitada.

— Yo también, y quiero acostumbrarme a ello. — sonrío con mi respuesta.

Me separó y me miro con los ojos entrecerrados — ¿Qué te dijo el imbécil? — pregunto y solté una carcajada.

— Se llama Bratt y se irá con su papá de regreso porque hubo problemas, pero ya no es nuestro problema, solo espero que le vaya bien.

Casa sola mami.

Je, je, je

— Gracias a todos los ángeles y demonios,  ya no lo soportaba, estaba harto de él. — sonrío como angelito.

MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora