MI PERFECTA RENDICIÓN © (1) (¡Completa!)✔

EXTRA V

(") ponen la canción.

Te amo en esta vida y en todas.

Axel Miller.

Siento el nervio en mi cuerpo.

— Quiero vomitar — admito.

— No pasara nada — me dice el ruso.

Lo miro alzando una ceja, siento el sudor que esta en mi frente, el maldito moño me aprieta y jodida mierda no se que hacer.

>> Realmente si parece que te vas a desmayar...

El ruso se acerca a mi y me ayuda a aflojarme un poco la camisa y el moño.

— ¿Y si me dice que no? — pregunte hiperventilando 

Niega — Mi zolovka no haría eso, estas a diez minutos de casarte hermano, es tu día. Esa mujer te ama, nada malo pasara.

Asiento, tiene razón — Tengo miedo.

— Es normal, todos lo tenemos, créeme que entiendo ese sentimiento, pero de ti en este momento necesito que estes tranquilo.

Respiro y cierro los ojos.

Siento el estruendo de la puerta y abro mis ojos de tirón mirando a un Lev un poco preocupado.

— No llega el pianista para la ceremonia.

— ¿QUÉ? Me caso en jodidos 7 minutos Lev.

— Tranquilos... — nos dice Lukyan.

— ¿Tranquilo? ¿Quieres que este tranquilo? — le pregunto enojado.

Me mira con intensidad — Dame dos putos minutos Axel, y putas tranquilizate, si no lo haces te juro que te llevo en el jet a Rusia para que sepas que es estar callado y créeme que no te va a gustar.

Asiento un poco conmocionado mientras tomo asiento en un sofá muy suave.

Veo como Lukyan toma su celular y empieza a hablar y decir varias cosas que no le pongo atención porque mi mente esta en que todo este perfecto para ella.

Ni siquiera me creo que este a apunto de casarme.

Mierda, mierda, quiero vomitar.

— Lo tengo, no te preocupes.

Mi ojos se abren — ¿En serio?

Asiente — Si.

Suelto el aire y me recargo en el respaldo del soca, a la vez suelto el aire.

>> Relajate todo esta bien.

— Claro como no eres el que te casas.

— Aun no, recuerda.

— Ojalá te cages del miedo.

— Lo haré.

Lo miro y niego, veo como traga ese líquido marrón y niego.

>> Los nervios.— admite.

— Tengo miedo.

— Ya te dije que dejes de joder, si se van a casar.

— Todo cambia.

— No cuando es amor del bueno.

— Andas muy romantiquito eh...

Soltó una carcajada — Solo con mi mujer.

— El embarazo le sienta bien.

Me miro con ese brillo mientras sonreía — Se ve preciosa.