WANDA
La inscripción fue rápida, no nos pidieron muchas cosas, sólo información sobre nuestros hijos y nuestros nombres. Dijimos que esa semana los llevaríamos, primero teníamos que hablar con ellos.
Los juntamos a todos cuando llegamos a la Base.
- Hay algo de lo que queremos hablarles con mamá -comenzó Nat-. Los colegios empezaron a abrir para que ingresen niños de sus edades.
Emma me miró para comprobar la idea que se le estaba formando, yo asentí y sonreí al verla a ella también sonriendo.
- Vamos a poder ir al colegio? -preguntó.
- Sí, si quieren -dije.
Yelena, que estaba sentada al lado de Emma, miró a Nat. No sabía qué preguntar o si la propuesta se extendía también a ella.
- Yo también puedo ir? -preguntó con cierta ilusión.
Natasha no respondió enseguida como creí que haría, primero me miró, asentí casi imperceptiblemente.
- Tengo que pensarlo, Lena... La corporación te sigue buscando... No puedo arriesgarme a que te encuentren -dijo Nat.
- Está bien...
Se levantó y se fue a paso ligero, simulando estar bien.
Emma la miró irse, sabía que algo le pasaba.
- Siguen hablando ustedes? Voy a hablar con ella -preguntó Nat parándose.
- Sí, amor, andá.
Cuando se marchó, Emma me miró a mí.
- Por qué la tía no puede venir?
- Porque hay gente que la busca para hacerle cosas malas y Nat quiere cuidar de eso -expliqué.
- Yo puedo cuidarla en el colegio, ella sabe protegerse también...
- Sí, amor, lo sé, pero mamá quiere cuidarla a su manera y nosotras tenemos que respetar lo que decida.
Hubo un silencio que ella cortó unos segundos más tarde.
- Cómo es ir al colegio?
- Es hermoso, vi a los nenes saliendo de allí riendo, vas a tener amigos, te van a enseñar cosas nuevas... Billy y Tommy van a ir también.
- Y si tengo alguna de mis crisis?
- Pensemos que no las vas a tener, sí? -respondí acariciándole la mejilla.
NAT
Subí las escaleras detrás de Yelena. Sus pasos se oían pesados desde la planta baja.
Toqué la puerta.
- No quiero hablar ahora, Natasha -dijo.
- Lena, por favor, podemos hablar y llegar a un acuerdo?
Escuché cómo se iba acercando a la puerta.
- Vas a dejarme ir?
- Sólo si me abrís la puerta y podemos hablar sobre las condiciones.
Abrió la puerta, pero no inmediatamente, no quería demostrar emoción antes de saber las condiciones.
Me dejó entrar, pasé y me senté en la cama, ella no hizo lo mismo a mi lado como esperaba que hiciera, sino que se sentó en la silla de su escritorio.
- Bien... -comencé-. Las condiciones son simples y espero que sea fácil que te amoldes a ellas. Primero, no vas a poder dar tu nombre completo, sólo Lena, y si te preguntan, Lena Romanoff, entendido?
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El comienzo
RomanceWanda Maximoff y Visión vivieron en una casa en el campo por muchos años desde que tuvieron a Emma, su primera hija, tiempo después tuvieron a los mellizos, Billy y Tommy. Todo está en paz, rutinario, hasta que los Vengadores llegan para pedirle ayu...