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NAT

Lo primero que vi del otro lado de la puerta fue a Alexei y Melina.

- Hola... Nat, queríamos saber cómo estaban... Vimos lo que le pasó a Emma, y Lena no respondía mis mensajes, así que decidimos venir -dijo Melina-. Encontramos la ubicación en internet... No es muy secreta

- Estamos todos bien, Emma ya se recuperó y Yelena no me dijo nada de los mensajes, quizás todavía no está lista para verlos.

- Está bien... Puedo al menos ver a mis nietos? -inquirió.

- Dejen que lo hable con Wanda y les digo.

Entré dándoles la espalda, aguantándome las ganas de explotar. Quería gritarles que no se volvieran a acercar a Yelena ni a mis hijos. Recordé todo lo que habíamos tenido que pasar con mi hermana, y no me quedaba ni un poco de piedad, pero al llegar a la puerta vi que Wanda me estaba esperando.

- Qué quieren? -preguntó.

- Ver a Lena y los nenes.

Vio mi rostro serio y comprendió.

- Si no querés, no es necesario ni que le preguntes a Yelena si quiere... Pero para mí no hay problema con que vean a sus nietos. Aunque entiendo que estés preocupada por tu hermana...

- Es su derecho elegir, amor, no puedo privarla de su familia... Si es que todavía les dice así.

Asintió y me acompañó adentro de la casa.

- Lena, hay alguien afuera que quiere verte -dije-. Pero si no querés verlos, no es oblugación.

Se levantó para ir conmigo hacia un lugar más privado.

- Son ellos? -preguntó sabiendo quiénes eran.

- Sí.

- Está bien... Creo que es momento de verlos.

- Segura?

- Sí, Nat, ya tengo que sanar esa parte.

Asentí y la acompañé.

Los rostros de Melina y Alexei se transformaron al vernos salir de la torre hacia la reja de entrada.

Abrí la puerta, insegura, mi hermana parecía más tranquila. Al encontrarse cara a cara, sin la reja de por medio, la abrazaron. Pude sentir la incomodidad de Yelena.

- Podemos ver a los nenes? -preguntó Melina-. Alexei no tuvo la oportunidad de hablar con ellos lo suficiente...

- Sí, pasen -respondí seria.

Nos siguieron hasta la cocina donde estaba Emma jugando con Peter y Kate. Cuando se dio vuelta y vio a Melina, corrió a abrazarla.

- Abuela...

Hacía mucho que no la escuchábamos decir así a alguien. La palabra abuelo no se oía desde la muerte de Tony, era un tema sensible para todos, pero habíamos aprendido a vivir con eso.

- Hola, amor -respondió Melina agachándose para estar a su altura.

Los mellizos vinieron corriendo, estaban jugando con Thor cuando se dieron cuenta de quién estaba con Emma.

Saltaron encima de Melina en un intento de abrazarla.

- Cuánto crecieron! -dijo riendo cuando ellos la soltaron y pudo verlos bien-. Sólo no nos vimos por unos meses!

- Te extrañaron mucho -dijo Wanda.

- Yo también los extrañé, muchísimo.

Melina saludó a mi novia cuando nuestros hijos se corrieron.

- Él es Alexei, mi esposo -dijo mi madre al ver que él estaba callado en un costado observando la escena.

- Hola -saludó él, algo tímido.

Los nenes lo saludaron, aunque no con tanto entusiasmo como a Melina.

- Se quedan a cenar? -preguntó Wanda.

- Si quieren... Nos encantaría, así podemos estar con ellos -respondió.

WANDA

Esa tarde, mientras hablábamos con Melina y Alexei tratando de poner a Alexei en contexto de cómo era la vida en la Torre y cómo estaban sus hijas, Sam propuso un juego:

- Hey quién quiere jugar dos verdades y una mentira?

Todos aceptamos y nos reunimos en la sala.

- Yo empiezo -dijo Emma-. Soy la hermana mayor... tengo ojos verdes y... Ayer casi me caigo de la terraza por intentar volar con mis poderes...

Nat la miró riendo.

- Buen intento, princesa, pero tiene que se algo más complicado que eso -dijo mi novia sonriendo.

- Eh... -comenzó Steve-. Nat, sus ojos son marrones...

Tardó en procesar la información.

- QUE CASI TE CAES DE DÓNDE? -preguntó dirigiéndose a Emma que estaba riendo al igual que los demás.

- La comida está lista! -gritó Thor.

- Salvada por la campana -dijo Nat yendo a la cocina.

Alexei perdió la timidez a lo largo de las horas que estuvieron con nosotros. Ya cuando terminamos de comer hacía chistes con Yelena. Sin embargo, Nat seguía medio insegura. Era entendible teniendo en cuenta que la última imagen que tenía de él era negativa, siempre había pensado sobre él como una mala persona, pero resulta que cambió. Quizás por Yelena, quizás por Nat y sus nietos, pero era muy diferente a lo que Nat me había descripto.

Cuando terminamos de comer, fuimos a la sala, donde nos sentamos para hablar. Emma se sentó entre Melina y Steve. Alexei estaba fascinado con las historias del "Capitán América" y a Rogers no le molestaba contarlas muchas veces.

- Bueno, me parece que ya es hora que nos vayamos a dormir -dijo Nat.

- Me parece que tenemos un pequeño problema con eso -respondió Melina.

Al verla, me di cuenta de que mis hijos ya estaban dormidos. Emma estaba acostada con la cabeza en su regazo, Billy dormía apoyando su cabeza en el hombro de su abuela y Tommy estaba en la misma posición que su hermana pero sobre Alexei.

Sonreí al verlos a los tres de esa manera.

- Me parece que les cayó bien el nuevo integrante -dije riendo.

Nat sonrió a su pesar.

- Si quieren hay habitaciones libres, es demasiado tarde para que se vayan -propuse.

- Sería conveniente... 

- Quédense, pueden? -preguntó Yelena, pero miró a Nat.

- Sí... Está bien -respondió mi novia.

- Dejame que levanto a Tommy -dije acercándome a mi hijo-. Lena, llevás a Billy a su cuarto, por favor?

Asintió y fue a levantarlo.

Melina se levantó del sillón con Emma en brazos.

- Dónde está su habitación ahora? -preguntó.

- La puedo llevar yo -dijo Nat. Estaba marcando su territorio otra vez.

Le lancé una mirada de advertencia, a lo que respondió:

- O podés llevarla vos, está bien...

Cuando Alexei y Melina subieron, yo fui detrás de ellos con Nat a mi lado.

- Sé que costó -le susurré.

- Un poco -respondió riendo conmigo.

- Está bien, sólo se quedan esta noche -dije.

Asintió y me dio un beso en los labios.


El comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora