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WANDA

A la mañana siguiente, fui con Nat a hablar sobre lo que le había sucedido a Emma.

- El pie?! Está bien? Voy a verla... Se le va a infectar la herida... -dijo a punto de subir.

- No, amor, dejala dormir, después la ves.

Claramente, mi novia no esperó mucho hasta ir arriba.

NAT

Subí a ver a mi hija, que ya estaba despierta para cuando llegué.

- Buenos días, brujita -dije sonriéndole.

- Buenos días, mamá -respondió dejando el celular en la mesa de luz.

- Puedo ver ese pie lastimado? 

- Mamá te contó?

- Puedo verlo o no? -insitistí.

- Respuesta por respuesta? -inquirió. Era una proposición que hacía cuando ambas hacíamos preguntas y ambas queríamos una contestación, pero como éramos las dos orgullosas, queríamos que nos contestaran primera. De esa manera nos asegurábamos de que si una respondía, la otra debía hacerlo también.

- Está bien.

- Sí, podés ver cómo tengo el pie. Ahora, mamá habló con vos? Qué te dijo?

- Son dos preguntas -dije.

- Por favor, respondeme -pidió con cara de pobrecita sobreactuada a propósito.

- Cómo voy a resistirme a esa carita de bruja? -pregunté sonriéndole, ella rio ante mi respuesta-. Sí, mamá habló conmigo y me contó que viste algo ayer, que tuvieron una pequeña discusión y que te lastimaste.

- Te dijo todo básicamente.

- Sí, porque sabe que no me lo ibas a contar por tu cuenta.

- Buen punto.

- Dejame ver cómo tenés -dije acercándome.

Le cambié las vendas lentamente, tenía demasiados cortes, tardarían en curarse.

Esa tarde, Lena se quedó con ella cuidándola, mientras yo salía con los mellizos hacia el lago.

Les encantaba ese lugar, era su favorito.

- Mamá, mirá! -dijo Billy.

Se refería a mí, claramente, Wanda estaba con Melina y Tony cocinando.

Me acerqué a donde estaba, señaló al cielo sorprendido por lo lindas que estaban las estrellas esa noche.

- Qué hermoso, viste? -le dije.

- Sí, son muy lindas. Una compañera del colegio me dijo que papá podría estar ahí en el cielo.

- Y vos qué crees?

- Puede ser... Es mejor que pensar que no está en ningún lado -dijo restándole importancia al asunto.

Se acercó a mí y me abrazó.

- Gracias por haber aparecido -susurró-. Tu mente está llena de amor por nosotros... Por mamá... Gracias.

Lo tomé en mis brazos y lo alcé para abrazarlo mejor.

- Te amo -le dije sin querer soltarlo.

- Hey, yo también quiero -pidió Tommy que llegó corriendo con sus poderes.

- Vení -dije y lo levanté también.

Se aferraron a mí con fuerza, traté de disfrutar el momento cuanto tiempo pudiera.

El comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora