El comienzo

39

NAT

Al pasar unos días que aprovechamos para descansar en Wakanda, sólo quedaba activar el guante, la parte más difícil. Bruce se ofreció como voluntario, lo usaría transformado en Hulk para que el impacto fuese menor.

- Nos quedamos sólo Bruce, Steve y yo en este cuarto -dijo Tony dirigiéndonos a la puerta-. Pueden aprovechar para hablar con sus hijos y ponerlos al tanto.

Asentí y salí junto a Wanda.

- Hola? -dije ni bien me atendieron desde la Base.

- Hola, Nat -dijo Kate.

- Kate, cómo estás? Está Emma?

- Sí, está acá al lado mío pero está dormida.

- Los nenes?

- Jugando en el comedor, querés hablar con ellos?

- Dale, si se puede.

Escuché sus pasos hasta que me saludó uno de mis hijos.

- Hola, mamá, soy Tommy.

- Hola, amor, cómo están? 

- Bien, estábamos por almorzar lo que cocinó Kate.

- Qué bueno. Despierten a su hermana así come con ustedes y díganle gracias a Kate que cocinó.

- No sé si Emma va a querer comer, estos días no vino a la mesa con nosotros.

- No?

- No, Kate le insistía, pero no sé si le gusta comer con nosotros...

- No es por ustedes, amor, te lo aseguro, seguramente está angustiada por algo, así que traten de animarla, ya voy a hablar con ella. Mandale saludos a Billy y pasame con Kate.

Lo escuché llamando a Kate que al parecer se había ido mientras hablaba con mi hijo, ella tomó el teléfono.

- Emma sigue dormida -dijo ella.

- No pasa nada, después la despertás para comer. Pero quería saber cómo va ella, me dijo Tommy que no está muy bien.

- Está bien pero no quiere ir a cenar con nosotros, muy de vez en cuando almuerza porque le insisto. Está muy preocupada.

- Entiendo... Gracias por intentar cuidarla, en serio...

- Lo hago porque la amo, Nat, quiero que esté bien -lo sentí sincero, y sonreí.

- Lo sé, por eso te digo gracias. Y, la próxima vez que pase mandame un mensaje o decile que me llame, quiero que sepa que estamos bien y que no va a pasar nada malo, igual lo más probable es que no falte mucho para que volvamos.

- Está bien, espero que les vaya bien en la misión. Tengo que despertar a Emma porque ya está la comida.

- Bueno, los amamos, chau.

- Nosotros también, chau -respondió.

- Qué dijeron? -preguntó Wanda que se había ido a buscar una campera mientras yo hablaba.

- Emma está caída, no va a comer con ellos la noche y muy pocos almuerzos...

- Sabés por qué es... Tiene miedo que pase lo que pasó con Visión... -dijo acariciándome el hombro. 

- Sí, lo sé. Sólo quiero que esto termine y volver a casa con ellos... -respondí.

- Ya falta menos, amor -dijo abrazándome.

WANDA

Cuando Bruce hizo el chasquido, se sintió por todos lados, me aferré a Nat todo lo que pude.

- Tranquila, ya pasó -dijo acariciándome la espalda.

Hubo un rato de silencio, teníamos miedo de lo que pudo haber pasado, pero salió Tony con Banner convertido en Bruce y el brazo lastimado.

- Lo hizo, pero fue demasiado poder. Lo bueno es que podrá sanar -dijo Tony llevándoselo al laboratorio.

De pronto se oyeron gritos afuera.

Tardamos unos segundos en recalcular qué había pasado.

- La gente volvió a aparecer -dijo Steve.

Lo acompañamos afuera, donde efectivamente había comenzado a aparecer toda la gente.

- Papá... -dijo Yelena-. El tiene que haber vuelto...

- Sí, ya lo sabremos cuando lleguemos, andá a avisarle a Melina que está con Pepper -respondió Nat sonriendo.

- Se vienen tiempos difíciles -dije cuando Lena se fue.

- Sí... Toda la gente que va a necesitar explicaciones...

- Me refería a Melina y Alexei... Van a tener que decirle la verdad a Lena...

- Oh... Es verdad... Bueno, ya habrá tiempo para eso... Ahora hay que volver a casa.

La vuelta en la Nave fue llena de llamados. Tony contactó con Peter Parker, también mandó a construir un reconocimiento a Stephen. Todos llamaron a sus familias, Clint lloraba al hablar con sus hijos que habían reaparecido.

Al llegar a casa, era de madrugada, por lo que no queríamos hacer mucho ruido, pero era casi inevitable. Saludamos a todos y nos fuimos al cuarto de los mellizos, donde los encontramos dormidos. Luego al de Emma, que para nuestra sorpresa estaba dormida al lado de Kate. Nat las miró extrañada, pero yo ya sospechaba que alguna vez pasaría que las encontraríamos juntas, era cuestión de tiempo y me gustaba que mi hija estuviese acompañada.

- Vamos a dormir -dije tomando la mano de Nat-. Mañana hablamos con ellas.

Asintió y me siguió a nuestro cuarto.

Al día siguiente, fuimos a despertar a nuestra hija ni bien nos despertamos. Kate ya se había levantado y estaba en la cocina, luego la saludaríamos.

Mi novia quería saltar sobre ella para que fuese sorpresa, pero yo no lo iba a permitir, me parecía demasiado violento. Por lo que me senté a su lado y le canté una canción de cuna sokoviana que le cantaba cuando era bebé. Le acaricié el pelo, hasta que comenzó a abrir los ojos.

Se abalanzó sobre mí ni bien me vio y comenzó a llorar.

- Pensé que iba a pasarles algo... -sollosó.

- No, amor, estamos acá -dije sin soltarla.

Nat se acercó y nos abrazó.

- Están acá -confirmó nuestra hija.

- Sí, princesa -respondió mi novia.

Se quedó en mis brazos sin hablar. 

- Vamos a desayunar? -preguntó Nat acariciándole la espalda a nuestra hija.

Ella se separó de mí y asintió.

Bajamos las escaleras y nos encontramos con los mellizos que corrieron a abrazarnos.

- Hola, amor -dije levantando a Billy en mis brazos mientras Nat tenía a Tommy.

Luego saludamos a Kate que no se esperaba que la abrazáramos, pero lo hicimos. 

Desayunamos todos juntos, menos Tony que fue en busca de Peter. 

- La abuela? -preguntó Emma.

- Fue a buscar a Alexei -respondió Nat-. En un rato vienen.

- Vamos a conocer al abuelo? -preguntó Tommy.

- Sí, pero primero voy a tener que hablar con él para informarle todo lo que Melina aún no le haya dicho -dijo mi novia-. Acaba de volver tras muchos años y hubieron demasiados cambios, como que por ejemplo, yo lo deje ver a Yelena, lo cual tiene sus límites por ahora, claro.

Su hermana revoleó los ojos tras el comentario de Nat, pero no pareció darle demasiada importancia.