38

91 13 0
                                    

EMMA

La primera noche que nos quedamos los cuatro en la Base se sintió rara. Estábamos acostumbrados al ruido, a la gente caminando por todos lados de la casa, pero ahora todo estaba en silencio.

Yo estaba en el sillón, con las rodillas pegadas a mi pecho, mirando una película sin mirarla en realidad. Estaba esperando a que mamá me llamara para quedarme tranquila y no seguir pensando que algo pudo haberles pasado. Recién había acompañado a mis hermanos a su cuarto luego de que cenaran, yo decidí que por esa noche pasaría, no tenía ganas de hacer casi nada.

De pronto sentí que alguien me tocó el hombro. Era Kate que me extendió una taza con una bebida caliente.

- Tomá, vi que no cenaste, así que te hice un chocolate caliente, espero que te guste... -dijo. Cuando se ponía nerviosa hablaba mucho, por lo que noté que evitaba mi mirada-. Si querés otra cosa, puedo preparar té, o café...

Sin dejar que dijera nada más, la acerqué tomándola del cuello de su remera y le di un beso en los labios.

Ella estuvo a punto de tirar la taza.

- Perdón... Quizás fue muy rápido... -dije, ahora yo era la insegura.

- No, fue perfecto -respondió y dejó la taza sobre la mesa ratona antes de besarme otra vez, un beso más largo.

- No sé por qué tardamos tanto en hacer esto -dije sonriéndole.

- La verdad que yo tampoco lo sé -respondió sonriendo también.

En ese momento sonó el teléfono, yo estaba agitada así que traté de calmar mi respiración para que no se notara.

- Hola, mamá? -dije al teléfono, sin alejarme de Kate.

- Hola, amor, cómo va todo allá?

- Bien, los nenes ya se durmieron.

- Ah... Quería saludarlos a ellos también. Bueno, mañana les hablo. Ustedes dos cómo están? Kate ya se durmió?

- Estamos bien, íbamos a ver una película.

- Bueno, las dejo tranquilas entonces.

- Pará, mamá, cómo les está yendo a ustedes?

- Todavía no empezamos, estamos en la nave descansando por el viaje largo. Vinimos a un lugar cercano a Wakanda para unir nuestras fuerzas y tener más ayuda por las dudas, a parte no queríamos que alguien nos localizara cerca de ustedes, así que mañana empezamos.

- Está bien. Si pueden llamar seguido, así nos mantienen al tanto...

- Sí, amor. Esperá que mamá quiere hablar con vos -dijo Wanda y me pasó con Nat.

- Hola, princesa, cómo estás? -preguntó la voz de mi otra mamá.

- Bien, vos? Están listas para la misión?

- Sí, va a salir todo bien. Los mellizos están dormidos ya? 

- Sí, después de cenar se durmieron.

- Vos cenaste? -preguntó y yo comencé a sospechar algo.

- Nos ven por las cámaras de Friday? -pregunté.

- No, brujita, no seríamos capaces de irrumpir así su privacidad. Sólo que te conozco lo suficiente como para saber que si estás preocupada no vas a cenar.

- Igual, Kate me preparó una chocolatada...

- Está bien por hoy, decile que le agradezco por mantener viva a mi hija porque si fuese por vos... -dijo con una pausa dramática-. En fin, vayan a dormir, sí, arañita? Hoy debió de haber sido un día agotador con los nenes y la despedida, así que duerman y mañana las llamamos. 

- Bueno, que descansen.

- Ustedes también, amor, mandale saludos a Kate.

Esa noche, nos fuimos a dormir juntas sin decir nada más.

Al otro día, mientras cocinábamos con Kate mientras mis hermanos ponían la mesa, se me ocurrió hacer LA pregunta.

- Somos amigas, verdad? -le pregunté a Kate.

- Sí, obvio -respondió mientras cortaba las papas.

- Somos más que amigas?

Entonces dejó lo que estaba haciendo y me miró.

- No... Digo... No estamos románticamente ensambladas por siempre... Sólo amigas.

- Sí, sí, sí, claro... Obvio... Pero a veces compartimos una sábana cuando vemos una película juntas...

- Eh... Sí... Pero eso puede ser una cosa platónica...

- Obvio. Obvio. Pero hubo una vez en la que compartimos esa bebida y la tomamos con dos sorbetes...

- Sí, pero no es sobre esto.

Tenía que contener mis ganas de reír por lo nerviosas que estábamos.

- A veces estamos caminando juntas y nos damos la mano.

- Amigos platónicos pueden hacer eso.

- Me diste una joya de corazón para mi cumpleaños.

- Eso no es algo gay... A la gente le gustan los corazones.

- Ok, pero cuando tengo frío vos me dejás sentarme arriba tuyo y abrazarnos.

- Sólo no quiero que te dé hipotermia.

- Fuimos a un montón de fiestas juntas de la mano.

- Como amigas!

- Dormimos juntas casi todas las noches.

- Como roomates!

- Y qué sobre esa vez que ambas estábamos en un trampolín y yo me acosté sobre mi espalda y vos hiciste lo mismo a mi lado, y ambas miramos al cielo y hablamos de la vida?

Entonces se dio cuenta y sonrió.

- Oh, claro...

Reí con ella.

Sin darnos cuenta, me acerqué demasiado a ella y la besé, sin pensar siquiera en lo que pasaba. Ya nos habíamos besado antes, pero este beso, tras esta conversación, fue diferente. Sus manos se posicionaron en mi cintura y me atrajeron aún más hacia ella.

Entonces recordamos a mis hermanos en la cocina y nos separamos un poco.

- Después seguimos -dije sonriendo.

WANDA

La misión salió bien, nos quedaríamos en la nave hasta que todos pudieran volver, luego iríamos a casa hasta que decidiéramos quién haría el chasquido.

Poco a poco fueron entrando lo que iban volviendo, hasta que llegó Wong con la gema en la mano pero sin Dr. Strange.

- Qué pasó? -pregunté parándome.

- Él... Había que sacrificar un alma para obtener la gema...

Todos entendimos sin necesidad de que siguiera hablando.

Se hizo un silencio terrible hasta que me di cuenta.

- Él sabía que alguien tendría que morir... Por eso dijo que iría él cuando nos propusimos nosotras -dije mirando a Nat-. No quería que nosotras tuviésemos que sacrificar a alguna,,,

Le agradecí tanto internamente a Stephen, nos salvó de tener que morir.

Abracé a Wong.

- Gracias por ir... Sé que debió haber sido difícil -dije.

- Lo fue, pero si sirve para traer a todos devuelta, valdrá la pena -respondió.

El comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora