Capítulo 2 - Chats que se filtran

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Juego con los dedos de mis manos mientras la televisión se refleja en mis ojos, presiono mis labios en lo que el presentador de noticias que parece lo han despertado para ir al lugar del accidente, narra como mi jefa perdió el control del vehículo y se desbarrancó de la carretera que rodea el bosque, cayendo casi veinte metros.

—Están los familiares allí —susurra Aiden mientras en vez de ver la televisión me mira a mí —Deberían dejar a la familia tranquila, ¿Cómo pueden estar las cámaras en un momento así? Joder.

—Ya no quiero ver más —tomo el control remoto del televisor, la apago y me abrazo a la almohada —¿Qué hora es?

—Las 3:36 am —dice Aiden soltando un bostezo —¿Crees que pueda... recostarme en el sofá o algo así?

—Claro —digo, quedándome encima de las frazadas, volteándome mirando a la izquierda y cerrando los ojos, tengo mucha tristeza por Elizabeth, pero no he llorado, no suelo llorar mucho así que supongo que mi forma de demostrar la tristeza es manteniendo silencio y sin ganas de querer hablar.

—O quizás pueda quedarme acá —Aiden toma una de las frazadas sueltas y se la sube encima, mira hacia la ventana y yo comienzo a escuchar su respiración —No has hablado de cómo te sientes.

—No quiero hablar de eso —digo —Siento que es una pesadilla.

—Bueno... podemos cambiar el tema si te parece.

—¿No se supone que tenías sueño? Te vi bostezar.

—Ya pero —él ríe de manera pequeña —Hace mucho que no charlaba contigo, quiero saber en qué estás, ¿Es cierto que te matriculaste para estudiar medicina?

—Si —humedezco mis labios —Trabajé todo el verano para pagar las primeras mensualidades, debo buscar ahora un trabajo de medio tiempo que me ayude con eso —Mi Madre trabaja por turnos, cada 12 días viene a casa y luego desaparece por otros 12, ella se esforzó mucho para conseguir el dinero de la matricula, desde un comienzo yo quería tomarme un par de años para trabajar y juntar un fondo de dinero para estudiar, pero ella se rehusó a la idea, terminando el año escolar de inmediato me hizo matricularme en la universidad, dijo que aunque ella tuviera que tomar turnos extras, yo me convertiría en doctor.

—Tu Mamá es increíble —dice Aiden con un susurro —Yo a veces pienso que estoy olvidando a los míos, murieron hace ya unos años, no tantos, pero aún así siento que sus voces en mi mente no suenan como realmente eran —Los Papás de Aiden murieron cuando él y yo teníamos 14 años, ahora ambos tenemos 18, por lo que igual entiendo porque empieza a olvidarlos un poquito.

—Tus Papás van a estar siempre, Aiden, recuerdes como hablen o no, ellos eran fabulosos.

—¿Recuerdas esa vez que estábamos en mi casa y me ayudabas a darle agua a las plantas del jardín? —él se voltea para verme la espalda, por lo que yo también me volteo y mis ojos admiran su cabello rubio largo despeinado —Comenzamos a mojarnos, y mi Mamá nos regañó, y Papá te dio de mi ropa, y luego nos prepararon pan tostado con mantequilla derretida, joder, era algo tan sencillo pero delicioso.

—Lo recuerdo —fue una de las últimas veces que estuve con sus Padres —Me quedé con tu sudadera roja y nunca te la devolví —Aiden asiente mientras sonríe, muerdo mi labio inferior y trato de pensar en otra cosa para sacármelo a él (en mi cama) de mi mente —¿Recuerdas cuando queríamos ir al cine a ver la nueva película del Capitán América? Mi Mamá no quería dejarme ir porque tendría que faltar a clases para el estreno de medio día, y tu Mamá llamó haciéndose pasar por la mía y me dejaron salir.

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