GABRIEL
Estaciono mi auto cerca del parque, me bajo y camino despacio, no necesito buscar mucho, sé que voy a encontrarlo donde las últimas tres veces que se ha perdido y lo he hallado.
—Hola —tomo asiento a su lado, Leopoldo se limpia unas lágrimas de sus mejillas y me sonríe con algo de falsedad.
—¿Qué haces acá?
—¿Qué haces tú acá? Llevas viniendo a ver a tus Padres por varios días seguidos, ¿Estás pensando en ir a hablarles?
—No —susurra agotado —Cada vez que los veo, siento que son demasiado felices, no puedo llegar yo con toda la mierda a cagarles la vida.
—Ay Leopoldo no hables así, no eres un problema, eres alguien maravilloso.
—Además no tengo donde caerme muerto, van a creer que los busco por interés.
—Te aseguro que eso no es cierto, deja de hablar así, santo Dios —me pongo de pie y le doy mi mano —Anda, vamos a casa.
—Me voy a lo mío, ya no quiero estar más aprovechándome de la amabilidad de tu primo.
—Pero Leo...
—Tengo mis cosas acá —miro a un costado de la banca, y me sorprendo de no haberme fijado antes del bolso con ropa que le acompaña —¿De verdad te vas?
—Es mejor que esté solo.
—Estoy enojado contigo —admito —Dijiste que querías ir a terapia, pero no has aceptado ninguna cita de los psicólogos que te recomendé.
—Son demasiado caros.
—Pero te dije que eso no es problema.
—Gabi —Leo se pone de pie, me toma las mejillas con sus manos y me mira a los ojos —Gracias, de verdad, pero no quiero aprovecharme más, voy a estar bien, te lo prome... —una pelota de soccer llega con lentitud a nuestro lado, Leo se agacha para tomarla y casi se le cae al suelo cuando su hermano pequeño corre hacia nosotros, seguido por su Padre.
—Tranquilo —susurro, tratando de que él no se desmaye —Respira, inhala y exhala.
—Hola —dice el pequeño.
—Se... se te ha escapado —dice Leo sonriendo de forma muy pequeña.
—Ya, ¿Sabes jugar?
—Yo...
—Dalton, no molestes al joven —ríe el mayor, llegando hasta Polo, quien le da el balón de soccer y este le agradece —Perdona las molestias.
—Eh... eh... tranquilo.
—¡Pero Papá! ¿Ustedes dos no quieren jugar?
—Dalton, ya, nos vamos a casa, es demasiado tarde —el pequeño hace un puchero y yo sonrío al verlo, es tan parecido a Polo que se me hace tierno imaginármelo de pequeño —Buenas noches.
—Adiós —dice Leo, ellos dos se alejan, al desaparecer Leo rompe en llanto y se aleja de mí.
—Espera, amor... —corro para alcanzarle, está sufriendo un ataque de pánico, le ayudo a que tome asiento en el auto, le doy una botella de agua y hago ejercicios de respiraciones en conjunto para que se calme —Suficiente, salgamos de acá —Sé que llevarlo a mi casa solo le ocasionará más molestia, por lo que accedo llevarlo a su hogar, pero con la condición de que me deje acompañarlo toda la noche.
LUCK
1 mes después:
Pasan las semanas, y empiezo a creer que las cosas se calman, Cris dice que los detectives ya no están tan interesados en investigarnos, los micrófonos ya no los escuchan, quizás eso quiere decir que la coartada funciona.
Salgo de la Uni, me doy cuenta que he olvidado unas libretas que necesito para estudiar, regreso hasta mi casillero y me encuentro con Andrés que va corriendo hacia la salida.
—¿Qué te sucede? —pregunto preocupado.
—Han tomado a los tipos que mataron a mi Padre —dice con una expresión que yo podría traducirla entre alegre y alentadora —Los tienen, por fin los tienen.
—¿En serio?
—Los tienen en la comisaria ahora, tengo que ir a reconocer los rostros, iré —Andrés corre y se pierde de mi vista, apresurado saco mis cosas para marcharme, me junto con Aiden y Jordan en el centro para poder ir a comer algo juntos, Jordan dice que Cris no le ha respondido los mensajes en todo el día, que ni siquiera tiene señal de recepción.
—¿Qué mierda pasa?
—Quizás tiene dañado el móvil.
—O quizás no quiere hablarte —bromeo, Jordan me cachetea de forma falsa y reímos mientras caminamos de regreso, al casi llegar a casa alguien se me lanza encima por la espalda, todas mis cosas se caen al suelo, me volteo un poco y veo que nos han tomado, a los tres, siento un pitido en mi oído izquierdo, escucho que dicen mi nombre completo, y el de Allen —¿Qué... que pasa?
—...asesinato de Allen... arrestado... guardar silencio... —escucho muy poco, pero lo que logro entender es suficiente para darme cuenta de que nos han tomado, finalmente pasó, nos tienen.
LEOPOLDO
Llego a mi casa después de hacer las compras, y con eso me refiero a una puta leche, puré de papas procesado y una mantequilla, con eso espero poder comer al menos unos tres días, lanzo la bolsa sobre la mesa y veo que la luz del comedor está encendida.
—¿Gabriel? —pregunto curioso, camino hacia allá y veo a mis Padres sentados en el sofá, junto a Gabi, el hombre mayor se pone de pie junto a ella, pero es él quien camina hacia mí, me mira a los ojos por unos segundos que parecen eternos, y luego me saluda.
—Hijo... —susurra.
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¿Estás Mintiendo?
Teen FictionCuando tenía 14 años, a Luck le comenzó a hablar un chico misterioso por mensajes de texto, se volvieron amigos muy rápido hasta que los mensajes se hicieron públicos en el Colegio y todo el mundo supo que él estaba enamorado de Aiden, su mejor amig...