¿Estás Mintiendo?

Capítulo 31 - Las peleas

LUCK

Presiono mis labios con algo de incomodidad y miedo cuando veo los puñetazos que le llegan a Aiden en el rostro, está en el ring de pelea tratando de ganar algo de dinero para devolverle a esos matones imbéciles que se presentaron en su casa hace unas noches atrás, Aiden cae al suelo, se levanta muy rápidamente y le da tres puñetazos al tipo, dos en el rostro y uno en el estómago, el hombre cae al suelo y Aiden gana la pelea.

Jordan le ayuda a bajarse del ring, le empieza a limpiar la sangre del rostro mientras yo me acerco y trato de... nada, no sé hacer nada, de verdad en estas situaciones soy completamente inútil.

—¿Cuánto dinero hemos hecho? —le pregunta Aiden a su mejor amigo.

—Pues... un diez por ciento de toda la deuda, nos faltan como 9 peleas más para que tengamos el dinero.

—Mierda.

—Hay otra pelea ahora —dice Jordan.

—No, claro que no, me voy a casa, mañana seguiremos con lo demás.

—En realidad yo voy a pelearla —dice él, con Aiden nos volteamos hacia Jordan, él algo indeciso levanta los hombros con resignación y se aparta de nosotros.

—No hermano, los tipos que están acá son feroces, yo apenas puedo ganarles.

—Todo esto es mi culpa, si no me hubieran acompañado a ayudar a Leo, nada de esto estaría pasando —yo niego de inmediato.

—Debemos irnos a casa, es muy tarde, son casi las dos de la mañana, tengo Universidad, tú trabajo en el Supermercado, y Aiden un montón de golpes que necesitan descansar.

—Pero...

—Nos vamos, Jordan —Aiden se pone de pie, toma a su amigo del brazo y lo empieza a llevar a la salida del lugar —Ya ordenaremos mejor todo esto.

—Si, porque no vas a pelear todas las noches tú.

—Sobre eso —le respondo a Jordan —¿Y Leopoldo? ¿No puede pelear para ayudarnos con el dinero?

—Creo que también debería estar acá —me responde —Vamos a formar un equipo, voy a ir a su casa mañana.

—Hablemos de eso después, me duele todo —Caminamos hasta que aparece nuestro Uber, nos quedamos en mi casa, Jordan en la cama de mi Madre y Aiden conmigo, el cual agotadisimo se duerme de inmediato.

Le acaricio la mejilla mientras está dormido, lo despierto sin querer, me arrepiento de haberlo molestado, pero Aiden se me acerca, me abraza y esconde su cabeza en mi hombro, vuelve a quedarse dormido, mis ojos solo pueden ver el destello de la luna en su cabello rubio largo, me duermo un poco preocupado, pero por suerte Aiden está seguro a mi lado esta noche.

GABRIEL

Trato de probar la comida que estoy haciendo, nunca he sido bueno para cocinar arroz, muchas veces me queda como puré, o muy duro, o se me quema, o me falta sal, nunca me sale perfecto, nunca, por eso es algo que siempre tengo eliminado de mi menú. Aunque hoy nuevamente hice el intento.

Andrés llega a la casa desde la Universidad, sirvo la comida de inmediato, no parece molestarle mucho el sabor del arroz, es una suerte, aunque él nunca se queja de lo que cocino, siempre dice que está delicioso y agradece al terminar.

—¿Qué vas a hacer mañana en la noche? —me pregunta mientras limpia la cocina.

—Estaba pensando ir al cine, quiero ver la nueva película de...

—¿Solo?

—Bueno, ¿Tienes planes?

—Gabi, te quiero mucho, pero tú sabes que necesitas amigos, ¿Cierto? O sea, me encanta estar contigo, pero vivimos juntos, creo que te haría genial conocer gente.