Entrecierro mis ojos porque comienzo a quedarme un poco dormido, me doy una bofetada mental ya que no puedo dormir en clases, veo al profesor hablar de algo que realmente no entiendo mucho, voy a esforzarme en estudiar la materia que está enviando al correo porque creo que hoy no aprendí nada de nada.
Miro a mi derecha, Allen tiene la misma cara de cansancio que yo, él bosteza y me hace reír, luego hace con sus dedos como si estuviera jugando con la switch, yo asiento y él sonríe. Paso mi media hora de descanso jugando con él en los sofás del área de recreación, luego volvemos a nuestra última clase del día, Allen toma asiento a mi lado y yo le presto un bolígrafo azul porque a él se le ha caído del bolso.
Al terminar caminamos juntos por el estacionamiento, río porque Allen es muy gracioso, su cabello no se mueve cuando él agita su cabeza debido a la risa, y eso hace que yo sonría, me detengo cuando frente a mi camioneta veo a Aiden, él me mira algo enfadado, da un par de pasos adelante y se detiene cuando yo llego a mi vehículo.
—Bueno... —balbucea Allen —Te veo luego, ¿Vas a ir a la fiesta de iniciación?
—No creo la verdad —Aiden me mira misterioso.
—Anda, yo voy a ir —él me guiña la mirada y sale por la entrada del estacionamiento, Aiden gira un poco su rostro y sonríe con maldad.
—Supongo que ahora te gustan los chicos buenos.
—¿Qué se supone que haces acá?
—Vengo por tú teléfono, te dije que lo llevaría a reparación —ah, por la pantalla rota.
—Yo dije que no era necesario.
—Ya, pero es culpa mía, por favor, conozco un buen sitio, no tardarán más de diez minutos —presiono mis labios, veo la hora, son casi las cinco de la tarde, mi hermana ya debe estar en casa.
—De acuerdo, pero rápido porque mi Mamá regresó y quiero cenar con ella —él asiente, se sube a mi camioneta y yo conduzco según lo que él me indica.
Aún no soy muy bueno ubicándome en la ciudad, mi camioneta no es nueva, conmigo tiene algo de dos meses, tenía ahorros y se la compré a un compañero de clases, a él por su graduación le dieron una nueva, yo me quedé con Olivia, así le he puesto, porque es del color del álbum Sour.
Recuerdo lo mucho que discutimos con mi Mamá por Olivia, se suponía que el dinero era para la matricula de la Universidad, pero yo había decidido ya no estudiar, todo cambió cuando me dieron la beca que no esperaba recibir y mi Mamá se comprometió a pagarme la mitad de la matricula, yo debía trabajar todo el verano para pagar la otra.
—¿Quién se supone que te enseñó a conducir? —ríe Aiden.
—Andrés —confieso —Pasó las últimas tres semanas que estuvimos juntos enseñándome.
—¿Y luego?
—Luego... —luego rompió conmigo, por allí por la mitad de enero —Luego saqué la licencia.
—¿Por qué terminó lo tuyo con ese imbécil?
—Andrés no es ningún imbécil —digo entre dientes.
—Es un imbécil por haber terminando contigo —miro a Aiden, él mantiene una seriedad en su rostro que hasta me saca de mis pensamientos —Como sea, es acá, detente acá.
Entramos una tienda rarísima, llena de grafitis, música a todo volumen y gente con tatuajes.
—Dime por favor que no me trajiste a donar un riñón.

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¿Estás Mintiendo?
Teen FictionCuando tenía 14 años, a Luck le comenzó a hablar un chico misterioso por mensajes de texto, se volvieron amigos muy rápido hasta que los mensajes se hicieron públicos en el Colegio y todo el mundo supo que él estaba enamorado de Aiden, su mejor amig...