GABRIELFreno muy lentamente, miro mis manos y están más pálidas de lo normal, el frío hace que mi sangre no circule con normalidad, o eso es lo más inteligente que se me ocurre en este momento, me bajo de mi auto, unas gotas de llovizna caen en mi nariz y cabello, mientras camino por el callejón voy escuchando ruidos de las peleas, me mezclo entre la gente para llegar cerca del ring de pelea, no veo a Leo por ninguna parte.
Camino hasta la zona de apuestas, veo el tablero negro escrito con tizas, no está su nombre, pero hay algo al fondo como un rayón, como si hubieran borrado algo de último minuto.
—Hola —me dice una voz que conozco, me volteo aterrado justo cuando la lluvia comienza a escucharse con más fuerza en los tejados de alrededor —Que sorpresa verte por acá.
—Solo vine a ver si Leopoldo estaba bien.
—Yo soy un hombre de palabra —el matón al cual Leo le debía dinero se me acerca —camina conmigo un segundo —él me rodea con su brazo, me lleva hasta atrás del lugar y me suelta —¿Qué haces por acá exactamente?
—Ya te lo dije, buscando a Leo.
—Lo llamamos, dijo que no quería venir, incluso ya teníamos su nombre en la tabla.
—¿Le dijeron que estaba todo bien? ¿Qué ya no lo buscaban para matarle?
—Yo nunca le dije que lo mataría, eso es una acusación muy grave —él se me acerca, el tipo pone su mano en mi cintura, yo trato de alejarme, pero lo único que logro es chocar mi cuerpo con la pared que hay detrás de mí —¿Qué tiene ese hijo de puta que te vuelve tan loco?
—No estoy loco por él.
—Pagaste todo el dinero que nos debía, obviamente estás muy caliente con él.
—Eso no es asunto tuyo —lo alejo de enfrente de mí con un empujón, él se encabrona de inmediato, se me acerca para hacerme algo malo, pero entonces Leo se pone en medio de nosotros dos.
—¿Qué mierda está pasando acá?
—Quítate de encima, esto es entre Gabriel y yo —dice el matón, tomando a Leo de la remera, pero él quita su puño de encima y lo empuja para atrás.
—Pues si tienes cosas que tratar con mi novio, pues también me involucra a mí—casi me caigo al suelo al escucharlo, la lluvia no deja de caer y sonar más fuerte que antes, pero siento un silencio en mi mente como nunca antes, ha dicho eso solo para defenderme, pero aun así ha sonado real para mí.
—Quiero que se larguen —vuelvo a prestar atención a la conversación —Leo no quiero volverte a ver en este callejón, ahora que la deuda está saldada no me dan ganas de seguirte viendo la cara.
—Pues lo encuentro genial porque yo tampoco pienso volver acá —Leo me toma del brazo, me lleva con él hasta la salida del callejón, podría explicarle todo, pero me quedo en silencio, sé que cualquier cosa que diga hará que él se enfade mucho más conmigo.
Él me suelta al salir, empieza a caminar hacia su casa, pero yo corro para que no se marche.
—Espera un segundo.
—¡Dijiste que no te ibas a meter en todo eso!
—Yo no...
—No te atrevas a mentirme porque serías un hijo de puta, sé perfectamente lo que hiciste ayer por la noche.
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¿Estás Mintiendo?
Teen FictionCuando tenía 14 años, a Luck le comenzó a hablar un chico misterioso por mensajes de texto, se volvieron amigos muy rápido hasta que los mensajes se hicieron públicos en el Colegio y todo el mundo supo que él estaba enamorado de Aiden, su mejor amig...