JORDANSalgo de ducharme, con solo una toalla rodeándome la cintura, corro a mi cuarto y empiezo a vestirme, miro por la ventana y veo que está bajando la temperatura del clima, y pretendo quedarme hasta tarde en la calle, así que busco mi chaqueta favorita, pero tiene las mangas algo gastadas, presiono mis labios y pienso en sí debería usarla o no, mis pies se mueven solos y entro al cuarto de Aiden, él está leyendo un libro sobre la cama mientras espera que Luck llegue a casa.
—Oye, ¿Puedo pedirte un favor?
—Claro hermano, lo que tú quieras.
—¿Podrías prestarme tu chaqueta negra? La de cuero —él levanta la mirada y sonríe con maldad —No me mires así por favor que después tengo pesadillas.
—Me ofendes, ¿Y aun así quieres que te preste mis mejores cosas?
—Anda, por favor —él asiente mientras ríe, yo casi corro a su armario y tomo la chaqueta, me veo en el espejo y me gusta como luzco, espero que a él también le guste.
—Entonces —dice Aiden —¿Dónde vas a ir con esa chica?
—No lo sé —respondo de manera pensativa, debería decirle a Aiden todo lo que sucede, no entiendo por qué se lo oculto.
—Oye, yo esta noche... —balbuceo un poco, Aiden me presta atención, pero luego escuchamos que la puerta de la casa se abre, Luck llega con dos cajas de pizza, me invita a comer, pero yo lo rechazo educadamente, se sorprende al oír que tengo una cita, pero se me acerca para arreglarme el cabello y prestarme una de las pulseras que está usando.
—Combinan con tu ropa —Lucky me guiña la mirada, veo la hora y casi me ahogo con saliva, estoy por llegar tarde.
Salgo de casa y camino apresurado hasta el centro comercial grande de la ciudad, entro por la parte trasera y me ubico justo al frente del cine, faltan quince minutos para que empiece la película, decido entrar y pedir cosas para comer mientras tanto, cuando ya es la hora y estoy sentado afuera con porciones grandes de palomitas, bebidas y nachos con queso, me mantengo tan nervioso que ni siquiera me doy cuenta que ya pasaron cinco minutos desde que comenzó la película, y Cristóbal no ha llegado.
A los diez minutos empiezo a preocuparme, pero a los quince ya entiendo todo, no va a venir, fue toda una maldita broma, me pongo de pie y empiezo a caminar hacia el bote de basura, estoy por tirar las cosas cuando alguien muy apresurado se detiene a mi lado.
—¡Hola! —dice entre respiraciones —perdón, mil veces perdón, me atrasé mucho.
—Pensé... que ya no venías —digo en voz baja, sin ninguna sonrisa.
—Me salió más trabajo del que creí, por favor, perdón.
—Vale, yo... —No sé qué estoy diciendo —La película ya comenzó, hace como veinte minutos.
—Ven —por un segundo creí que me tomaría de la mano, pero no, en realidad Cristóbal me toma del brazo y me lleva casi corriendo a la sala del cine, buscamos nuestros lugares entre la oscuridad y tomamos asiento, yo le doy las cosas que compré, él me sonríe y siento un calor en mi estómago, me abrigo lo suficiente con la chaqueta de Aiden y empiezo a ver la película, pero cada cierto tiempo lo veo a él.
Cristóbal tiene el cabello castaño, muy liso, se lo peina para ambos lados, sus pestañas son largas, cuando cierra los ojos parecieran que son falsas, pero no, son de él, cada vez que ríe con un chiste de la película se muerde su labio inferior al terminar de sonreír, y prefiere lo salado a lo dulce, porque se ha terminado los nachos primero antes que las palomitas.
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¿Estás Mintiendo?
Teen FictionCuando tenía 14 años, a Luck le comenzó a hablar un chico misterioso por mensajes de texto, se volvieron amigos muy rápido hasta que los mensajes se hicieron públicos en el Colegio y todo el mundo supo que él estaba enamorado de Aiden, su mejor amig...