Capítulo 29 - No voy a darle tiempo a imbéciles

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En estos momentos me arrepiento de haber vendido mi camioneta, ya que corro lo más rápido que puedo al centro para llegar al incendio, tomo un taxi a mitad de camino cuando aparece uno, al llegar puedo ver que los bomberos ya están terminando de apagar el fuego, por lo que alcanzo a observar de afuera, se ha incendiado parte de la bodega, intento caminar hacia la entrada para poder buscar a Gabriel, pero no lo veo por ninguna parte, y los bomberos tampoco me dejan acercarme mucho, encuentro en la calle una ambulancia, allí me encuentro al chico, respirando a través de un tubo de oxigeno, pero sentado a la orilla de una camilla y viéndose saludable.

—¡Gabi! —grito, me acerco rápido y él sonríe al verme —¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

—Estoy... bien —se demora un poco en hablar, le duele la garganta —Ha sido solo un susto.

—¿Qué estabas haciendo tan tarde en la biblioteca?

—Ordenando —presiona sus labios —va a llegar nuevo stock mañana y... y me... me olvidé, no había espacio y... mierda, no sé, el fuego apareció desde la cocina, creo que conecté mal el hervidor de agua, y me olvidé —Andrés llega al lugar, le hago señas para que se acerque a la ambulancia, en lo que se camina para ver a su primo, también veo a Aiden llegar corriendo, su mirada se encuentra con la mía de inmediato, llega apresurado a donde estoy, me mira de pies a cabeza, suspira aliviado y me besa en los labios.

—¡Estaba horrorizado! Creí que seguías trabajando.

—No, tranquilo, estaba en casa —Aiden asiente muy rápido, me vuelve a besar y luego se queda frente a la ambulancia para ver cómo está Gabriel, el chico está mejor, ha sido solo el susto, la enfermera dice que van a llevarlo al hospital solo para monitorear su estado de salud por la noche, pero que todos podemos irnos tranquilos a casa, de todos modos Andrés se sube a la ambulancia y se marcha con él, solo puede ir una persona, así que con Aiden caminamos de regreso a casa, él me toma de la mano, creo que no se da cuenta de que lo ha hecho hasta que vamos a mitad de camino, cuando mira nuestros dedos entrelazados y se sonroja un poco —Lamento haberte preocupado.

—Me asusté mucho, pero por suerte nada pasó, igual pensé lo peor con Gabriel, es genial que el chico haya salido bien.

—Ahora que lo pienso, Andrés no podría soportar perderlo, creo que hubiera sido horrible.

—Definitivamente —Aiden me rodea con su brazo, me besa la mejilla y caminamos, me da un par de besos pequeños en lo que me deja en la puerta de mi casa, le digo que puede quedarse, pero ambos sabemos lo pesada que ha estado mi Madre estos últimos días, así que él se marcha con una sonrisa falsa en su rostro, lo cual es lo último que veo hasta que me acuesto y me duermo.

***

Un par de días después, estamos en casa de Aiden, vamos a cenar todos juntos, Mía y Brittany se están encargando de la pasta, mientras que Aiden y Charlie intentan no quemar el pollo, yo preparo algunos tragos de alcohol y Jordan ordena la mesa.

—Son casi las nueve de la noche, ¿Dónde están? —pregunta Charlie algo hambrienta. —Deja que les vuelva a llamar —busco el número de Gabriel, pero no le marco porque justo golpean la puerta, Jordan les abre a Gabi y Andrés, sé que es algo raro de que esté con nosotros, pero a pesar de que me confesó lo de la infidelidad con Allen, no podemos dejar solo a Andrés, después de todo perdió a su Papá, y al chico que estaba comenzando a gustarle, y yo soy el culpable de esa segunda pérdida.

Cenamos, bebimos y Brittany pone karaoke en la televisión, apagan las luces y todos comenzamos a jugar con los flash de los teléfonos, Jordan también estaba en eso hasta que su luz se apaga al recibir una llamada, sale al jardín para tratar de escuchar mejor, a los dos minutos regresa corriendo, buscando las llaves de la casa y una sudadera. Mía le baja el volúmen a la música y todos nos preocupamos.

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