¿Estás Mintiendo?

Capítulo 46 - Secretos

LUCK

Me tiemblan las piernas, presiono la botella de agua que tengo entre mis manos, Cristóbal me mira directo a los ojos cuando me volteo hacia la derecha, exhala agotado y se sacude el cabello.

—¿Entonces? —pregunta —Le golpeaste la cabeza, ¿Y luego? —estamos sentados en una banca, alejados de la ciudad, en el último parque que está cerca de la salida del pueblo, a diez minutos a pie de entrar al bosque.

—Ya te dije lo que tenías que saber.

—Jordan me dijo más cosas.

—Jordan es un mentiroso —digo entre dientes, una lágrima solitaria me cae por la mejilla con mucha velocidad, trato de no hacer ruido al llorar, estoy tratando de mantenerme firme, pero es difícil —Yo hice todo.

—No te creo.

—Pues ya tienes lo que querías, la confesión, haz lo que quieras, pero solo involúcrame a mí, fui yo solo.

—¿Crees que soy un detective cualquiera? —pregunta él —Es imposible que le hayas asesinado, limpiado la casa, llevarlo al bosque, reunir todo lo necesario, ¡Todo eso tú solo! Los Padres de Allen no tardaban en llegar supuestamente.

—Estaban fuera de la ciudad, tardé mucho tiempo.

—Hay fotos tuyas en el eclipse, las fotografías tienen la hora.

—¡¿Por qué quieres involucrar más personas?! Ya lo admití, ¿Qué más vas a hacer ahora? —me pongo de pie enojado, Cristóbal me mira sin apartar sus ojos en ningún momento de los míos, se pone de pie, saca un pañuelo blanco desde su bolso y me lo entrega —No quiero un pañuelo para las lágrimas, quiero que me digas que mierda va a suceder ahora, lo sabes todo.

—Supuestamente.

—Yo lo hice, no necesitas nada más que eso.

—Bueno, intenté sacarte toda la verdad, pero supongo que no lo logré —Cristóbal vuelve a tomar asiento en la banca, el clima está muy helado, tengo frío hasta en las pestañas, y mi Madre ya debe haber llegado a casa de su turno de trabajo, quiero correr hacia ella y abrazarla, quizás llorar y decirle que la extrañaba mucho, pero en realidad van a ser lágrimas de despedida, porque ella y yo no nos vamos a ver por mucho tiempo —¿Qué fue exactamente lo que te dijo Allen? ¿Qué tan feo fue que terminaste perdiendo el control de esa forma?

—Tomé aquella lámpara, pero no pensé que fuera tan pesada, ni siquiera mi mano sintió el peso cuando la agarré, solo cuando Allen ya estaba en el suelo me di cuenta de lo que había hecho.

—Esa no fue mi pregunta.

—Pues es el contexto de la situación.

—Mierda, Luck, ¿Si sabes que esto incluso puede ser por defensa propia?

—Claro que no, Allen no me atacó físicamente, me dijo cosas... me dijo...

—¿Quieres salir lastimado de esta conversación? Pues de acuerdo, escucha, cogí con Andrés desde antes que ustedes volvieran, y mientras tanto también. —Siento como Allen toma asiento a mi lado, me volteo a la izquierda, lo escucho como si todo fuera real, como si estuviera nuevamente en su casa —Abre los ojos, por favor, ¿De verdad creías que eras su único chico? ¿Nunca te preguntaste por qué se asustó la primera vez que nos vimos juntos los tres? —el mismo odio en sus ojos, como si de color naranja se iluminaran —Lo de nosotros dos iba bien hasta que comenzaste a perseguirle otra vez, y me lo quitaste, pero fue bueno que Andrés viera que no valías la pena (...) mírate, eres un pobre muerto de hambre en busca de Andrés para quedarse con lo que tiene de plata, debería darte vergüenza verte en el espejo, tan patético... tan horrible, eres una burla, verte con Andrés lo único que provoca es tenerte lástima...Ni siquiera fuiste lo suficientemente bueno en la cama con él para que no fuera a buscarme, eres asqueroso.