Capítulo 17: Vida de vicios.

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La semana después de ser ingresada en la banda pasó prácticamente volando.
El apartamento estaba a toda hora echo un verdadero desastre. Había manchas en paredes y suelo, todas de procedencia sospechosa, salvo unas 3 o 4 que yo había provocado tirandole comida a alguno de los chicos.
Nos la pasábamos divirtiéndonos, compartiendo vicios y objetos preciados.

Nos encontrábamos en el cine, obviamente viendo una película. Era algo pornográfica pero también divertida. Desde los asientos del final, donde estábamos, se podía ver todo. En la fila de adelante había una pareja manoseándose. Unas más atrás había dos chicos con una zorra. Otros cogiendo. Y dos filas delante de nosotros había un gordo que de vez en cuando echaba la cabeza hacia atrás. Yo había notado que se estaba haciendo la, mundialmente famosa entre hombres, paja, pero no quería decirlo a los chicos ya que, primero, tenía la esperanza de que se detuviera y, segundo, si lo hacía estaba segura de que explotaría en carcajadas.
Duff susurró sin dejar de mirar hacia adelante.
-¿Han notado lo enfermo que está aquel gordo?-
-Desde hace como media hora.-dijo Axl observándolo y conteniendo la risa.
-Está así desde que empezó la película.-dijo Slash sonriendo.
-Se emocionó más de la cuenta, no pudo resistirlo.-bromeó Steven por lo que tuve que morder mi dedo para no estallar.
-Apuesto a que ya lleva más de 40 pajas.-dijo Izzy divertido. Steven explotó en una carcajada, la cual seguí y luego Axl, Duff, Slash e Izzy, logrando que el hombre se asustara como niño que es descubierto en mitad de su travesura. La gente nos observaba.
-¡¿Qué carajos miran?!-grité.
-¡Si! ¡Ustedes allá abajo!-gritó Axl apuntando a la pareja.-¡Sigan con sus manoseos!-
-¡Y ustedes!-gritó Duff a la puta y los otros dos.- Sigan con su trío.-
-¡Y todos ustedes sigan cogiendo!-dijeron Steven y Slash apuntando a las demás personas.
-¡Excepto tu!-gritó Izzy al gordo.- Tu, Eddie Pajon, que ya te has echo al menos 40, sin contar las que te hiciste en mitad de la calle, ¡sigue con tus pajas y bate el récord mundial!-le gritó humillándolo. Salimos corriendo del cine y muriendo de la risa.
-Mierda...-jadee.-duele respirar.-
-Lo...lo sé.-dijo Axl.
-Me recuerda a Seattle.-dijo Duff recordando aquellas veces. Reí.
-Lo sé.-respondí.
-¿Y qué ocurrió allá?-preguntó Slash.
-Pues...lo mismo.-dijo Duff.
-See...nos atrapaban fumando o por meternos sin pagar.-conté.
-Grandes anécdotas.-dijo Izzy.

Luego de eso volvimos al departamento, nos repartimos el polvo y comenzó la fiesta.
Todo era un completo desastre. Slash bailaba desnudo para nosotros al ritmo de una canción que ponen siempre en esos bares strippers. No sé cómo llegó a eso, creo que por una anécdota de Steven. Debo admitir que bailaba bien sexy y...su culo era sensualmente redondito.
Axl golpeaba el culo de Slash. Fue algo extraño, pero, según él decía, era inevitable. Lo hacía gritando que tenía un sexy culo de zorra mientras Slash bailaba dando vueltas sobre la mesa y su culo se volvía cada vez más rojo por las palmadas de Axl.
Steven rayaba las paredes mientras reía como loco con un marcador. Hizo algunas personas que extrañamente eran azules y escribió desprolijamente "¡Slash! ¡Los hombres azules vienen por nosotros!".
Izzy se revolcaba en el suelo sin camisa mientras reía y decía que así llegaría al reino encantado, bañándose en lodo.
Duff bailaba homosexualmente con Slash. Y cuando digo homosexualmente me refiero a que bailaban frotándose uno con otro y gimiendo un poco.
Y yo...bueno, yo hablaba con mi hada madrina, que me prometía muchos dulces y chocolates por el resto de mi vida. Y como todos estábamos felices...pues, no había de qué preocuparse.

Al día siguiente me desperté con una cruda impresionante.
-Estúpida hada madrina.-murmuré.
-No grites.-dijo Duff quejándose.
-No grité. Sólo que la estúpida hada me abandonó sin darme mis dulces.-dije hurgando la heladera. Había una lata de crema para pasteles. La tomé y caminé hasta Izzy, era su culpa, él había enviado al hada al reino mágico ya que la aplastó en uno de sus charcos de lodo naranja.
Puse un poco en su mano y luego soplé un poco de aire en su cara. Él estrelló la mano con crema en su cara pensando que había un cojonero insecto y se llenó de crema.
-¡¡Lodo mágico!!-gritó sin abrir los ojos.-Sabe a crema-dijo.
-¡Que no grites, carajo!-gritó Axl lanzándole un cojín y pegándole en la cara.
-¡Cállate!-gritó Slash tirándole su bóxer a Axl en la nariz. Él tosió asqueado.
-¡Esto apesta a mierda!-gritó lanzándolo a Steven. Él chilló y me lo lanzó. Yo hice lo mismo pero a Duff y este sólo lo olfateo y lo dejó donde estaba.
-Este es mío.-dijo con su boca, aún bajo el sucio calzón. Reí algo asqueada y entre a ducharme.
Cuando salí me puse unas deportivas negras, un pantalón bermuda blanco rasgado y una camiseta negra de mangas largas. Fui a la sala y los chicos estaban desayunando.
-¿___(Tn), sabías que anoche hablabas sobre un hada?-Preguntó Axl. Asentí.
-Ella murió.-dije cabizbaja.-Y tu, Izzy, la mataste en uno de tus charcos mágicos de lodo naranja.-dije molesta.
-Ese lodo si que sabía bien.-dijo relamiéndome.- Tu, Duff, le diste lo suyo a Slash.-rió.
-En realidad fue a una morena.-recordó Duff algo asustado.-Y tú, Slash, bailaste desnudo.-dijo Duff.
-Y Axl te golpeó.-dijo Steven.-...en el culo-rió.
-Por eso me duele...-dijo Slash. Steven gritó asustado seguido por nosotros.
-¡¡Slashhh...los hombres azules!!-gritó Steven. Slash gritó y apuntó a la pared.
-¡¡Allí están!!-gritó aterrado.

Dios, la estúpida droga nos pegaba peor que a nadie. No quería ni pensar lo que haría con nosotros algo más fuerte. Pero, aún así, era una dulce vida de vicios a las que nos acoplábamos perfectamente y mejor que nadie.

Después De La Tormenta~Duff McKagan y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora